Años atrás, antes del golpe que llevó a Hamas al poder en la Franja de Gaza, numerosos palestinos salían diariamente desde allí a trabajar en Israel. En los kibutzim aledaños a la frontera lo recuerdan claramente y en muchos casos mantuvieron el contacto personal con aquellos palestinos, con los que habían estado vinculados durante muchos años, aún cuando ya no podían entrar.
Cabe recordar que el disparo de cohetes a Israel comenzó ya a comienzos del 2001. Aún así, durante no poco tiempo, se siguió permitiendo la entrada de trabajadores palestinos. El cambio drástico llegó cuando Hamas tomó el poder y se convirtió en el gobierno en Gaza. Las puertas se cerraron debido al ascenso de la organización terrorista.
Sin embargo, no es cierto lo que suelen alegar los palestinos diciendo que “Israel se fue, cerró la puerta y tiró la llave”. En la práctica, Israel continúa preocupándose por responder a necesidades básicas de Gaza.
En ello incide sin embargo la política de la Autoridad Palestina con sede en Ramallah, que es con quien Israel mantiene el diálogo directo, y que es quien paga por los servicios. Israel facilita, coordina, hace posible todo el pasaje, pero no es que regala las mercaderías y servicios.
A fin de presionar a Hamas, la Autoridad Palestina cortó gran parte de su financiación, lo cual incide en las cantidades que Israel puede hacer llegar a Gaza, por ejemplo de combustible necesario para la electricidad.
Un tema especialmente delicado fue la decisión hace ya varios meses, del Presidente Mahmud Abbas, de no autorizar más tratamiento médico a los palestinos en hospitales israelíes. Eso, aunque las figuras de la AP sí continúan tratándose en Israel. A la población civil no le permiten, pero los líderes lo siguen haciendo.
De todos modos, pasan de Gaza a Israel a tratamiento médico palestinos cuyos casos son aprobados en proyectos especiales por los que no tienen que pagar-como por ejemplo “Salvar el corazón de un niño” en el hospital Wolfson de Holon-y también quienes van a hospitales de Jerusalem Este, que formalmente es parte de Israel, pero los palestinos ven de otra forma.
Aquí, algunos números ilustrativos.
– Este año, hasta comienzos de octubre, fueron emitidos cerca de 25.000 permisos de entrada a Israel a palestinos de la Franja de Gaza, por razones humanitarias.
De ellos, en el primer semestre, 8.000 eran para tratamientos médicos y cerca de 7.500 para acompañantes de los enfermos.
– En el 2018 fueron emitidos más de 30.000 permisos de entrada a Israel por razones humanitarias.
– Cerca de 5.000 comerciantes palestinos de Gaza tienen permiso fijo para salir de la Franja a Israel y a Judea y Samaria.
– En el primer semestre del año fueron emitidos más de 300 permisos especiales para participar en seminarios y congresos en una variedad de temas, entre ellos capacitaciones agrícolas, medicina y demás.
– En cada uno de los últimos tres semestres, entraron a Gaza por el pasaje de Kerem Shalom, 50 mil toneladas de mercaderías.
– No hay ninguna limitación a la producción agrícola que los palestinos pueden exportar desde Gaza a Israel y el exterior.
Ana. Xq no los llamas gazaties. Es raro eso de palestinos de gaza. Seria como decir argentinos de Chile