“El mundo” es quizás una expresión demasiado amplia y generalizadora. Hay quienes siguen teniendo claro que también cuando mueren palestinos en la guerra en Gaza, el culpable de lo que está sucediendo es la organización terrorista Hamas. Hay sin duda quienes entienden que ni un inocente moriría si Hamas no hubiera atacado salvajemente a Israel y si no hubiera instalado toda su infraestructura terrorista en medio de su propia gente, precisamente para tratar de que Israel no pueda responder. O mejor aún desde su punto de vista, para que cuando no tenga más remedio que hacerlo, como después del 7 de octubre, mate no sólo a terroristas sino también a civiles, por más que intenta separar a unos de otros.
Pero es un hecho que también amigos de Israel adoptan posturas muy complejas y críticas, presionando a Israel , sea con el tema de los muertos, de la ayuda humanitaria o de la supuesta situación de hambruna en Gaza.
De los antisemitas y quienes odian a Israel no esperamos nada. De los ignorantes tampoco. Pero gente con dos dedos de frente, muchos de los que hoy critican abiertamente a Israel y tratan de frenarlo en la guerra ¿cómo no entienden que la presión debería ser sobre Hamas? ¿Nadie se dio cuenta de que si Hamas hubiera liberado a los secuestrados probablemente hace rato que ya no habría guerra?
No descartamos que haya gente sinceramente preocupada. Pero el problema de fondo es que la enorme mayoría de las críticas y presiones se basan en las mentiras e inventos de Hamas de las que se hacen eco también organizaciones internacionales de todo tipo, sin poner en duda nada de lo que informan desde Gaza.
Entra ayuda humanitaria por tierra, por mar, desde el aire, fluyen los camiones, las redes están llenas de paquetes de ayuda que son vendidos en los mercados de Gaza (porque Hamas los robó y los revendió volviendo a traicionar al pueblo), de palestinos riéndose del contenido de los paquetes, de algunos preguntándose por qué no hay carne, pero sale Josep Borrel de la Unión Europea a decir que Israel usa el arma del hambre en Gaza contra el pueblo palestino.
¿No le da vergüenza?
Hamas no tiene reparo ninguno en inventar. Lo hizo con el tema de la “masacre de más de cien palestinos” cuando esperaban a los camiones de ayuda humanitaria, lo que fue falso. Y con un segundo caso de muertos en esas circunstancias, tras lo cual Israel demostró que fueron palestinos armados los que les dispararon. Y mintió cuando el caso, casi al comienzo de la guerra, del “cohete israelí que mató a 500 en el hospital Al Ahli”, que terminó siendo un cohete de la Yihad Islámica que se desvió de su camino a Israel y cayó en el estacionamiento del hospital matando a algunas personas. Ni Israel, ni 500.
Miente sobre la cantidad de muertos, inventando números tal cual han demostrado diferentes estudios estadísticos, y dando a entender que la mayoría de los muertos son mujeres y niños. Parecería que no hay hombres en Gaza y menos que menor terroristas armados. Mienten ahora sobre hambre en Gaza. Y tanto más.
Pero el problema es que de Hamas no podemos esperar otra cosa, mientras que de gente supuestamente seria sí.
Si cada vez que Hamas lanza una acusación contra Israel, los titulares la repiten y la “versión israelí” es disimulada o ni aparece, el problema es serio.
No se debe dar comunicados de Hamas como noticia fidegigna y poner titulares demonizadores de Israel en medios de comunicación del mundo libre. Las mentiras de Hamas no surtirían efecto si no hubiera tantos irresponsables dispuestos a difundirlas, reproducirlas y multiplicarlas en las redes. Hamas miente una y otra vez porque ve que eso funciona.
Sin alegar que la guerra no causa dificultades y carencias, podemos asegurar que no hay hambre en Gaza. Las fotos de niños que parecen esqueletos de judíos en la Shoá, son una fabricación que nada tiene que ver con la situación actual. Especialmente alevosa fue la difusión hace pocas semanas de una foto de Yazen, que sufre una seria enfermedad, presentado como un niño palestino que está por morir de inanición. En una foto aparece con su padre y en otra con su madre, ambos con aspecto de quienes no están pasando ninguna carencia. ¿Podrá ser que los padres coman perfecto y no le dan nada a su hijo? No, lo que pasa es que el hijo no se está muriendo de hambre sino de una enfermedad.
Soy seguidora permanente de Abu Ali, un israelí con con ese apodo informa en las redes sobre lo que circula en las redes árabes en general y palestinas en particular, a menudo explicando y traduciendo lo que comparte . También analiza. Es especialmente ilustrativo no sólo porque publica cosas que no salen en ningún otro lado-y que él no inventa sino que baja de las redes palestinas- sino porque éstas revelan a menudo verdades que nadie dice.
En su canal de Telegram hay numerosas imágenes de los mercados llenos en Rafah y Dir el Balah, de los negocios de carne para las cenas de “Iftar” al terminar cada jornada de ayuno en el Ramadán en curso. No es secreto. Ahí están, imágenes abiertas a las que todos pueden acceder.
Entonces ¿Por qué aceptar las mentiras de Hamas?
El pecado original está en la rapidez con que “el mundo” se “olvidó” del 7 de octubre. No esperamos que nadie se alegre cuando en la guerra contra Hamas mueren también no involucrados. Tampoco nosotros nos alegramos. Pero Israel no podía dejar de lanza esta guerra. Ningún país normal lo habría hecho.
Pero al fin de cuentas…¿Quién lo puede entender, si nadie vive como Israel, con terroristas de vecinos?
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