Isi Leibler
Israel Hayom
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En una reciente entrevista del periodista Ari Shavit al ex Jefe de Estado Mayor del Ejército de Defensa de Israel y actual vice Primer Ministro Moshe Ya’alon, nos proporciona una fascinante y perspicaz visión del pensamiento de uno de los más sofisticados líderes políticos, cubriendo los cruciales desafíos que afronta la nación. Esto merece ser leído. Irónicamente, la extensa entrevista fue publicada en la revista del fin de semana del Ha’aretz, el famoso diario israelí que promueve puntos de vista ilusorios, donde la entrevista devastadora lo demuele.
Coincidiendo, precisamente hace siete años, yo le dediqué una columna a Ya’alon, describiéndolo como uno de los pensadores estratégicos mas diestros, que hayan encabezado el Ejército de Defensa de Israel. Por entonces, él fue acusado de estar descontento y no muy feliz por su prematuro apartamiento de la jefatura del Estado Mayor, concretada por el entonces Primer Ministro Ariel Sharon, en respuesta a su feroz oposición a la retirada de Gaza- por lo cual él fue posteriormente justificado y reivindicado totalmente-.
Ya’alon fue retirado como consecuencia de su acertada respuesta al terror que demostró que, al contrario de los mantras invocados por los izquierdistas, la decidida acción militar puede neutralizar al terrorismo. Él también fue proactivo en la doble vía, la de los asesinatos selectivos y la de la construcción de la valla de seguridad, combinación que puso fin a la segunda Intifada.
En mi columna temprana, expresé rabia y frustración, por el hecho de un país que afronta amenazas existenciales provocadas por sus vecinos, un Jefe del Estado Mayor fuera retirado por sus advertencias explícitas de las desastrosas consecuencias derivadas de las políticas del Primer Ministro Ariel Sharon, advertencias ignoradas por el gobierno y la oposición.
Lamentablemente, mas adelante sus predicciones fueron básicamente reconocidas.
Aunque en esos momentos, políticamente incorrecto, Ya’alon también afirmó que el Presidente de la Autoridad Palestina y su precursor Yasser Arafat eran los mismos pájaros de cuenta. Lejos de ser socios para la paz, insistió en que ellos estaban principalmente comprometidos en poner fin a la soberanía judía en la región. Él, además, predijo, contrariamente a otros líderes israelíes, que el “derecho árabe al retorno” era simplemente una táctica de negociación, la que fue firmada en una piedra y seguirá siendo una piedra angular de las demandas palestinas intransigentes.
Él también advirtió sobre ataques inminentes con misiles dirigidos contra civiles israelíes, a menos que el Gobierno tomara las medidas necesarias en la disuasión más efectiva.
Ya’alon ciertamente no es un típico activista de las derechas. Él es un seguidor de Ben Gurion en lugar de Jabotinsky. Él es un kibutznik, basado en el trabajo, con enfoques liberales en temas sociales, religiosos y económicos. En tanto que no es un observante religioso, apoyó con entusiasmo los programas educativos de herencia judía, destinados a promover la conciencia nacional sobre el Ejército de Defensa de Israel.
Esta nueva entrevista proporciona perspicacias fascinantes en la visión de Ya’alon, sobre el embrollo corriente y reafirma su primacía como un pensador estratégico y profundo con relación a las amenazas militares externas de Israel.
Un componente importante está dedicado a la amenaza nuclear iraní. Ya’alon insiste en que no debemos bajo ninguna circunstancia, mantenernos al margen y permitir qué “el apocalíptico y mesiánico régimen de los ayatolá” obtenga la bomba.
Aunque esperanzado de que Israel no esté obligado a ir solo, Ya’alon insiste en que “no estamos mintiendo” y que a pesar de la probabilidad de tener que recibir considerables bajas israelíes en un conflicto armado, es preferible para nosotros bombardear antes que ser bombardeados.
Señala que el Ejército de Defensa de Israel tiene la capacidad de golpear a Hezbolá, títere iraní, con 150 veces el poder explosivo que ellos podrían dirigirnos, además el gobierno libanés debería sopesar la consecuencias, si les permiten, desde su territorio, lanzar misiles contra Israel.
Ya’alon articula lo que otros pocos líderes israelíes no están decididos a expresar públicamente. “Yo estaba dispuesto a dividir la tierra pero ellos no…
Porque ellos dicen “ellos o nosotros”. Yo digo nosotros… Mientras que la otra parte no esté dispuesta a reconocer nuestro derecho a existir como Estado- Nación del pueblo judío, yo no estoy preparado para entregar un milímetro. No estoy incluso, dispuesto a hablar de territorio. Ni siquiera estoy dispuesto a hablar de territorio. Después de tierras por paz, trayendo tierra por terror y tierra por cohetes. Yo no estoy dispuesto a enterrar la cabeza en la arena”.
Él añade “uno de nuestros problemas más grandes, es que nosotros proponemos una solución y esperamos una solución ahora… Nosotros no necesitamos ver una solución pero sí observar un camino. Hay problemas en la vida que no tienen solución. De momento el conflicto israelo-palestino es un problema sin solución… Alguien, por otra parte, al sugerir, promueve una falsa ilusión. Un becerro de oro. Autoengaño”.
Ya’alon todavía permanece optimista “cuando veo donde mis abuelos y padres vivieron y donde mis hijos viven- yo veo que el tiempo no está trabajando contra nosotros…
El secreto del Sionismo es que cuando nuestro ethos se construye, el ethos de la otra parte se destruye, nuestro ethos triunfará…
Debemos liberarnos de ser orientados a una solución y descartar el sentimiento de culpa. Debemos librarnos de pensar que si doy al enemigo y en un favor al enemigo, el enemigo nos dará tranquilidad. Ese es un modo de pensar de Ashkenazi, desconectado de la realidad del Medio Oriente”.
Se le preguntó a Ya’alon “como llegaste a ser un Likudnik”, como un Mapainik, como un kibutznik, como un Rabinist? A lo cual contestó “El Laborismo tuvo a Itzjak Tabenkin, a Igal Allon y a Itzjak Rabin. Incluso Rabin en el proceso de Oslo no era de Paz Ahora. Apoyó el Plan Allon en un amplio sentido y se opuso firmemente a la retirada de las líneas de 1967. Antes de su asesinato él habló en la Knesset sobre la eterna Jerusalem unida, sobre el Valle del Jordán y sobre una entidad palestina que sería menos que un estado”.
Ya’alom, es por ejemplo, el ministro más subestimado del gobierno y es considerado un líder israelí atípico. No es un político de lucha callejera. Él es un interlocutor de voz baja, austera y hasta carente de carisma.
A pesar de su bajo perfil es uno de los más prestigiosos líderes nuestros. Él fue un brillante Jefe del Estado Mayor, que puede llevarse el mérito, en gran medida, de haber creado la estrategia que puso fin a la era de los atentados suicidas.
Su integridad moral lo califica para servir de modelo a la mayoría de los miembros de la Knesset. Independientemente de sí o no recupera posiciones de mayor jerarquía en el gobierno, es reconfortante comprobar que un hombre de su calibre, es hoy un alto funcionario del gabinete de seguridad e influyente en la formulación de políticas de defensa.
También es reconfortante saber que si Ya’alon consideraba que políticas del gobierno pondrían en peligro al país, a diferencia de muchos otro políticos, él no podría permanecer en silencio.
El sitio web del autor puede ser visto en atwww.wordfromjerusalem.com
Traducido para Porisrael, por Carlos Alberto Vainberg.
Pretendo aportar una corrección a la traducción que considero clarifica. Acá dice: «El secreto del Sionismo es que cuando nuestro ethos se construye, el ethos de la otra parte se destruye, nuestro ethos triunfará…». Debería decir «El secreto del Sionismo es que siempre que nuestro ethos sea para construir y el ethos de la otra parte sea para destruir, nuestro ethos triunfará…» (El original: «The secret of Zionism is that when our ethos is to build and the ethos of the other side is to destroy, our ethos will triumph…»)