Mi Enfoque #433,
12 de setiembre, 2012
David Mandel
El candidato Milt Romney, en su visita a Israel hace algunas semanas, expresó un comentario que causó controversias. En su opinión, la notable diferencia entre los niveles de vida de los israelíes y de los palestinos se debe, en gran parte, a la diferencia en culturas. Romney expresó lo siguiente: «Al igual que los Estados Unidos, el Estado de Israel tiene una cultura, basada en la libertad individual y en el respeto a la ley. Es una democracia donde predomina la libertad, tanto política como económica. Esto ha creado condiciones que permiten a los innovadores y a los empresarios hacer florecer el desierto. Frente a las más difíciles circunstancias Israel es hoy un líder mundial en campos que van desde la medicina hasta la alta tecnología».
Inmediatamente los líderes palestinos pusieron el grito en el cielo, acusaron a Romney de racismo, y culparon exclusivamente a Israel de su atraso.
Un americano, cristiano, de origen palestino, Zahi Khouri, publicó un artículo en el Washington Post, refutando a Romney. Entre sus argumentos mencionó que las naranjas Jaffa son de origen palestino, no israelí; que el felafel y el humus son de origen palestino, no israelí; que no es cierto que Israel ha hecho florecer el desierto, que, por el contrario, por un acuerdo con la Gran Bretaña, se apoderó de una tierra que no era suya; que los palestinos en otros países árabes son conocidos por su capacidad de negocios y administración; y que él, personalmente, ha tenido gran éxito y reconocimiento con una planta de embotellamiento de Coca Cola que instaló en el territorio de la Autoridad Palestina. Y terminó, preguntando quien es responsable por el hecho de que los palestinos son hoy más pobres de lo que eran en 1993, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo.
Mi amigo, el columnista Martin Sherman, ha escrito un artículo en el Jerusalem Post, donde comentó lo que Khouri había argumentado:
- El Sr. Khouri merece felicitaciones por el éxito de su compañía embotelladora en el Territorio Palestino, pero hay que reconocer que embotellar agua azucarada no es el más asombroso ejemplo de innovación y de alta tecnología en el siglo 21. Con todo respeto no se puede comparar con empresas israelíes líderes mundiales como Teva, (la más grande firma del mundo en medicinas genéricas), Elbit, Checkpoint, Industrias Israelíes de Aeroespacio y tantas otras.
- La revista británica Economist, que no se caracteriza por una excesiva simpatía al Estado Judío, escribió que, entre 1980 al 2000, Arabia Saudita, Egipto, Kuwait, Emiratos Árabes, Siria, y Jordania, registraron todos ellos juntos 367 patentes en los Estados Unidos. En el mismo período Israel registró 7,652 patentes.
- El número total de libros que son traducidos cada año al árabe son la quinta parte de lo que en Grecia traducen al griego. Un estudio de las Naciones Unidas encontró que en los últimos mil años se han traducido diez mil libros al árabe, número similar al de la cantidad de libros que se traducen en España al español cada año.
- Respecto a que Israel no ha hecho florecer el desierto, basta visitar al Negev para ver los miles de hectáreas plantadas y produciendo cosechas en tierras que antes eran áridos desiertos. Los inventos de Israel en invernaderos e irrigación están siendo aplicados en muchos países del mundo. Sin contar también que Israel es el único país que terminó el siglo 20 con más árboles que los que tenía al principio del siglo.
- Su argumento de que hoy los palestinos, bajo la Autoridad Palestina, son mas pobres que lo que eran hasta 1993, cuando vivían bajo el régimen israelí, es, en realidad, un argumento en contra de la Autoridad Palestina, régimen que se caracteriza por despilfarros, mala administración y apropiaciones ilícitas, (cuando murió Arafat, se calcula que tenía más de 500 millones de dólares en bancos suizos).
- Respecto a la acusación de Khouri de que Israel quita agua a los palestinos, no corresponde a la realidad de los hechos. Israel transfiere más agua a la Autoridad Palestina de lo que consumen los asentamientos israelíes.
- La acusación de Khoury culpando a Israel del atraso de los palestinos es justo al revés. Los palestinos progresaron más y disfrutaron de mayor prosperidad cuando estaban gobernados por los israelíes.
- Khoury olvida mencionar que todas las universidades palestinas fueron fundadas durante la época que Israel gobernaba los territorios.
- Khoury no explica porque en Jordania, donde hay mayoría absoluta palestina, completamente libre de influencia israelí, el ingreso por habitante es también muchísimo más bajo que en Israel.
- Y para terminar, cuando Romney habló de diferencia cultural, se refería más a electrónica, genética, equipo médico, medicina, bio-tecnología, aeronáutica, agricultura, computación, comunicación e ingeniería. No se refería al felafel ni al humus.
Los palestinos, y en general los árabes, sólo empezarán a progresar cuando cesen de culpar a otros de su propia ineficiencia.
Está absolutamente claro. Ahora: ¿Qué pueden hacer nuestros amigos árabes para revertir dicha tendencia a ser cada vez menos? Me atrevo a sugerir medidas:
En primer lugar: Dejar de atacar y hacer la Paz con Israel. No será fácil, pues da muchos votos y prensa desfilar día por medio gritando y además atrae a las cadenas TV occidentales como grandes noticias.
En segundo lugar: Dejar de escuchar cuentos de viejos y apuntar al futuro para salvar a las nuevas generaciones.
Y por cierto no incluyo en esta salvación más que a los árabes cristianos, pues con los musulmanes no hay nada que hacer.
Son el desideratum del atraso (Sharia y Boko Haram)
Saludos. Israel es nuestro faro. JEV