Israel perdió la oportunidad de dañar ampliamente la infraestructura nacional de Hamas, creando una mayor disuasión.
Giora Eiland
Ynetnews
25/11/12
Soy uno de aquellos que creen que la jerarquía política hizo lo correcto tres veces, en lo que respecta a la operación Gaza: establecer objetivos modestos, evitando una ofensiva terrestre y acordar un alto el fuego.
Creo que la jerarquía, política y militar se equivocó sobre el uso de los esfuerzos aéreos de Israel. El error más importante proviene de la definición incorrecta que divide los objetivos atacados en sólo dos tipos: operaciones de limpieza sobre objetivos que son legales y otros objetivos que son civiles y por lo tanto no deben ser bombardeados.
La división correcta está en tres grupos, con el tercer grupo- localizada entre los dos tipos mencionados – consistiendo en objetivos de infraestructuras nacionales. Tales objetivos, que incluyen edificios del gobierno, depósitos de combustible, centros de comunicaciones, puentes y la red eléctrica, son legítimas en casos de un conflicto militar entre dos países, esta era la situación exacta entre nosotros y Hamas.
Israel no lucha contra organizaciones terroristas, pero sí contra un estado. Gaza se convirtió de hecho en un estado independiente desde el principio del 2007, esta es una cosa buena.
Siempre es mejor para Israel enfrentar a una entidad política que tenga una dirección clara, tanto para fines de disuasión, como para alcanzar un acuerdo, esta es una situación en la que el gobierno está formalmente en unas manos, pero la autorización para abrir fuego está en otras.
Debido a que Gaza es un estado que inició el lanzamiento de cohetes sobre Israel, en un conflicto militar lo correcto es golpear todos los objetivos que sirven al régimen rival y todo lo que le permite seguir controlando, para seguir conduciendo a una guerra contra nosotros.
Una importante lección para la siguiente guerra.
Cuando nosotros dividimos incorrectamente los objetivos en solo dos tipos, ha sido creada una identidad errónea entre dos términos, por los cuales el único sentido de ‘ampliar la operación’ es una ofensiva terrestre. La operación puede y debe ser ampliada contra el estado de Gaza, pero no necesariamente a través de una ofensiva terrestre, pero sí causando el mayor daño a la infraestructura de allí.
Si hubiera habido una constante escasez de agua y combustible, si el sistema eléctrico hubiera sido seriamente dañado, si el sistema telefónico por cables hubiera quedado fuera de servicio, si las rutas que interconectan las diferentes partes de la franja hubieran sido destrozadas y si los edificios gubernamentales y las estaciones de policía hubieran sido destruidas, nosotros podríamos haber estimado con la mayor confianza, haber logrado la disuasión.
Esta es una lección importante frente a la próxima guerra y muy importante en cuanto al Líbano. Si llevamos a cabo “La Tercera Guerra del Líbano” exclusivamente contra objetivos militares de Hezbollah, podemos perderla. Un estado no puede derrotar a organizaciones terroristas o guerrilleras dándose estas tres condiciones: El estado no controla el territorio, la organización disfruta de plena protección estatal y el estado protector es completamente inmune frente a los daños causados a sus bienes.
Israel puede y debe aprovechar el hecho de que Hezbollah es parte del ‘establishment’ libanés, (al igual que Hamas es el ‘establishment’ en el estado de Gaza) y conducir la guerra contra un estado y no contra las organizaciones.
La disuasión que se logró con carácter retroactivo en la segunda guerra del Líbano existe en buen grado gracias al ‘el efecto Dahiya’- el bombardeo de bunkers de Hezbollah en el corazón del barrio del este de Beirut, el que causó gran destrucción. Desde la guerra Hezbollah ha recibido muchos cohetes para reemplazar a los destruidos por Israel. Por el contrario, las imágenes de la destrucción en Beirut, están grabadas en la memoria de quienes toman decisiones.
El Ejército de Defensa de Israel es digno de toda alabanza, por el daño infligido a los cohetes de Hamas y por el pequeño número de víctimas no involucradas. Sin embargo perdimos una oportunidad de dañar extensivamente las capacidades directivas de Hamas, garantizando una gran disuasión, que era el principal objetivo de la operación.
Giora Eiland es un Comandante General del Ejército de Defensa de Israel, retirado y Ex Director del Consejo de Seguridad Nacional.
Traducido para Porisrael, por Carlos Alberto Vainberg.
Gracias Mi General Eiland,Ud es un genio de la táctica y la estrategia.Ud. es un intelectual de nuestra defensa y sus lecciones son memorables.
Gracias Tzahal del Alma de Israel.
Gracias a todos mis camaradas de N.M. por darnos la gloria.
Gracias Dori Lustron,gran Dama de la Bendita Eretz Israel Nuestra.