Khaled Abu Toameh
23 de octubre de 2012
http://www.gatestoneinstitute.org/3407/palestinians-israeli-citizenship
No se puede negar que al solicitar la ciudadanía israelí, desafiando las advertencias de la OLP y Hamas, en realidad están dejando en claro que prefieren vivir bajo Israel que bajo cualquier gobierno árabe.
La Autoridad Palestina dice que está preocupada por el aumento en el número de palestinos de Jerusalén que están procurando la ciudadanía israelí.
Hatem Abdel Kader, quien está a cargo de la «Cartera de Jerusalén» en la gobernante facción de Fatah en la Margen Occidental, reveló que a más de 10.000 palestinos de Jerusalén se les ha concedido la ciudadanía israelí.
Abdel Kader atribuyó el creciente fenómeno al fracaso de la Autoridad Palestina y de los países árabes e islámicos en ayudar a los residentes palestinos de Jerusalén.
En otras palabras, está admitiendo que Israel está haciendo más por estos palestinos que todos los dirigentes palestinos y de los países árabes e islámicos juntos.
De acuerdo con cifras dadas a conocer por el Ministerio del Interior de Israel, 3.374 palestinos obtuvieron la ciudadanía israelí en la última década.
De acuerdo con funcionarios del ministerio, en los últimos dos años el número de solicitantes de ciudadanía israelí se ha intensificado.
Los palestinos que viven en Jerusalén disfrutan del estatus de residentes permanentes de Israel. Esto significa que tienen documento de identidad israelí, pero no tienen pasaporte israelí.
Como residentes permanentes, tienen derecho a todos los derechos de un ciudadano israelí, con la excepción del voto en las elecciones generales.
La ley israelí, sin embargo, permite que cualquier residente solicite la ciudadanía.
Sin embargo, en las primeras dos décadas desde que Israel anexionó Jerusalén Oriental, después de 1967, pocos palestinos solicitaron la ciudadanía.
En esa época, se consideraba un acto de traición solicitar la ciudadanía israelí; la OLP amenazaba abiertamente a los palestinos que la obtuvieron.
Pero la tendencia cambió después de la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993 y, un año más tarde, del establecimiento de la Autoridad Palestina en la Margen Occidental y la Franja de Gaza.
De repente, el número de solicitantes aumentó dramáticamente y los palestinos ya no tenían miedo o vergüenza de estar frente a las oficinas del Ministerio del Interior en Jerusalén para solicitar la ciudadanía israelí.
La principal razón por la que los palestinos se apresuraban a solicitar la ciudadanía era su temor de que Israel también cedería el control sobre Jerusalén Oriental a la Autoridad Palestina.
Su mayor temor era que perderían todos los privilegios de que disfrutan los residentes que viven bajo soberanía israelí, incluidas la atención de salud gratuita y educación, y la libertad de circulación y de trabajo.
Además, los residentes palestinos de Jerusalén se dieron cuenta de que, a pesar de todas las dificultades que enfrentan en Israel, sus condiciones de vida eran todavía, por lejos, mucho mejores que las de los que viven bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina.
La falta de democracia y la masiva corrupción financiera bajo la Autoridad Palestina, también llevaron a muchos palestinos de Jerusalén a solicitar la ciudadanía israelí, como una forma de asegurar que siempre permanecerían bajo soberanía israelí.
Como lo explicó un palestino: «Prefiero el infierno de los judíos al paraíso de Hamas o de Yasser Arafat».
Otra razón por la que los palestinos se apresuran a solicitar la ciudadanía israelí es el temor de que las autoridades israelíes podrían revocar sus documentos de identidad emitidos por Israel.
De acuerdo con la normativa del ministerio, los residentes palestinos de la ciudad que se trasladan para vivir fuera del país, pierden automáticamente su estatus de residentes permanentes.
En la última década, muchos de los residentes palestinos que se trasladaron a la Margen Occidental o que se fueron de Israel perdieron sus documentos de identidad israelíes.
Muchos de los que han solicitado la ciudadanía israelí son cristianos de Jerusalén que también tienen miedo de acabar en la jurisdicción de la Autoridad Palestina o de Hamas.
Irónicamente, la obtención de la ciudadanía israelí se ha convertido en una manera para que los palestinos garanticen sus derechos sociales, económicos, de salud y educación en el país.
No se puede negar que solicitar la ciudadanía israelí, desafiando las advertencias de la OLP y Hamas, es también una declaración política por parte de los solicitantes. En realidad, están dejando en claro que prefieren vivir bajo Israel que bajo cualquier gobierno árabe.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
Eso es de entenderse. 8)