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| viernes noviembre 22, 2024

Nuevo Medio Oriente en París


2.9.2012

CIDIPAL

Los huéspedes del Hotel Hilton en Paris, junto al Arco de Triunfo, no entendían el motivo del inusual movimiento en el lobby. En la puerta del Hotel se veía un móvil policial con una veintena de agentes armados. Una rápida observación permitía divisar a algunos hombres de los servicios de seguridad israelíes. La imagen era extraña e interesante. Unos juntos a otros se agrupaban en el ingreso: 80 destacados hombres de fe; la mitad rabinos y la otra mitad, Imanes. El clima era calmo y sonriente. De repente, ingresaron al lobby algunos policías y susurraron algo a los organizadores. “Piden que nos dispersemos por motivos de seguridad”, explicó una de las organizadoras. Uno de los rabinos dijo en voz alta: yaala… y el grupo comenzó a moverse. El destino era “Hotel de Ville De Paris”, sorprendente residencia en la ciudad de París, construida en el Siglo XIV. Moshe Kantor, Presidente del Congreso judío-europeo, que reúne a 42 comunidades judías del continente saludó a los participantes, que llegaron al encuentro especial de líderes musulmanes y judíos en Europa.

“Nosotros, musulmanes y judíos, estamos juntos y decimos a nuestros oponentes: No podrán cambiar nuestra cultura, tradición ni religión. Quien quiera quebrantar  la tradición, fisura un rico mosaico cultural con base en la sociedad occidental”, dijo. Kantor se refirió con sus palabras a la lucha común que llevan adelante las comunidades contra los intentos europeos de prohibir viejas costumbres religiosas y, en especial, la circuncisión y el carneo kasher.

Pero había también otros motivos para ese encuentro. La tensión entre las comunidades tuvo su expresión concreta en las últimas semanas cuando un rabino y alumnas judías fueron atacados en las calles de Berlín a manos de jóvenes árabes. Los musulmanes sufren de violencia por parte de la derecha extrema e informan sobre una ola de xenofobia en el continente.

Arribaron de 20 países diferentes, en especial de Europa. Líderes de comunidades religiosas, jefes de mezquitas y rabinos de sinagogas destacadas. En la primera fila, se sentaron uno junto al otro, dos de los ancianos de la tribu: el Gran Rabí de Turquía, Isaac Halabe y el Imam británico Abduljalil Sajid . “Debemos encontrar solución a las amenazas que acechan a ambas religiones”, dijo Halabe. “El antisemitismo y la islamofobia amenazan no solo el futuro de Europa sino que pueden aniquilar a toda la humanidad”. Su par británico musulmán, agregó: “Somos primos en la sangre y hermanos en el destino”. Al interrogarlos sobre el motivo del encuentro, respondió: “Solo el diálogo nos ayudará a superar las diferencias entre nosotros”. Moises Sabag, el Rabbí de la gran sinagoga de París, llegó al encuentro a fin de “Dialogar con la esperanza de otro mundo y mejor”, según sus palabras. Junto a las reflexiones de optimismo es también realista y menciona que el buen clima en la sala no refleja la realidad “En el terreno existen mezquitas extremistas que no permiten a la joven generación pensar con libertad y les transmiten todo tipo de ideas”, dijo. “Nuestra función es no decepcionarnos. Esa es la diferencia entre nosotros y los animales. Nosotros podemos hablar”. Su par, el Rabbí Yosef Levy, principal Rabbí de Florencia, agregó: “Prohibido que los problemas de Medio Oriente se proyecten a  nuestras comunidades. Deben vivir en paz, unos junto a  otros, en una Europa pluralista”.

El Rabbí General de Bruselas, Albert Gigi, contó “Este encuentro brinda la oportunidad a los rabinos y los imames de conocerse entre sí. Algunos solo saben  cosas negativas sobre el otro y le temen. El diálogo no es fácil dado que existen extremistas en ambos lados, pero al conocerse uno con el otro, se generan también simpatías que ayudan al acercamiento”.

Junto a los adultos sobresalían representantes de la generación más joven. Vestidos a la moda, hablando en inglés y decididos a cooperar juntos a pesar de las dificultades. Ilja Sishrovsky, de Austria, cuyo apellido esconde su judaísmo, creó hace tres años la “Convención musulmana-judía”.  “Se trata de un proyecto de diálogo destinado a acercar a la generación más joven”. En los dos encuentros realizados por la organización, participaron 100 representantes de 35 países. Según Sishrovsky, “Vienen también de Irán, Arabia Saudita, Líbano e Indonesia tomando un gran riesgo personal”.

Con  su par, Musa al-Hassan Diab, habla en alemán. Diab creó en Osnabruck, Alemania, el “Programa de formación para Imanes”, que les brinda formación cultural a nivel académico. 70 hombres de fe  participaron y el tercer curso se abrirá próximamente. “El programa está destinado a imanes que llegan a Alemania de lugares como Marruecos o Turquía”, dice Diab. “Comprenden las necesidades de la religión, pero desconocen el estilo de vida de los jóvenes musulmanes en Alemania. Intentamos  tender un puente en esa brecha cultural y dirigirnos por su intermedio a la joven generación”.

No poco valor se requiere hoy para ser un líder musulmán liberal y abierto en una sociedad en la que actúan también extremistas violentos y provocadores, como los salafistas. “Cuando mencioné un artículo, que escribí en un diario austríaco, diciendo que existe el antisemitismo en la comunidad musulmana, fui secuestrado. Pero hay que decirle a la gente la verdad”.

Quien vio la verdad de cerca es el Rabbí Abraham Weill, Rabbí de Toulouse (Francia), donde fueron asesinados en marzo cuatro judíos, tres alumnos de la escuela. Arribó  al encuentro inter-religioso a pesar que, en Toulouse, la relación entre las dos religiones, no existe”. Según sus palabras “Cabe dudar si es posible influir en la comunidad árabe”, dijo. “”Para mi gran pesar, hay  extremistas incapaces de comprender y escuchar. Existe un clima de miedo”.

Los miembros de la delegación israelí, compuesta por seis miembros, se sentaron juntos durante el almuerzo.  Arribaron,  como observadores, a fin de aprender de sus colegas en Europa y compartir la experiencia que acumularon en el Medio Oriente, en llamas. El Sheilkh Sami Assi, de Acco, expresó: “Sí, existe una discusión y cosas con las que no acordamos pero, la religión, es símbolo de amor y paz y por eso vinimos a sentarnos y dialogar”. El Iman  de Majdal Krum, se sentó a su lado: “Si ese encuentro impide un solo suceso de enemistad, bienvenido sea. Pero estoy seguro que logrará mucho más que eso”.

El Rabbí David Abuhatzeira de Haifa-Naharia  contó a sus pares europeos cómo en su ciudad trabajan para impedir incidentes entre religiones, “Con el diálogo y sin ataques”. El Rabbí Shimon Elmalich, Rabbí de la ciudad de Nesher, se emocionó de ver a los representantes musulmanes y judíos hablando entre ellos. “Eso demuestra que existe un recurso al que hay que llenar de contenido. Después de todo, tenemos un solo Dios”.

Difusion: www.porisrael.org

 
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