Dr. Yoav J. Tenembaum
Georgetown Journal of International Affairs
En una reciente entrevista con The Diplomat, el Profesor Kenneth Waltz discute las ventajas de que Irán obtenga armas nucleares. (http://thediplomat.com/2012/07/08/kenneth-waltz-on-why-iran-should-get-the-bomb/ )
Waltz, un eminente y lúcido erudito, cometió el error de tratar de encajar una pieza incorrecta de un rompecabezas en una teoría coherente.
Su tesis, según la cual las potencias nucleares nunca han ido a la guerra unas contra otras, ha demostrado ser correcta, hasta el momento. Sin embargo, tratar de extender este hecho de una manera mecánica, en un escenario futuro que involucra a Irán, es cuestionable.
Para empezar, el liderazgo de Irán, a diferencia del de cualquier otra de las actuales potencias nucleares, ha llamado a la destrucción, como entidad soberana, de su enemigo. Ha puesto en claro, repetidas veces, que su objetivo es ver destruido a Israel. Además, ha llegado tan lejos como para comprometerse en una virulenta retórica anti-semita, reminiscente de la ideología nazi. Las últimas declaraciones efectuadas por el presidente y el vicepresidente de Irán en la Conferencia de las Naciones Unidas, ofrecen un claro testimonio de ello, junto con el hecho que es uno de los pocos países que niega el Holocausto.
Waltz atribuye a los líderes iraníes el mismo tipo de lógica para la toma de decisiones, con respecto a Israel, que la que utilizan otras potencias nucleares con respecto a sus rivales o enemigos. Waltz parece implicar que la ecuación costo-beneficio se aplica de la misma manera en todos los casos.
Puede que tenga razón. Sin embargo, teniendo en cuenta los claros objetivos de los líderes de Irán y la motivación ideológica detrás de los mismos, le pide a Israel y a todos las demás potencias interesadas en la estabilidad de la región, que arriesguen más de lo prudentemente justificado.
Además, incluso si se creyera que los líderes de Irán pueden ser disuadidos, un Irán nuclear sería, contrariamente a lo que afirma Waltz, una potencia revolucionaria más segura de sí misma en la región.
Se sentiría menos, y no más, refrenada a incitar a sus aliados contra Israel y contra cualquier otro país de la región. Después de todo, incluso estando de acuerdo con la propia teoría de Waltz, Israel nunca usaría sus armas nucleares contra Irán, incluso si Hezbollah, o cualquier otros aliado de Irán, lo atacara repetidamente. ¿Por qué un Irán nuclear estaría menos dispuesto a comprometerse, aún más enérgicamente, a apoyar los ataques de sus aliados de lo que lo hace en la actualidad? La inmunidad de Irán sería mayor mientras que los costos de atacarlo, se percibe, aumentarían.
Waltz parece no creer que Israel deba seguir siendo el único estado nuclear en Medio Oriente. ¿Cómo se puede entender tal escenario? Un Irán nuclear le parece que es una solución a un problema que no existe. Después de todo, incluso si Israel posee armas nucleares, permanece el hecho que es el único país del planeta que ha sido amenazado en su propia existencia. Las armas nucleares son una póliza de seguro contra la destrucción.
Para Israel, la posesión de armas nucleares no tiene, simplemente, el objetivo de disuadir un ataque sino, más bien, el de evitar su destrucción. Un Irán nuclear sólo haría esa verdad aún más evidente.
El Dr. Yoav J. Tenembaum da clases en el Programa de Diplomacia (Departamento de Ciencia Política), Universidad de Tel Aviv, Israel. Tiene un doctorado en Historia Moderna por la Universidad de Oxford y una maestría en Relaciones Internacionales por la Universidad de Cambridge
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
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