El equipo sub-20 que desmiente las mentiras de los enemigos de Israel

La victoria de Israel 3 a 1 frente a Corea del Sur y su confirmación en el tercer puesto del campeonato mundial en Argentina- o sea con medalla, en el podio- nos permite acercarnos a un aspecto de la realidad israelí que echa por el piso las diatribas de sus enemigos que viven demonizándolo. No, no soluciona todo y no significa que la situación sea idílica, en absoluto. Tampoco quiere decir que en todas las esferas de la vida en el país las cosas sean como en la selección juvenil. Pero la realidad es tanto mejor y tanto más normal que lo que alegan quienes odian a Israel, que vale la pena destacarlo.

En el césped en La Plata, luchando por los goles, preocupados días atrás por el excelente desempeño de Uruguay en la semifinal y satisfechos este domingo por su clara superioridad sobre Corea del Sur, estaban juntos jugadores judíos y árabes. Pero el tema no es simplemente la inclusión de tres futbolistas árabes en el seleccionado, ya que es el interés de todos si son buenos. También de ellos mismos. Lo central es el ambiente de unidad y confraternidad que hay entre todos.  Es notorio en el lenguaje corporal, en los gestos, en las celebraciones. Eso va mucho más allá del hecho que Anan Khalaili “cocinó” el segundo gol y Senior logró concretarlo, del tercer gol que hizo Khalaili. Se lo vio en Hamza Shibli subido a los hombros de uno de sus compañeros, festejando.

En el beso que recibió Khalaili cuando hizo su gol.

Y en la entrevista conjunta de dos de los jugadores, el árabe Khalaili y el judío Omer Senior, a la televisión israelí, contando ambos sobre el cariño y amistad entre todos.