Hussein Al Samnoudi Foto Facebook
El diario egipcio Al-Ghad, identificado con el movimiento de oposición del mismo nombre, publicó un artículo titulado «Odio profundamente a Israel» escrito por Hussein Al-Samanoudi, funcionario del Ministerio de dotación religiosa de Egipto. En el artículo, Al-Samanoudi afirmó que los judíos son conspiradores sedientos de sangre y que Hitler los asesinó en todas partes porque estos intentaron instigar guerras y propagar la corrupción. Los judíos que huyeron de Hitler, agregó, no mostraron gratitud hacia los países árabes que los acogieron, sino que conspiraron para transformar Palestina en su patria eterna y eventualmente ocupar todas las tierras árabes entre el Nilo y el Éufrates. Ellos también obligaron a los países en Occidente a ayudarlos a establecerse en Palestina inventando las «mentiras» sobre el relato de que Hitler incineraba a los judíos en los crematorios.
En un segundo artículo una semana después, Al-Samanoudi escribió que no hay lugar para judíos y sionistas en Palestina y que los combatientes yihadistas árabes palestinos continuarán enarbolando la bandera del sacrificio y el martirio hasta que purguen su patria de la inmundicia sionista.
Lo siguiente son extractos de sus artículos:
Los judíos participaron en todas las guerras que se libraron en el mundo
En el primer artículo, publicado el día 26 de diciembre, 2022 Hussein Al-Samanoudi escribió lo siguiente: “Mi hija me preguntó esta mañana: ‘¿Por qué odias a Israel?’. Yo le respondí largamente, diciendo que a los árabes en general y al pueblo de Egipto en particular les disgusta Israel. Esto se debe a que cada desastre que nos ha aquejado alguna vez lleva las sucias huellas dactilares de esta gente, que siempre está planeando y conspirando para dañar y perjudicar a esta patria en la que vivimos Egipto… Nunca ha habido una sola guerra en ninguna parte del mundo en la que esta gente no haya tenido que ver. Ellos son agentes de la conspiración, el fraude, corrupción y destrucción. Son sanguinarios instigadores de guerras, ruina y destrucción.
«En la era moderna, el canciller alemán Adolf Hitler los cercó y los asesinó dondequiera que los encontraban, porque ellos intentaron instigar guerras y difundir la corrupción por todos lugares… Debido a la intensa presión puesta por Hitler sobre ellos, los judíos huyeron de su violencia, pero la mayoría de países no los acogerían en su territorio. Incluso los Estados Unidos les cerró todas sus puertas y no les permitió poner un pie en su suelo. Así que no les quedó más remedio que girar en dirección al oriente, hacia los países árabes, que los acogieron, les dieron refugio y los dejaron vivir dentro de sus límites y se establecieron en Palestina, Egipto, Marruecos, Túnez y Yemen.
«Estos eligieron Palestina como su objetivo – y sus envenenados complots, sus huecas mentes y sus sombríos fervores, repletos de depravación y traición… comenzaron a formar un plan irreversible para hacerse una base en Palestina y convertirla en su patria eterna, sobre los cuerpos fallecidos de sus víctimas, el pueblo de esa tierra, que los acogió y dejó compartir su patria. Estos sionistas no sienten gratitud y no consideran este aspecto. Instigando guerras sangrientas y utilizando armas mortales que recibieron de los británicos, ellos masacraron a todos aquellos quienes Vivian en sus aldeas, quemaron campos, destruyeron casas sobre las cabezas de sus habitantes y declararon abiertamente: El estado de Israel será establecido aquí, en la tierra de los árabes de Palestina…
“Pasó el tiempo, e Israel anhelaba más tierra, queriendo expandirse para consolidar su plan de Israel desde el Nilo hasta el Éufrates. Ahora Gran Bretaña, Francia e Israel conspiraron contra Egipto en la llamada ‘agresión tripartita’ (la Crisis de Suez del año 1956). Israel deseaba ocupar la península del Sinaí. Francia, por su parte, invadió Egipto para castigarlo por ayudar a la revolución argelina y apoyar al pueblo argelino en contra del imperialismo francés, mientras que Gran Bretaña deseaba venganza por haber sido forzada a abandonar Egipto y deseaba tomar represalias contra Gamal ‘Abdel Nasser por nacionalizar el Canal de Suez y ponerlo bajo el control exclusivo de Egipto.
«Israel realizo su plan y ocupó el Sinaí y las fuerzas francesas y británicas desembarcaron en las costas de Port Said. Pero luego se produjo un acontecimiento que nadie esperaba: el coraje de la valiente población de Port Said frustró todos los planes y aquellos grandes héroes les impidieron ocupar aquella fortaleza de ciudad. Los habitantes de Port Said escribieron su historia de su propio puño y letra, en tinta dorada y aún hoy se sigue enseñando en todo el mundo. Más tarde, los tres ejércitos se retiraron derrotados de Egipto. Pero ese no fue el final, porque los sionistas planearon atacar Egipto y ocupar el Sinaí. Estos estaban preocupados con el sueño de comenzar con el Sinaí y luego dominar el mundo. Su sueño se hizo realidad y el Sinaí se perdió luego de seis días de lucha durante la guerra del Naksa del año 1967.[1]
«En esa guerra hicieron lo inesperado y asesinaron a todos nuestros prisioneros de guerra a sangre fría, despreciando su humanidad y el hecho de que estaban agotados, débiles y dispersos por el extenso desierto del Sinaí. Esta amarga realidad quedó grabada en el corazón de todos los árabes y en especial de los egipcios, hasta que llegó el momento de la victoria y se restablecieron los derechos en la guerra de octubre del año 1973 y… el mito del invencible ejército israelí fue destrozado. Luego de ese glorioso triunfo, la entidad israelí inició una guerra cruel y sucia contra Egipto y los egipcios, en la que los israelíes atacaron todo y de la que hablaré en el próximo artículo».[2]
No hay lugar para judíos ni sionistas en suelo palestino; los combatientes yihadistas purgarán la tierra de su inmundicia
En el segundo artículo, publicado el día 1 de enero del 2023 y titulado «Las damas de Tel Aviv y la seguridad perdida», Al-Samanoudi escribió lo siguiente: «El año 1897 será para siempre un hito en la historia de la nación árabe e islámica. Todos lo recordaran con tristeza, arrepentimiento y odio. Ese fue el año en que el judío austríaco Theodor Herzl celebró el primer Congreso Sionista Mundial en Basilea, Suiza y habló sobre el establecimiento de una patria nacional para los judíos en Palestina. Una idea para ese momento, pero Theodor Herzl se esforzó por hacerla realidad y su deseo se hizo realidad. Utilizó todo el poder, autoridad y las conexiones internacionales a su disposición para hacerla realidad y salvar a los judíos del mundo de la opresión, el asesinato y la persecución que enfrentaban en todas partes.
«Apenas unas horas después de que terminara el Mandato Británico en Palestina, el movimiento sionista mundial anunció la creación del Estado de Israel por encima de las ruinas del estado árabe de Palestina… Todos los países que oprimieron a los judíos y los empujaron a emigrar a Palestina para protegerse a sí mismos de ser incinerados por los astutos, estafadores y despreciables complots de los judíos que causaron muchos desastres en su suelo, ahora reconocieron al Estado de Israel. Ayuda en fondos y por igual, así como también armas, fluyó hacia el movimiento sionista, con el fin de asegurar que se las arreglaran para sobrevivir asesinando, quemando, expulsando y masacrando constantemente a los dueños autóctonos de la tierra, el pueblo palestino. La inmigración de judíos a Palestina desde todas partes del mundo crecía y el movimiento sionista los ayudó en esto, para que vinieran a vivir a su nueva patria. Este les dijo que cualquiera que lo desobedeciera y no viniera a Israel se arrepentiría amargamente, porque esto fue el sueño hermoso y el edén esperado en la Tierra Prometida. Esa fue la imagen que el movimiento sionista global les pintó a los judíos del mundo. Pero con el tiempo y después de múltiples guerras con los árabes en el vecindario, los judíos sufrieron cada vez más las penurias de la vida y la guerra constante con el pueblo indígena del territorio y esto continúa hasta el día de hoy. Los sionistas en Palestina ya no poseen seguridad, paz o tranquilidad…
“El conflicto entre los árabes y los sionistas no ha finalizado. A pesar de los acuerdos de paz, la vida se volvió mucho más difícil en medio de la tiranía ejercida por Israel. Los muros cuentan la historia de los continuos actos de agresión diarios de los israelíes, los cuales están escritos en la sangre de las víctimas inocentes en todas partes… El refrán de que los judíos fueron oprimidos en crematorios y que Hitler los asesinó e incineró no es más que una mentira destinada a consumir los recursos financieros de Occidente… Esta inmensa mentira es difundida por el movimiento sionista global para obligar a Occidente a ayudar a los judíos a continuar estableciéndose en Palestina.
“Es por ello que las damas sionistas en Tel Aviv ya no poseen esa sensación de seguridad, paz o incluso tranquilidad. Ninguna de ellas se siente segura allí, a pesar de la enorme concentración de soldados de ocupación. Incluso los propios soldados del ejército sionista sienten que sus vidas corren peligro, porque un joven palestino puede apuñalarlos con un cuchillo, atropellarlos con un automóvil o quemarlos con una bomba incendiaria. Esto llena sus corazones de terror y de miedo. Ningún israelí que vive en tierra palestina robada se siente seguro. Estos llegaron de varios países portando pasaportes de esos países. Ya no creen en la Tierra Prometida o en el Edén prometido. Ya no creen en las promesas del movimiento sionista global. Ya no creen en la mentira sobre la cual Israel fue fundado o en los crematorios o en el Holocausto. A las nuevas generaciones de israelíes no les gusta vivir bajo una constante amenaza de muerte, pero tampoco les interesa vivir en paz con los jóvenes palestinos. Ellos han estado luchando contra los propietarios de la tierra desde la creación del estado de ocupación israelí y la declaración del Estado de Israel.
“El conflicto continúa y las generaciones de palestinos no se desesperan por ello. Estos transmiten el compromiso de generación en generación. La tierra le pertenece a sus dueños autóctonos y no hay lugar para judíos ni sionistas en el suelo de Palestina. Las damas sionistas deberían ser tan amables de retornar a sus verdaderos países de origen, donde recuperarán la sensación de seguridad que perdieron en la tierra de los árabes. Los combatientes yihadistas del pueblo árabe en Palestina seguirán enarbolando la bandera del sacrificio y el martirio con el propósito de eliminar esta inmensa pesadilla de sus corazones y purgar el suelo de su patria de la inmundicia de los sionistas agresivos, para que Tel Al-Rabi’ (Tel Aviv) sea purgada de las damas del movimiento sionista y las nobles damas de Palestina enarbolen las banderas de la victoria y alegría a fin de celebrar su flagrante triunfo. Eso es lo que espero y anhelo que Alá llegue a establecer».[3]
[1] Al-Naksa es un nombre dado a la derrota de los ejércitos árabes en la guerra del año 1967 con Israel.
[2] Al-Ghad (Egipto), 26 de diciembre, 2022
[3] Al-Ghad (Egipto), 1 de enero, 2023.
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