El nombre del campamento de exterminio nazi Auschwitz, en el que la enorme mayoría de las víctimas fueron judíos-aproximadamente un millón de un total de 1.1 millón-se ha convertido con razón en uno de los grandes y más terribles símbolos de la Shoa.
¿Liberación?
Desde que se fijó el 27 de enero como Día internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto, tomando precisamente la fecha en que el ejército soviético entró a Auschwitz, se habla del aniversario de “la liberación de Auschwitz”. Probablemente sea difícil ya quitar la expresión del léxico internacional. Pero trataremos de acuñar una distinta, más acorde a los hechos en la realidad: no la “liberación” sino el cierre de Auschwitz.
Lo hacemos inspirados por la aclaración al respecto de la Profesora Rita Vinocur, Directora del Museo Recordatorio de la Shoá en Montevideo.
“A los sobrevivientes que estuvieron en Auschwitz no les parecía bien el término liberación”, asegura Rita en forma terminante. “Los rusos entraron en el campo y no lucharon contra los nazis, no fue una liberación propiamente dicha. Se encontraron con esqueletos vivientes de los sobrevivientes, y ya no había allí nazis contra quienes combatir”.
Es cierto. Cuando el Ejército Rojo entró a Auschwitz aquel 27 de enero de 1945, claro está que la fecha se convirtió en un símbolo, pero no fue un día de batalla. Los nazis ya se habían escapado y lo que quedaba en aquel escenario del horror eran los sobrevivientes y los cuerpos de las víctimas.
El detalle del infierno
Más allá de ello, al conmemorarse los 75 años transcurridos desde aquel día, cabe recordar de qué estamos hablando. Con datos históricos, combinando lecturas de notas en la prensa y de los archivos de Yad Vashem, tratamos de hacer orden. ¿Qué era Auschwitz? ¿Y qué hallaron allí las tropas soviéticas al entrar?
– El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas se toparon con los cuerpos de numerosas víctimas, aquellos que los nazis no habían alcanzado a quemar, y cerca de 7.000 sobrevivientes en terribles condiciones.
– Hallaron cámaras de gas y crematorios, que en gran parte-no todos- los Nazis habían detonado antes de huir, a fin de borrar las pruebas de sus crímenes.Claro está que la envergadura de la matanza había sido tal, que era imposible ocultarlo.
– Auschwitz no es un campo sino dos. Auschwitz I, construido en una base militar polaca abandonada, y Auschwitz II, Birkenau, un complejo mucho más grande ubicado a unos 3 kms del primero, destinado a ejecutar la Solución Final del extermino de los judíos a manos de los nazis. La Marcha por la Vida parte de Auschwitz I, donde está el famoso e infame cartel “Arbeit Macht Frei” (“El trabajo libera”, con el que los nazis pretendían engañar a los judíos que llegaban al lugar) y finaliza en Birkenau, de donde es la muy conocida fotografía de la estructura color ladrillo en la que desembocan las vías del tren.
Allí estaban las cámaras de gas y los crematorios. Se ven también hoy los restos de los crematorios destruidos por los nazis en su huida. Pero aún están los alambres de púa, los puestos de observación nazis desde los que controlaban a los prisioneros y barracas en las que vivían los presos.
– Originalmente, Auschwitz mismo funcionaba como un campamento para prisioneros polacos, sus primeras víctimas. Entre ellos había tanto sacerdotes católicos como miembros de la resistencia polaca a la ocupación nazi. Fue más adelante recién que se creó Birkenau para la matanza en masa de los judíos de toda Europa.
– El primer horror vinculado al nombre de Auschwitz, era el viaje de los judíos en trenes de ganado hacia este punto de Polonia, que sobrevivientes han descripto en distintos testimonios como una experiencia terrible.
– Al llegar, se llevaba a cabo ya en la primera rampa de Auschwitz, la “selektzia”, entre quienes podrían ser utilizados para trabajos forzados y quienes serían enviados directamente a las cámaras de gas. Entre estos últimos estaban, automáticamente, los niños y bebés, la gente mayor y numerosas mujeres. Familias eran separadas en el momento y son numerosos los testimonios de sobrevivientes que relataron cómo ya al llegar perdieron de vista a sus padres y nunca más los pudieron ver.
– En Auschwitz fueron asesinados más de 1.100.00 personas, de ellos 1 millón de judíos. Murieron allí polacos, prisioneros de guerra soviéticos y otros. Evidentemente, moría mucha gente en el diario «vivir», baleados por los nazis o como producto de las enfermedades y la inanición.
-Hoy en día, todo aquel que llega a Auschwitz, puede ver en algunas de las barracas convertidas en museo, las pertenencias de los judíos allí asesinados. Están las conocidas pilas de zapatos, de cabello, de las valijas que traían consigo y de las que eran despojados de inmediato, algunas de ellas aún con el nombre de sus dueños, los platos y tazas con los que comían. Especialmente impactante es la vitrina con las prótesis de los lisiados, que nos permite visualizar las duras imágenes de la gente, independientemente de su difícil situación personal, conducida a la muerte.
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