Durante más de una década, el primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, colaboró con el emirato del mal, Qatar, para aportar 1.500 millones de dólares a Hamás en Gaza, lo que le permitió construir un ejército de 30.000 efectivos y su enorme arsenal de misiles, y equiparse con una variedad de otras armas y municiones suficientes para una guerra prolongada. Estos fondos también permitieron a Hamás construir una ciudad subterránea con decenas de kilómetros de túneles y puestos de mando y de batalla, con un sistema de alerta temprana de alta tecnología.
Al contrario de las estúpidas historias de conspiración que están surgiendo, Netanyahu no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, y canalizar fondos a Hamás fue una medida imprudente para comprar tranquilidad, pero nunca logró comprarla y vendió nuestras vidas. Era previsible que provocara el ataque de los Einsatzgruppen de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
Netanyahu tiene la culpa, al igual que la familia Aal Thani que gobierna Qatar.
¿Qué es Qatar? La gente, los periodistas, los académicos, los políticos y los funcionarios de los gobiernos no tienen ni idea sobre esta entidad maligna, que ha permitido el estallido de la guerra contra Israel, una guerra que amenaza a toda la región y que puede extenderse aún más.
Antes de explicar qué está haciendo este emirato del mal para desarrollar movimientos islamistas en el mundo árabe y en Occidente, debilitando a los movimientos seculares, primero permítanme explicar el papel del aliado de Qatar, Irán.
Irán, que hace apenas unas semanas recibió 6 mil millones de dólares de Estados Unidos, construyó las capacidades militares de Hamás y la Jihad Islámica Palestina. Los capacitaron, armaron para ellos el plan y apoyaron su ejecución (véase el Despacho Especial No. 10857 de MEMRI, Kayhan, portavoz del régimen iraní: “Irán es la mente y las manos detrás de Hamás; la operación ‘Inundación de Al-Aqsa’ fue planeada, orquestada por la Fuerza Qods Comandante Qassem Soleimani antes de ser asesinado; Khamenei insinuó en agosto de 2022, agosto de 2023 ‘la conquista completa’ de Israel,’ 12 de octubre de 2023).
Pero el principal aliado logístico, político e ideológico de Hamás fue Qatar. Centrémonos en el papel desempeñado por Qatar y Aal Thani durante muchos años, que permaneció en gran medida oculto. Qatar es responsable de los ataques del 11 de septiembre.
La familia Aal Thani escondió al cerebro del 11 de septiembre, Khalid Sheikh Mohammed, en Doha. Tal como escribiera Richard Clarke, asesor en antiterrorismo de los presidentes Clinton y H.W. Bush: «Si los qataríes nos hubieran entregado [a KSM] como se solicitó en 1996, el mundo podría haber sido un lugar muy diferente». Al momento de escribir este artículo, Qatar financia a los terroristas que viven en Doha, según David Cohen, ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos para Terrorismo e Inteligencia Financiera, y según los registros de la Oficina de Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT).
Qatar también apoya a ISIS y al Frente Nusra, vinculado a Al-Qaeda. Se están llevando a cabo demandas contra la financiación del terrorismo por parte de Qatar en toda Europa y Estados Unidos.
El caso de los talibanes es un ejemplo típico que permite comprender la posición de Estados Unidos: republicanos y demócratas, Trump y Biden por igual. Durante muchos años, Qatar apoyó y sostuvo a los talibanes, hasta su sangrienta toma de Kabul; esto provocó la muerte de muchos soldados estadounidenses a lo largo de los años, incluso el último día.
Ninguna de las administraciones estadounidenses tenía ni idea, y la administración actual superó todo lo razonable cuando calificó a Qatar como el aliado más importante fuera de la OTAN.
Mientras Irán proporcionó apoyo militar a Hamás, Qatar le dio financiación y apoyo político. Hamás está bajo el control de facto de Qatar y, por tanto, los dirigentes qataríes deberían ser acusados y juzgados en un proceso judicial similar al de Nuremberg.
El gobierno de Israel debería declarar a Qatar estado enemigo debido a su respaldo al ataque de Hamás.
Qatar opera una máquina de propaganda tipo Goebbels: Al-Jazeera TV. Realmente no es un canal de noticias. La guerra comenzó con una declaración de guerra leída por el comandante de Hamás y transmitida por Al-Jazeera la mañana del sábado 7 de octubre de 2023. Desde entonces, el canal ha estado difundiendo todos los mensajes de Hamás sobre la guerra, y repitiendo los discursos del portavoz de Hamás, Abu Ubayda. El canal justifica plenamente la horrible matanza del 7 de octubre, tal como lo hizo con los discursos de Osama bin Laden antes y después del 11 de septiembre.
Los corresponsales de Al-Jazeera deambulan por Israel informando sobre las actividades y movimientos militares israelíes y la ubicación de sus fuerzas, directamente a los agentes de Hamás. El sistema judicial de Israel debería arrestarlos y juzgarlos como espías. Ese día llegará pronto.
Testificaré personalmente sobre la naturaleza de sus transmisiones, demostrando, a partir de videos grabados, que llevaron a cabo una operación de propaganda como las de Goebbels y actuaron como espías.
Nadie en su sano juicio podría ver su trabajo como un reporte mediático ordinario y legítimo. En Estados Unidos, Al-Jazeera fue obligada a registrarse como agente extranjero y descaradamente ignoró la orden.
Cada día que Al-Jazeera continúa transmitiendo es el equivalente a una fuerza de Hamás en acción. El despistado gobierno de Israel, que no hizo caso de mi alerta temprana del 31 de agosto sobre una guerra en septiembre u octubre, continúa su colaboración con Qatar al permitir que Al-Jazeera siga trabajando para Hamás.
Es irónico que Netanyahu a veces se vea a sí mismo como Winston Churchill. ¿Habría permitido Churchill que la radio de Goebbels siguiera transmitiendo desde Londres durante la Segunda Guerra Mundial? Qué broma más trágica.
Uno de los pocos medios de comunicación que han captado el papel perverso de Qatar – desgraciadamente, debido a una perspectiva histórica – son los medios alemanes Bild y Die Welt. Bild tituló su artículo sobre la visita del emir de Qatar el 12 de octubre al canciller alemán: «Scholz da la bienvenida al principal patrocinador del terrorismo». Ni siquiera en Israel existen esos titulares.
Cabría esperar que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se oponga a los nuevos nazis. Lo hace, al igual que el presidente Biden, para sorpresa y admiración de todo Israel y de muchos miembros del pueblo judío. Sin embargo, tanto el secretario como el presidente todavía ven a Qatar –la fuente del mal– como un aliado. ¿Se despertarán algún día?
*Yigal Carmon es fundador y presidente de MEMRI.
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