AURORA/EFE
El presidente del Banco de Israel, Stanley Fischer, pidió sin éxito un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar el derrumbe económico de la Autoridad Palestina (AP), que no podía solicitarlo porque no es un Estado, confirmaron fuentes oficiales.
El primer ministro, Binyamin Netanyahu, fue quien encargó a Fischer que tramitase el préstamo, señalaron las fuentes bajo condición de anonimato, al confirmar sin más detalles una noticia publicada por el diario «Haaretz», que cifra la solicitud en cien millones de dólares (79 millones de euros).
La AP atraviesa una grave crisis económica, con un déficit de más de 1.000 millones de dólares (tres veces mayor del previsto), motivado principalmente por el incumplimiento por los donantes, en particular los países árabes, de sus compromisos de pago.
La propia banca palestina ha comenzado a cerrar el crédito a la AP, entidad creada en los Acuerdos de Oslo que sobrevive gracias al dinero internacional y que sólo controla administrativamente un tercio de Cisjordania (el resto está en manos de Israel y Gaza está bajo el Gobierno de Hamás).
El pasado enero, la AP aumentó los tributos y recortó seriamente el gasto público para tratar de tapar su agujero de 1.100 millones de dólares (870 millones de euros) en préstamos bancarios y otros 400 millones de dólares (316 millones de euros) de impagos al sector privado, que le impide abonar con regularidad los salarios de los funcionarios.
En este contexto, señala «Haaretz», el primer ministro palestino, Salam Fayad, que conoce a Fischer de los años que compartieron en el FMI, le pidió ayuda para lograr un crédito de la institución, al dar por imposible que Estados Unidos o Europa aumenten ahora su contribución a la AP.
Fischer abordó el tema con su primer ministro y recibió luz verde.
«Netanyahu está interesado en evitar una situación de derrumbe financiero de la AP que podría tener un impacto muy negativo en la situación de seguridad en Cisjordania», dijo al diario una fuente oficial israelí.
Las fuerzas de seguridad de la AP coordinan sus actividades con el Ejército de Defensa de Israel.
El FMI rechazó la propuesta porque hubiera supuesto sentar un precedente de concesión de un crédito, aunque fuese indirecto, a una entidad que carece del estatus de Estado, agrega el rotativo.
El plan era que Israel recibiera el dinero y lo transfiriese a la AP, que se lo iría devolviendo al FMI a través de Israel.
El representante del FMI en Gaza y Cisjordania, Udo Kock, señaló que Fayad «pidió al personal del FMI que considerase vías para que la Autoridad Palestina obtuviese recursos del Fondo», tras advertir el pasado marzo en Bruselas de la grave necesidad de fondos.
«El personal del FMI sigue explorando vías con las que poder ser de ayuda a la AP», agregó en un correo electrónico.
Fischer y Fayyad concluyeron su paso por el organismo de Breton Woods al mismo tiempo: el primero se fue al sector privado y se convirtió en 2005 en gobernador del Banco de Israel, mientras que el segundo recibió la cartera palestina de Finanzas y luego, en 2007, la jefatura de Gobierno.
El año pasado, cuando Fischer, que tiene ciudadanía estadounidense e israelí, se postuló para liderar el FMI a raíz del escándalo Strauss-Kahn, Fayyad apoyó públicamente la candidatura, pese a que se sabía que contaba con pocos votos porque el puesto siempre se ha concedido a un europeo.
El Gobierno palestino y el Banco de Israel rehusaron comentar la información. EFE
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