Abigail Klein Leichman
De Israel21c
“Para nosotros y para nuestro hijo ustedes crearon una magia que no puede expresarse con palabras”, escribieron los padres de un acampante de la Aldea del Río Jordán, en Israel, el miembro más nuevo de la red mundial de campamentos para niños con enfermedades serias iniciada por el actor Paul Newman hace 24 años.
“Nuestro hijo volvió muy entusiasmado, optimista y feliz, y lo primero que preguntó es si puede volver al campamento el año que viene”.
Programa único de su tipo en el Medio Oriente, la Aldea del Río Jordán (JRV en su sigla inglesa)ofrece supervisión médica las 24 horas durante una semana de natación y actuación teatral, deportes y artes, en una extensión de 25 hectáreas en la Alta Galilea. Cada consejero se ocupa de dos o tres acampantes, que son jóvenes de entre 9 y 18 años con cáncer, parálisis cerebral, fibrosis quística, hemofilia, enfermedades neurológicas, enfermedades reumáticas, enfermedades cardíacas y otras afecciones graves, agudas o crónicas.
En varios aspectos el JVR es similar a los campamentos SeriousFun de EEUU, Europa y Asia, pero en virtud de su ubicación también ofrece la posibilidad de que niños judíos, musulmanes y cristianos se hagan amigos.
“Antes de tener nuestro campamento en Israel enviábamos chicos a un campamento de SeriousFun en EEUU”, dice la administradora Katia Citrin a ISRAEL21c. “Cada grupo tenía cuatro judíos y cuatro árabes. El padre de una niña árabe estaba extremadamente preocupado acerca de cómo le iría a su hija. La niña no hablaba bien hebreo, y mucho menos inglés. Cuando volvió nos dijo que había tenido una experiencia fantástica. El padre nos dijo que si dejáramos el problema del Medio Oriente a los niños tendríamos paz desde hace mucho tiempo”.
Campamento de todo el año
Aunque muchos campamentos de SeriousFun sólo funcionan durante el verano el clima templado del norte de Israel permite al JRV ofrecer sesiones todo el año. Ha habido 20 desde agosto pasado, cuando se inauguró el campamento extraoficialmente, dijo Citrin. La inauguración oficial fue el 10 de junio.
Citrin estima que el JRV servirá a unos 3.500 niños cada año. Desafortunadamente, no es difícil encontrar potenciales acampantes. “Trabajamos con toda clase de ONG que se ocupan de niños enfermos, y con hospitales”, dice Citrin, “y las personas pueden acercarse a nosotros de manera privada para coordinar una sesión”.
Desde que Newman comenzó su programa caritativo en 1988 en Connecticut, SeriousFun se extendió por todo el mundo. La Fundación JRV fue fundada en 1999 por Marilyn y Murray Grant, emigrados de Connecticut a Israel que querían “enriquecer las vidas de niños judíos y árabes en Israel y en los países vecinos, que sufren enfermedades serias que ponen en peligro sus vidas creando experiencias de campamento gratis, memorables, llenas de diversión, seguras y de valor médico”.
El campamento es reconocido y apoyado en parte por el gobierno israelí, y el actor israelí Jaim Topol preside el directorio y supervisa a cientos de voluntarios junto con 15 empleados pagos.
Debido a que Israel es un país pequeño y a que muchos de los acampantes han estado hospitalizados varias veces a menudo ven rostros familiares al llegar. Actividades destinadas a “romper el hielo” ayudan a todos a conocerse, y Citrin dice que las diferencias de religión, nacionalidad y cultura desaparecen rápidamente.
“Un niño árabe vino como acampante cuando tenía 17 años y la pasó tan bien y le gustó tanto la idea de la convivencia que cuando cumplió los 18 se hizo trabajador voluntario en la aldea”, dice Citrin.
Sonrisas en su rostro
Muchos de los acampantes nunca habían dormido bajo las estrellas ni interactuado con otros niños como ellos fuera de un hospital. Ganan perspectiva sobre sus problemas viendo por lo que están pasando otros niños, pero se les enseña a no `permitir que su enfermedad los defina como persona.
“Nuestro lema es, ´no estoy enfermo, sino que tengo una enfermedad´. Y nuestro tema de campaña de relaciones públicas es acerca de celebrar la vida”, dice Citrin.
Nadie es obligado a participar en ninguna actividad, pero “en nuestro campamento no hay posibilidad de fracaso. Sea lo que sea que se haga se tiene éxito. Tenemos un parque de aventuras con paredes para trepar, cuerdas y otros desafíos. Los niños apoyan a los otros niños y los animan a realizar esas actividades. Si una niña enferma puede trepar una pared de seis metros siente que puede lograr cualquier otra cosa”.
Recuerda a un niño con colitis crónica que había faltado a la escuela muchos meses y llegó al JRV muy introvertido y tímido. “Al final de la sesión su madre nos llamó y nos dijo que nos había enviado un debilucho timorato y le habíamos devuelto un hombre”, dice Citrin.
Y lo que es igualmente importante, se ha observado que los acampantes de SeriousFun de todo el mundo reaccionan más favorablemente a los tratamientos médicos y alcanzan una actitud mental mucho más positiva. Eso es significativo, porque los factores psicológicos pueden afectar fuertemente la recuperación de una enfermedad seria. Y un niño más feliz hace maravillas para el bienestar de toda la familia.
Como escribieron a Citrin los padres de una acampante, “Nos sentimos muy aliviados y felices al ver sonrisas en su rostro”.
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