Ana Jerozolimski
Miles de fans emocionados se hicieron presentes este jueves por la noche en el estadio “Nokia” de Tel Aviv para escuchar a los famosos cantautores españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, cuyo show “Dos pájaros Contraatacan” quedó confirmado como un gran éxito también en Israel.
“¡Shalom Tel Aviv!”, gritaron ante el entusiasta aplauso del público, que los ovacionó por su obra, por hacer llorar y reir…y por estar.
Desoyendo exhortaciones de algunos grupos españoles que les pedían no cantar en Israel, estos dos gigantes del escenario y de la canción en español compartieron con los israelíes, en su enorme mayoría de origen latinoamericano, sus piezas más conocidas así como también proyectos nuevos que dejaron en evidencia una magnífica química y buena onda.
“No lo puedo creer”, era un comentario común esta noche…más que nada de boca de las mujeres que estábamos presentes y que llevábamos a Serrat en nuestros corazones..pero no menos emocionados estaban los hombres , señalando que venían a ver y escuchar a parte de su identidad, la que siguen llevando consigo como parte de su ser, también decenas de años después de haberse radicado en Israel.
Llegaron del norte y el sur, de todos los puntos de Israel. De la ciudad y las comunidades colectivas “kibutzim”, estas últimas habiendo recibido centenares de entradas de regalo del empresario Yair Dori que trajo a los artistas.Y especialmente de los llegados en ómnibus organizados desde el sur del país, como ser del Kibutz Ein Hashlosha, la noche fue un doble deleite: ante todo, por escuchar a Serrat y Sabina en vivo y en directo, y además, por sentír así que salían por unas horas de la situación de emergencia en la que han vuelto a vivir desde el lunes por la tarde, a raíz de la lluvia de misiles lanzados desde la vecina Franja de Gaza.
Especial expectativa despertaba por cierto la presentación de Serrat, ídolo de muchos desde hace varias décadas. Y no defraudó. Es que allí estuvo “Mediterráneo”, “Se hace camino al andar” y muchas otras que todos conocemos aunque probablemente las identificamos con las frases más conocidas de la letra, aunque quizás no sean el título oficial de la canción: el enamorado del maniquí “de cartón piedra”…y mucho más.
La voz dulce y suave , aunque fuerte, de Serrat, se combinaba perfecto con la más grave de Sabina…el humor en la relación entre ambos, las bromas sobre las canciones que Sabina afirmaba Serrat le había dejado en su testamento….y la interpretación que cada uno hacía de las canciones más conocidas de su compañero de escenario.
Para nosotros, la emoción comenzó ya el miércoles al mediodía, con la rueda de prensa con Serrat y Sabina en Tel Aviv.
Inevitablemente, los llamados al boicot que ellos afortunadamente desoyeron, fue el primer tema que se les planteó en la reunión con los periodistas.
“Claro que se pasó por la cabeza (no venir) , porque uno no puede decidir sin que las cosas le pasen por la cabeza”, dijo Serrat. “Pero la valoración fue que no, que nuestro compromiso de venir era suficientemente fuerte ya como para plantearse esto sin causar de alguna manera daños a gente que lo único que ha pretendido es acercarnos y adentrarnos un poco más a conocer por estos lugares.
Yo vengo empujado fundamentalmente por dos cosas. Ante todo, porque me reclaman que venga , cosa que me gusta mucho. Y sobre todo porque mi curiosidad me empuja mucho. Eso hace que , sumado a otras cosas, tuviera muy claro, con las limitaciones que uno puede tener , por qué tenía que venir”.
Sabina agregó que “es verdad que hemos tenido muchas cartas y muchas comunicaciones de gente que no quería que viniéramos”. Y aclaró: “A nosotros no nos ha contratado el gobierno de Israel. Nos han invitado nuestros amigos argentinos, judíos de Israel, y siendo esta la primera rueda de prensa que hacemos, me parecería muy petulante que tuviéramos ideas claras. Hemos venido a ver, a leer, a mirar, a oir y a aprender. Tal vez esta rueda de prensa habría que hacerla el último día, no el primero. Pero les aseguro que estamos mirando con ojos limpios, escuchando con oídos limpios.Creo que contra lo que hay que luchar es contra los prejuicios y los fundamentalismos de ambos lados”.
Uno de los presentes preguntó a Serrat cómo cree que podría aportar a un proyecto de logro de la paz entre israelíes y palestinos.
“Si estuviera en mis manos, o si tuviera yo un pensamiento metódico claro me dedicaría a ponerlo en marcha porque me parece algo tan importante que merecería la pena que apartara el resto de cosas que tengo que hacer en mi vida y trabajara en este sentido”, respondió. “Yo personalmente lo que creo que tengo que hacer primero es profundizar en todo lo que es mi información y trabajar en el sentido de la búsqueda de la paz, que no es otra cosa que la búsqueda de la justicia».
Por su parte, Sabina fue muy práctico y contundente: “En mi caso yo no había tenido nunca la oportunidad de poner los pies en Israel, en Jerusalem, Tel Aviv ..y no estaba dispuesto a perder por nada del mundo la oportunidad de ver por mis propios ojos”.
Claro que era imposible hablar con estos cantautores, sin mencionar su unión, su espectáculo conjunto.
“Para nosotros también fue una especie de pequeño milagro al juntarnos”, dijo Sabina. “ Nos hemos puesto de acuerdo para decir que es todo al 50%, desde el dinero que este se lleva la mitad de mi salario hasta las letras o las músicas. Desde luego que no es verdad, uno siempre ha hecho más y otro menos. El siempre ha hecho más…”, agregó con una sonrisa.
“Pero es verdad que la química funcionaba porque los dos teníamos derecho de veto y cada vez que uno criticaba algo que había hecho el otro, era para mejor, siempre en función de la canción, no de los egos”.
¿Qué esperan encontrar en Israel, al presentarse ante el público?., preguntó alguien.
“Nosotros siempre esperamos encontrar complicidad, oídos atentos, ser capaces de tocarles el corazón, esperamos que nos traigan otra vez después de oírnos, esperamos hacernos amigos y amigas”, respondió Sabina. “Esperamos más de lo que vamos a conseguir”.
Serrat acotó jocosamente: “Esperamos llegar al final”.
En la primera fila en la sala de la rueda de prensa, había dos invitados especiales: los famosos cantantes israelíes David Broza y Ahinoam Nini, que el jueves por la noche subieron al escenario a interpretar cada uno una canción con Serrat. Con David Broza fue la imponente “La Mujer que yo quiero” y con Ahinoam Nini, “Es caprichoso el azar”, que emociona en cada una de sus sílabas.
Cabe recordar que hace muchos años, cerca de fines de los 70, David Broza sacó un exitoso disco en hebreo con canciones de Serrat, bajo el título de “La Mujer que yo quiero”.Serrat explicó que no se trató de una colaboración entre ambos aunque hoy los une una gran amistad.
“La experiencia de David la hizo él, se la cargó él a los hombros y yo lo conocí bastante tiempo después que él tuviera éxito en su trabajo en Israel. Nos conocimos en Nueva York varios años después.Hay una gran amistad pero no ha habido colaboración directa. El trabajó con un gran poeta israelí que no habla español, Yonatan Gefen.. El le traducía los conceptos y el poeta desarrollaba la canción y entonces no estaba atado a un texto determinado. Es que a veces en esto de las traducciones de las canciones, cuando una canción pasa de un idioma a otro, lo que se pierde es la poesía. En cambio, si alguien transmite el concepto y ese concepto lo poetizan, ahí se recupera. Tal vez la canción no diga exactamente lo mismo, pero da igual. La canción no es un dogma, es una canción”.
Broza aclaró desde su asiento que cuando él le cantó a Yonatan Gefen las canciones de Serrat, el poeta israelí lo veía tan emocionado y hasta llorando mientras cantaba, que sufría por no entender la letra, por lo cual Broza le explicó al detalle los conceptos, de lo cual surgió luego la hermosa versión hebrea de varios de los poemas de Antonio Machado.
Serrat acotó en tono de broma: “Yo cuando me enteré, ya supe que había vendido millones de discos. Me sentí muy mal porque podía haberlos vendido yo”.
Y sobre la relación con Broza y Nini, Serrat agregó: “Sería muy extraño que viniéramos a cantar a Tel Aviv y los dos no estuvieran en el escenario con nosotros.Siempre que vienen a España nos gusta a nosotros que se acuerden, que nos llamen, y nosotros somos muy felices de poder estar cantando con ellos”.
Sabina, con su propio sentido del humor, hizo una acotación, sugerencia: “En mi caso, ya que salió tan bien la versión de David Broza a las canciones de Serrat, creo que Noa debería seguir el ejemplo conmigo”.
Y el resumen más apropiado, horas antes de ir a cantar, fue una respuesta de Sabina a una pregunta sobre el público al que se dirige.
“Uno no elige al público, yo creo que es al revés, que es el público el que lo elige a uno».
«Yo quiero hacer canciones hermosas y que comuniquen algo»- dijo Sabina. » No me dirijo ni a los jóvenes ni a los viejos. Me dirijo a la gente que tenga oídos atentos y corazón latiente”.
Mucha de esa gente,recuerdos emocionados, oídos atentes y corazón latiente, fueron a ver y escuchar a Serrat y Sabina en Tel Aviv, en el magnífico show que presentaron en Israel.
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