Sagui Mizrahi, cumpliendo sueños
El comunicado policial distribuido este miércoles a la prensa, a diferencia de lo usual, no hablaba de delitos de ningún tipo, de presos ni criminales, sino de un niño de 9 años, Saguí Mizrahi, que siempre soñó con ser miembro de la Policía.
Para eso está, nos cuentan del departamento de prensa policial, el “patrullero de los deseos”.
Por la mañana recogieron a Saguí de su casa, le dieron uniforme y emprendieron camino en el patrullero hacia la unidad de guardia marítima. Conoció a sus “colegas” y el equipo realizó un paseo singular frente a las costas de Tel Aviv.
Le mostraron y explicaron a Saguí sobre las embarcaciones de patrullaje por mar y hasta se le permitió conducir una de ellas.
De allí partieron a la segunda etapa de la jornaa y Saguí pudo conocer a efecivos de la unidad de explosivos de la policía, donde explicaron y hasta le peritieron manejar el robot policial.
En la central de Control de la Policía del distrito de Tel Aviv, se le contó sobre el trabajo, el punto de control en el que se reciben los llamados de emergencias y se le mostró de dónde salen los efectivos a una operativo cuando hay una alerta especial.
Se emocionó especialmente, así contaron en la Policía, cuando pudo ver su propio barrio a través de las cámaras de seguridad controladas desde la central.
Saguí almorzó con los policías en el comedor de la central, visitó luego al Jefe de la Estación, y recibió rangos de oficial y un documento de reconocimiento que seguramente atesorará por siempre.
La iniciativa de hospedar a Saguí Mizrahi como “policía por un día” es parte de un programa que comenzó en noviembre del 2018 para responder a pedidos de ciudadanos de diferentes sectores de la sociedad que contaron sobre niños que soñaban con ser policías.
Cientos de niños ya han visto su sueño realizado por un día, gracias al “patrullero de los deseos”, como parte de un servicio a la sociedad.
Entre ellos, tiempo atrás, se contaron también Firas Hatib y Rama Taha, que fueron recibidos por la estación de policía de la localidad árabe israelí Kfar Kana.
Firas tiene síndrome Down y Taha está en silla de ruedas a raíz de un accidente con un portón eléctrico.
Firas suele inclusive llegar una vez por semana a la estación, hace la venia a los policías y se queda mirando cómo trabajan.
Pues los agentes en Kfar Kana decidieron cumplirles el sueño al menos por un día, con la ayuda del «patrullero de los deseos», de la policía comunitaria.
Este fue el resultado.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.