Foto: Aviv Kojavi
Un día después del intercambio de fuego con Hizbala a raíz del ataque de la organización terrorista hacia Avivim, pegada a la frontera entre Israel y Líbano, el Primer Ministro Biniamin Netanyahu recalca: “continuaremos actuando contra la amenaza de los misiles precisos”.
Al referirse a Hassan Nasrallah, jefe de Hizbala, Netanyahu lo llamó “el hombre en el bunker en Beirut”, asegurando que “él bien sabe por qué está en el bunker”.
Desde la así llamada Segunda Guerra en Líbano en el 2006, Israel sostiene que Nasrallah no ha salido del bunker subterráneo en el que se esconde, por temor a ser eliminado . En numerosas ocasiones, inclusive ante multitudes, sus discursos fueron transmitidos por pantalla, desde algún punto se estima que en la propia Dahya, el enclave de Hizbala en Beirut.
Nasrallah suele hablar en tono provocativo y amenazante, intentando transmitir una sensación de firmeza y disposición constante a enfrentarse con Israel, aunque todos los expertos estiman que por diversas razones, no tiene interés ahora en una guerra de gran envergadura. Y este lunes, de acuerdo a una alta fuente de seguridad no identificada citada por la radio pública israelí KAN, poco después de disparar cohetes Kornet a Israel y de recibir la respuesta de artillería israelí, Nasrallah pidió a través de diversos canales, que Israel detenga el fuego. Nasrallah se dirigió al Primer Ministro de Líbano Saad Hariri para que pida a Israel a través de Estados Unidos, Egipto y Francia, que ponga fin al combate.
“Nosotros alcanzamos nuestros objetivos y por lo tanto no había necesidad de continuar”, dijo la fuente. “Pero si Nasrallah quiere seguir, estamos prontos”.
Por ahora, está claro que nadie quiere seguir. Pero parece sólo cuestión de tiempo hasta que haya un enfrentamiento de grandes dimensiones, a menos que ocurra lo que hoy parece improbable: que la ONU o el gobierno de Líbano logren detener el proyecto iraní de misiles precisos que lleva adelante Hizbala.
Este fue el punto principal en la conversación que mantuvieron el Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel Teniente General Aviv Kohavi y el Comandante y Jefe de Misión de los Cascos Azules de la FINUL (Fuerza interina de las Naciones Unidas en Líbano), Teniente General Stefano Del Col, en su primer encuentro.
El encuentro estaba planeado de antemano, sin relación alguna a la escalada y la alerta de los últimos días. Pero con la tensión siempre latente de fondo, su importancia era muy clara. Y muy especialmente, al haberse aprobado el jueves último la reanudación del mandato de la FINUL en el sur del Líbano.
Kohavi fue muy claro al transmitir al comandante de la FINUL la posición de Tzahal:
“Las Fuerzas de Defensa de Israel están preparadas para una amplia variedad de escenarios. No aceptaremos ataques a nuestros civiles o soldados ni tampoco el proyecto de los misiles precisos en territorio libanés”, recalcó. Kohavi lo dijo explícitamente: “El Estado de Líbano y la FINUL deben poner fin al proyecto de fabricación de los misiles de precisión de Irán y Hizbala y hacer cumplir firmemente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU”. Dicha resolución fue la que puso fin a la guerra del 2006, pero fue violada repetidamente por Hizbala que tenía prohibido bajar tropas al sur y almacenar armas junto a la frontera con Israel, pero lo ha seguido haciendo.
“La situación actual no será tolerada”, aclaró el oficial número 1 de Tzahal.
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