Unos 55 palestinos en Cisjordania son actualmente positivos para el coronavirus, y el jueves pasado se informaron los dos primeros casos en la Franja de Gaza, ambos palestinos que regresaron a Gaza desde Pakistán, a través de Egipto, y ahora están en cuarentena en Rafah.
La Franja de Gaza se enfrenta a una combinación muy problemática de atención médica del tercer mundo, una de las densidades de población más altas del mundo, y la dificultad de hacer cumplir las instrucciones emitidas por el Ministerio de Salud palestino.
Los palestinos están siendo empujados a los brazos de Israel por la llegada de la epidemia, ya que dependen completamente de la ayuda médica que Israel les proporciona para detener la propagación del virus. Pero la crisis del coronavirus ha puesto el foco en una verdad familiar y complicada, que muchos todavía niegan: que es difícil y tal vez imposible separar a los palestinos y los israelíes, y que la desconexión de 2005 de Gaza realmente no «desconectó» Gaza desde Israel.
La vida cotidiana en Judea y Samaria, donde las comunidades judías y palestinas existen una al lado de la otra, junto con el hecho que decenas de miles de palestinos se ganan la vida en Israel, intentan separar a las dos poblaciones en un intento por detener el virus no es práctico. Pero Gaza también, que supuestamente está aislada de Israel, se está convirtiendo en responsabilidad de Israel ya que Hamas puede disparar contra Sderot o Tel Aviv, pero no puede cuidar a los residentes de Gaza en una crisis humanitaria del tipo que el mundo enfrenta actualmente.
Entonces, Israel asume la responsabilidad de la Franja de Gaza, tanto porque quiere contener la epidemia en Gaza como porque quiere evitar las críticas en el país y en el extranjero por no asumir la responsabilidad de la salud de los residentes de Gaza. De hecho, Israel ya está suministrando kits de prueba de coronavirus al gobierno de Hamas y se está preparando para proporcionar asistencia médica, incluidos hospitales de campaña, a miles de pacientes de corona de Gaza si la situación empeora, como ha sucedido en muchos lugares en todo el mundo.
Cuando se trata de la AP en Cisjordania, por ahora Israel solo está intensificando la coordinación entre la Administración Civil de las FDI y las autoridades palestinas. Pero está claro que si la situación del coronavirus allí empeora, Israel necesitará involucrarse más en los intentos de evitar que se propague por Judea y Samaria, o por la Línea Verde.
El silencio casi total en las fronteras de Gaza y Cisjordania no significa necesariamente que el Mesías haya llegado y que los palestinos se hayan convertido en sionistas debido a su creciente dependencia de Israel. El primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh , por ejemplo, exige que se libere a los terroristas de las cárceles israelíes para evitar que contraigan coronavirus en Israel, y Hamás tampoco está haciendo nada para reducir las tensiones. Pero los hechos sobre el terreno hablan por sí mismos y reflejan la realidad de vidas entrelazadas que la retórica no puede cambiar.
La crisis de la corona podría llegar a ser un punto de inflexión positivo en las relaciones israelo-palestinas, en el que estos últimos reconocen la importancia de sus lazos con Israel, haciéndolos no solo difíciles de cortar, sino también en interés de los palestinos mantener.
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
https://www.israelhayom.com/opinions/responsibility-for-gaza-will-fall-on-israels-shoulders/
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