Al cumplirse en estos días el Día Internacional del Holocausto, creo pertinente describir brevemente la historia de Samuel Skornicki durante la Segunda Guerra Mundial, que mas bien se asemeja a una película de Hollywood.
Skornicki nació en Polonia en 1899 en Polonia, en este país contrajo en lace con Raizel Slivinsky y en 1923 ambos emigraron a Francia. Se radicaron en París, Skornicki estudió derecho y ejerció la profesión de abogado.
Ante la invasión nazi en Francia en 1940, la familia abandona París, deja a su única hija Arlette en una familia cristiana en la localidad de Lavaur y se radica en Toulouse. Pese a poseer visa para radicarse en Estados Unidos y que gran parte de su familia se había radicado en este país, Skornicki decide permanecer en Francia con la cual se sentía totalmente identificado y paralelamente a dirigir un emprendimiento textil, colabora con la Resistencia Francesa en distintos espacios.
En Toulouse, Skornicki trabó contacto con el Cónsul Español Enrique Sisab asentado en la ciudad de Sant Étienne, quien le ofreció incorporarlo al personal del Consulado, habida cuenta que era pertinente la presencia de un jurista ante las numerosas solicitudes de judíos perseguidos que anhelaban dejar Francia.
Skornicki fue designado asesor jurídico del Consulado Español recibiendo una cédula de identidad española con el nombre de Santos Montero y en la cual se señalaba que su lugar de nacimiento fue España .Otro tanto sucedió con su esposa quien recibió el nombre de Rosa Montero. Posteriormente se agregó el apellido Sánchez, de tal suerte que el apellido de la pareja fue Sánchez Montero, por cierto sonaba más español.
En Marzo de 1942, el Cónsul Español retorna a su país y en su lugar Skornicki es designado nuevo Cónsul en ceremonia a la que concurrieron representantes del Gobierno de Vichy, militares alemanes y funcionario de la Gestapo, radicándose en los compartimentos del Consulado.
Bajo su conducción, se emitieron numerosos documentos falsificados, se ocultó armamento y se otorgó refugio a judíos y miembros de la Resistencia Francesa en el subsuelo del Consulado. Asimismo Skornicki abrió cinco filiales del Consulado Español en Sant Étienne y Lyon para ocultar a judíos.
En el marco de su función y para salvar las apariencias, solía reunirse periódicamente con funcionarios de la Gestapo. Su hija recuerda estar sentada sobre las rodillas del Jefe de la Gestapo en la zona y cantar canciones españolas ante la presencia germana. Todos los domingos Skornicky solía invitar a los funcionarios de la Gestapo a almorzar después de haber concurrido a la Iglesia. En determinadas ocasiones pudo leer la nómina de judíos destinados a ser detenidos y deportados, a los cuales naturalmente se encargó de prevenir y lograr que huyeran y se ocultaran a tiempo.
Skornicky no dominaba el español, pero recibió la ayuda del personal del Consulado Español que en su gran mayoría era republicano y que no develaron el secreto de su identidad . En este espacio, supo igualmente retribuir a España ya que logró que miles de españoles fueran exonerados de ser enviados a campos de trabajo forzados en Alemania.
Después de la liberación de Francia, Skornicki retornó con su familia a París y en 1947 vio la luz el libro de Jean Noshe El relato heroico del patriota Skornicki-Montero .En ese mismo año, el Gobierno Francés le otorgó una medalla y condecoración por su quehacer en la Resistencia Francesa. Skornicki falleció en 1974.
Su única hija Orlette Zisenholz Poldez reside actualmente en Israel y en el año 2019 entregó al Instituto Yad Vashem de Jersusalén, documentación y fotografías relacionadas con el benemérito quehacer de su padre.
Con el tiempo van apareciendo héroes hasta entonces anónimos, que con diligencia y discrecion ayudaron a salvar vidas judias, rescatandolas de las garras del nazismo …Justos ante la humanidad a los que la literatura y el ciné, no hicieron los honores que merecian a semejanza de los que si recibió Oscar Shindler …La España de entonces, contaba con un ramillete de esos hombres íntegros, que desde sus funcciones consuláres, contribuyeron decisivamente a esa labor, tal vez, el mas conocido de ellos, sea don Angel Sainz Briz, de bendíta memoria …
Bueno es pues recordárles en fechas como éstas, y al hacérlo, honrar su gésta …