Hemos escrito repetidamente sobre el proyecto humanitario “Salvar el Corazón de un Niño” que funciona desde hace aproximadamente 25 años en el Hospital Wolfson de la ciudad israelí de Holon, atendiendo a pequeños de diferentes partes del mundo, que necesitan una intervención por una dolencia cardíaca. Trabajan sin cesar y si pudiéramos dedicar espacio a este tema, a sus historias, todas las semanas, tendríamos material para ello.
Días atrás compartió con nosotros una historia el muy apreciado Simon Fischer, Director General de SACH (la sigla del programa, en inglés), sobre la amistad que había hecho a la distancia con Iyad Abu Ralyun de la Franja de Gaza.
No se encontraron personalmente pero Simon decidió encargarse de apoyarle mientras su bebé Adam estaba con su mamá en el Wolfson, para la operación del pequeño. En realidad, la singular dificultad era que cuando Adam iba a operarse, se confirmó que la madre había estado expuesta a una persona infectada con Covid-19, por lo que tuvo que entrar en cuarentena.
Pero empecemos por el principio.
Adam, de sólo 10 meses, de Khan Yunes en la Franja de Gaza, es un bebé con síndrome Down, diagnosticado ya a los 9 días de edad con una complicación congénita cardíaca. Tenía problemas para respirar y cianosis (una coloración un tanto azulada de la piel, debido a la falta de oxígeno) . Parecía claro de antemano que necesitaría intervención quirúrgica y fue derivado a “Salvar el Corazón de un Niño”, donde fue recibido en febrero de este año.
A los seis meses de edad, Adam pasó exitosamente la operación planeada pero al retornar a Gaza desarrolló neumonía. Debido a lo pequeño que era y a la debilidad de su sistema inmunológico, comenzó a deteriorarse. La pandemia ya había comenzado y todo se complicaba más aún que en tiempos normales. Volvió al hospital Wolfson de Holon donde funciona el programa en cuestión, ya en estado crítico. En la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos lograron estabilizarlo en lo relativo a la infección y pudieron prepararlo para una segunda operación.
En el interin-y ya dijimos que la pandemia lo complicaba todo- Fatima, la mamá de Adam, tuvo que entrar en cuarentena al haberse expuesto a una persona confirmada como positiva con Covid-19. Pero volver a Gaza la habría obligado a estar 3 semanas aislada y lejos de su bebé, por las normas que rigen en la Franja vecina. El equipo de SACH se organizó para que Fatima pueda estar aislada más cerca, en la casa de los niños del proyecto, atendida por las enfermeras de Etiopía y Zambia que llegaron a acompañar a niños de esos países operados en el Wolfson.
Con Adam recuperándose de la segunda operación y su mamá en cuarentena por precaución, Iyad , el papá del pequeño,seguía todo desde Gaza, con la ayuda del Director General del programa, Simon Fischer.
“Nos hemos hecho amigos y nos sobrepusimos al doble desafío de la condición médica de Adam y el temor por el Coronavirus”, escribió Simon Fischer en su cuenta de Facebook, y compartió con nosotros su mensaje, conociendo nuestra sensibilidad sobre la obra de “Salvar el Corazón de un Niño”.
“Alabado sea Dios y la asociación Salvar el Corazón de un Niño, así como el Hospital Wolfson y todos los médicos y enfermeras que salvaron la vida de mi hijo Adam Abu Ralyun”, escribió Iyad agradecido desde Gaza, en Facebook. “Agradezco al Director General Simon Fisher por cuidar a mi hijo y a mi esposa en este tiempo difícil de Corona y por enviarlos de regreso a la Franja de Gaza en buena salud”.
Y agregó una frase clave, con la que todos estuvieron de acuerdo en SACH: “Que Dios les dé a todos ustedes las fuerzas para ayudar a más niños”.
A la alegría se sumó el Dr. Basher Abu Jarad, médico palestino de Gaza que revisa a los niños en la Franja antes de partir a su tratamiento en Israel y es quien coordina todo entre ambas partes.
“Este paciente diagnosticado por mí y mi colega Dr. Enass en la clínica cardíaca en Gaza, fue referido desde Gaza hacia el Centro Médico Wolfson, a la clínica cardíaca pediátrica durante la pandemia del Coronavirus”, contó el médico palestino. “A pesar de la pandemia tuvo una operación de corazón abierto que resultó exitosa”.
En el momento en que el Dr. Abu Jarad escribió su post, el pequeño y su mamá aún estaban en el hospital, esperando volver poco después a Gaza.
Ahora ya están de regreso, aliviados.
El Dr Basher recalcó que SACH se hizo cargo de todo y que la familia no tuvo que pagar absolutamente nada.
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