Luego de la muerte de Nadav y Avihu, Di-s advierte sobre la entrada “al lugar santo” sin autorización. Sólo el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) puede, una vez al año, en Iom Kipur, entrar al cuarto más interno del Santuario para ofrendar el santo incienso – ketoret a Di-s.
Otra de las características del Día de Expiación es la suerte echada sobre dos carneros para determinar cuál debe ser ofrendado a Di-s y cuál debe ser despachado para cargar los pecados de Israel hacia el desierto.
La parashá Ajarei también advierte contra ofrendar korbanot (ofrendas animales o vegetales) en cualquier otro lugar excepto el Santo Templo, prohíbe el consumo de sangre, y detalla las leyes de relaciones prohibidas, como el incesto y cualquier otra relación sexual inapropiada.
La sección Kedoshím comienza con la frase “Serás santo, porque Yo, Di-s vuestro Señor, soy santo”; esto es seguido por docenas de mitzvot (mandatos Divinos) a través de los cuales el judío se santifica a sí mismo y se relaciona con la santidad de Di-s.
Estos incluyen: la prohibición contra idolatría, la mitzvá de caridad, el principio de igualdad frente a la ley, Shabat, moralidad sexual, honestidad en los negocios, honor y temor a los padres, la importancia de la vida.
También en Kedoshím se encuentra la frase que el gran Rabí Akiva enseñó que se trata de un principio cardinal de la fe judía y sobre la cual Hillel dijo: “Esta es toda la Torá, el resto es comentario” – Ama a tu prójimo como a ti mismo
Ama a tu prójimo como a ti mismo
Es muy fácil amar al prójimo… cuando piensa igual que nosotros o comparte los mismos intereses.
Pero a aquel que tiene una opinión diferente (no importa sobre que tema) o no comparte nuestros mismos intereses, ¿podemos amarlo?
Viene la Torá y nos dice “Si, debes amarlo”. Debes amarlo porque, aunque no piense como tú, aunque no tenga tus mismas metas, aunque no hable tu mismo idioma, aunque no tenga el mismo color de piel, pues todos somos obra de un mismo Creador.
Y en cuanto a nuestros hermanos judíos, debemos amarlos a pesar de las divisiones existentes dentro de nuestro pueblo, porque, en definitiva, el alma de cada judío es parte de Di-s en lo alto. Y si se trata de un judío que se comporta como un malvado debes recordar lo que está escrito “Hasta el más malvado de los judíos está lleno de mitzvot como una granada está llena de semillas”, y es muy posible que finalmente se arrepienta.
En definitiva, debemos amar a nuestro prójimo AUN CUANDO PENSEMOS QUE ESTÁ MUY ALEJADO DE NOSOTROS. Y esa es la verdadera mitzvá.
La curación viene en capas
Por Hinda Schryber
Recientemente tuve una operación para remover un quiste. Por supuesto, mientras la operación se estaba llevando cabo, no dolía. Pero luego el dolor era terrible.
Mientras estaba acostada y me estaban operando, el cirujano me dijo que él dejaría la herida abierta. Se trataba de un agujero de unos 3cm x 4cm, y se curaría en un par de semanas. Me explicó que podría bañarme con normalidad y que estaría bien.
Le pregunté por qué no lo iba a coser y cerrarlo, y me explicó que al dejarlo abierto se curaría más rápido y sin infección.
Me horrorizaba al pensar en un agujero abierto, y no podía imaginarme cómo es que se curaría sin infectarse. De hecho, estaba obsesionada con ello y me llevó bastantes días antes de poder animarme a verlo.
Sí, era horrible, como él dijo: un agujero.
Seguí sus instrucciones en mantenerlo limpio y cubrirlo con gasa. Y él tenía toda la razón…no se infectó. Lo miré durante semanas, cómo se curaba lentamente, capa por capa. Me fasciné con el cuerpo humano, cómo es que se cura por sí mismo. Lentamente, a su paso, sin ninguna intervención externa.
Me hizo pensar sobre cómo nosotros curamos otros tipos de heridas, emocionales y físicas. Si intentamos poner un apósito o pegarlos o coserlos, tienen una mala tendencia a infectarse y a resurgir. Nos harán “recordar” que están todavía allí y nos darán dolor.
Pero si curamos esas heridas emocionales, lentamente, capa tras capa, al propio ritmo del cuerpo, y tenemos fe en el cuerpo que nuestro Creador nos dio, el cuerpo mismo sabe cómo hacer su trabajo, y se curará por completo y la herida se cerrará.
Por supuesto que cuanto más profunda sea la herida, más tarda en cerrarse, pero créeme: lo hará. (www.es.chabad.org)
¿Qué pasa con los pecados después de morir?
Por Eli Levy
Esta semana leemos en la Tora dos Parashot llamadas Ajarei Mot- Kedoshim. Siempre escuché un juego de palabras con estas porciones que vienen unidas, Ajarei Mot Kedoshim, significa en español: «Después de muertos santos serán».
Es muy común escuchar que después del fallecimiento de alguien apreciamos sus virtudes y dejamos de lado sus fallas, lo recordamos por las cosas buenas que hizo y que nos dejó. Di-s nos creó con una memoria selectiva que nos permite dejar atrás lo malo y recordar lo positivo, de otro modo nos resultaría muy difícil poder crecer y avanzar en forma efectiva.
Pero, ¿No estamos siendo hipócritas, al recordar solo lo bueno? En realidad, no. La Cábala nos dice que nuestras malas acciones no tienen vida eterna, eventualmente son borradas a través de la purificación Divina. Pero nuestras mitzvot y buenas acciones son eternas, y nos acompañan no solo en este mundo sino también en el mundo por venir hasta la llegada del Mashiaj.
Por eso no perdamos el tiempo y aprovechemos cada minuto para sumar una buena acción.
¡Shabat Shalom! (www.es.chabad.org)
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