Compartamos estas reflexiones por capítulos.
El líder Supremo iraní Ali Khamenei en un discurso emitido por televisión a todo el país, en el marco del Año Nuevo persa, rechazó esta semana públicamente cualquier ayuda norteamericana para enfrentar el coronavirus, mencionando que dicha ayuda es una conspiración para destruirlos. Dijo:”Vuestras medicinas son un instrumento para expandir el virus más y más, y sus doctores esperan ver cómo funciona el veneno con nosotros”. Irán no ha seguido los protocolos de lucha contra el Covid 19 y su tasa de mortalidad y contagio es muy alta, aunque no se puedan saber las cifras con exactitud. Por ahora se conoce de más de 22 mil casos y casi 2 mil fallecidos. Pero para el Ayatollah, es una conspiración.
Otro capítulo. Acusaciones cruzadas y más conspiraciones. El vocero del gobierno chino Lijian Zhao expresó hace pocos días “El Ejército de Estados Unidos trajo el coronavirus a Wuhan. Díganlo con claridad!. Sean transparentes! Estados Unidos nos debe una explicación”. En las últimas dos semanas desde la Administración norteamericana se ha hablado y escrito repetidamente sobre “el virus chino”, provocando entre otras reacciones, agresiones verbales y físicas contra ciudadanos norteamericanos de origen chino.
Tercer capítulo. Llegamos a Turquía. El 6 de marzo, se informó que Fatih Erbakan, jefe del Partido Refah e hijo del ex primer ministro Necmettin Erbakan, dijo en un discurso: “Aunque no tenemos pruebas seguras, este virus sirve a los objetivos del sionismo para disminuir el número de personas y evitar que aumente, y así lo expresan importantes investigaciones. Erbakan dijo: “El sionismo es una bacteria de cinco mil años de antigüedad que ha causado el sufrimiento de la gente”. Erbakan fue mentor político del actual presidente turco Erdoğan. Llegamos así a los seguidores del nazismo. Tan apresurado está el liderazgo de Erdogan por nazificarse que hasta le adjudica al sionismo cinco mil años de existencia.
Pero en Turquía el arco del antisemitismo es muy amplio. Desde el gobierno, acusan al pueblo judío como lo habría hecho Hitler. Pero desde los medios de comunicación dan una voltereta, aunque el fin sea el mismo. Hace diez días, Abdurrahman Dilipak, un columnista del diario Yeni Akit sugirió que una posible vacuna israelí para el coronavirus era parte de un plan (llegamos a la conspiración) y escribió: “Miren cómo algunas personas hoy se han arremangado para hacer realidad el sueño nazi. Este es un plan fascista”.
Nuestro cuarto capítulo hoy continúa en Medio Oriente. Para la información, nos apoyamos en la periodista uruguaya Directora de Semanario Hebreo Jai, Ana Beris. La Autoridad Palestina tiene claro que Israel ha impuesto restricciones muy serias a la ciudadanía israelí para limitar la propagación del virus, que Israel está ayudando a los palestinos mediante capacitaciones a personal médico palestino en Israel y la entrega de kits de examen y equipos protectores. Y lo tiene claro ya que todo se coordina directamente con el Ministerio de Salud Pública palestino y el de Asuntos Civiles, con sede en Ramallah. Pero, como lo señala Ana Beris, esto no es lo que se trasmite en los informes del propio órgano oficial de la Autoridad Palestina.El domingo 22 de marzo en el órgano oficial de la Autoridad Palestina, Al- Hayat al-Jadida, la Autoridad Palestina publicó dos mensajes contradictorios.
En un artículo titulado “La ocupación impuso una multa al director de Waqf Islámico en Jerusalem con el pretexto de que había permitido plegarias en la Mezquita de Al-Aqsa”, el dario informaba sobre la condena a Israel por parte de Abdul Azim Salhab, jefe del Consejo Directivo del Waqf, debido a que había rehusado cerrar la mezquita de Al-Aqsa el viernes.¿Por qué el diario oficial palestino no publica que el Ministerio de Asuntos Religiosos de la Autoridad Palestina ordenó orar en las casas y cerrar la mezquita lo cual no hizo el Waqf islámico? Porque por supuesto, necesita incitar y expresar que la culpabilidad de no seguir las medidas contra el virus no se origina en un enfrentamiento interno sino en Israel.
El mismo diario de marras, el mismo día, publica: ”La organización de la Hermandad Musulmana reconoce únicamente los dictámenes religiosos de su propio partido y por lo tanto intentan actualmente violar los pasos adoptados por el gobierno indicando cuarentena por el Coronavirus, incluyendo un cierre temporario de las mezquitas, a fin de que el peligroso virus no se propague entre los fieles. Hamas debe cerrar las mezquitas de inmediato”. Al –Hayat al-Jadida acusa a Hamas de “despreciar la vida humana” y subestimar el peligro de la propagación del virus.No hay duda que Hamas desprecia la vida humana. No precisamos que un diario de Ramallah lo escriba. Pero la Autoridad Palestina también sabe de desprecio al otro. Por un lado coordina con Israel, y cuando la ayuda israelí para combatir el flagelo planetario se da vuelta para continuar con el terrible trabajo sanitario de estos tiempos, lo primero que recibe, es una puñalada en la espalda.
El virus del odio absorbe el cerebro y no deja ver. De pensar, ni hablamos.
Capítulo final de esta columna por hoy. Las Américas tampoco están a la altura. Mientras en las redes sociales florecen por centenas las caricaturas antisemitas de la escuela nazi mostrando la conspiración detrás del virus tal como la lanzan desde Irán, Turquía y sus cómplices, los gobiernos de los países grandes que deberían ser una guía y un apoyo, nos bañan de más virus: soberbia y arrogancia.
El presidente mexicano recomendó llenar los bares, los restaurantes y las fondas. El periodista Claudio Fantini opina que López Obrador no entiende el escenario vigente. Creemos que si entiende. A su manera. Como Maduro, que quiere curar el virus con un brebaje perfecto. Entiende que arrastra a su pueblo a una catástrofe pero él sabe más que el resto del mundo.
El Presidente de Brasil cree que hay una histeria colectiva y se enfrenta a gobernadores porque hacen lo que tienen que hacer.
¿Qué está pensando el Presidente de Estados Unidos cuando dice que en menos de veinte días hay que abrir la circulación, las empresas, las escuelas y se enfrenta a Gobernadores de Estados con 40 millones de personas, todas, al igual que el resto del planeta en peligro de contagio, lamentablemente por mucho tiempo más?.
Hoy, esa pregunta y actitudes como la de López Obrador, se contestan y se juzgan desde cada trinchera individual que tenemos encerrados en nuestras casas por tiempo no definido. Y a medida que vayamos saliendo de las trincheras a campo traviesa en varios meses, las realidades nuevas que se construyen aceleradamente darán respuestas positivas. Y también veremos los lugares en que se ubicarán en la historia aún por escribir, los que están priorizando todo, menos la vida.
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