Es muy común ver en los medios españoles a Jesús Núñez Villaverde. Es economista y militar retirado, codirige el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. Es colaborador de diferentes medios que lo consideran especialista en información internacional. Es presidente del comité español de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA). La misma UNWRA cuyos asalariados integraron los grupos de Hamas que invadieron Israel el 7 de octubre, asesinando, secuestrando, violando, y masacrando, desde bebés a ancianas, desde niños a adolescentes.
En una nota escrita el 5 de marzo pasado para el Real Instituto Juan Sebastián Elcano (que se auto define como un centro de sabiduría y transparencia), Núñez escribió una larga nota. Veamos un par de párrafos para comprobar a qué llama el Instituto Elcano transparencia. En referencia a la guerra de Hamas contra Israel, Núñez señala:” En esencia, lo que se impone es la cruda realidad de que Netanyahu y los suyos están aprovechando la oportunidad derivada del tremendo error cometido por Hamás para acelerar el proceso que les acerca a su objetivo último: lograr el dominio total de la Palestina histórica, que se extiende desde el río Jordán hasta el Mediterráneo. Lo que buscan es hacer un Estado judío sin espacio para otros que no respondan a esa seña de identidad”. Primero, para el hombre de la UNWRA en España, el 7 de octubre Hamas cometió un error. Y sí, en su mentalidad y objetivos, fue un error. Para los que piensan como Núñez (que no son pocos y existen en todos los continentes) Hamas masacró poco y eso es un error. Segundo, el objetivo de Hamas como estos mismos seudo intelectuales saben, es exterminar a Israel, no sólo asesinar, violar y secuestrar a casi dos mil civiles. ¿O acaso creen que vamos a aceptar sus mentiras de que Hamas y lógicamente Irán, no sabían cómo iba a reaccionar Israel y cómo iba a hacer uso de sus derechos a la legítima defensa de la forma que está sucediendo? Eso es absurdo ya que Hamas e Irán están muy complacidos por los apoyos que Hamas suma hace 6 meses mientras Israel recibe odio porque se le ha ocurrido defenderse. Núñez, además, revierte la ecuación con malicia. Los que quieren un estado islámico desde el río hasta el mar son Irán, Hamas, Hezbolá, y además lo dicen públicamente, aunque este ex militar quiera que le crean otra cosa.
Pero Núñez no se detiene. Si se miente una vez por qué no seguir mintiendo cuando tantos lo siguen y le creen. Núñez escribe:” Y si para ello tienen (los israelíes) que provocar una barbarie generalizada, no hay problema. Cuentan con una abrumadora superioridad de fuerzas. A eso se añade una iluminada carga ideológica de tal nivel de inhumanidad que es capaz de asumir sin contemplaciones el aplastamiento con carros de combate de civiles desesperados por conseguir un kilo de harina, el uso del hambre como arma de guerra, la profanación de cementerios, el asesinato de periodistas y personal de la UNRWA, la destrucción de universidades, escuelas y hospitales y un tan largo como sanguinario etcétera”. De nuevo, invierte con perversidad y falsedad la carga de la prueba. Los que asesinan a los palestinos que quieren recibir sus alimentos son los palestinos de Hamas. Guterres, Borrell y otros funcionarios internacionales sí que usan el hambre de los gazatíes como arma para culpar al que trae la ayuda humanitaria y los camiones: Israel. Dan impunidad a UNWRA, a Hamas, a la Cruz Roja, acusan a Israel de lo que perpetra Hamas y dan pie al aumento de la campaña de odio antijudío que tan bien se maneja desde la ONU. No se necesita estar muy informado para saber que los hospitales en Gaza fueron convertidos en centros militares de Hamas porque ellos mismos lo reconocen o que en las escuelas han retenido secuestrados israelíes torturados y violados, pero eso ni a Núñez ni a su UNWRA les preocupa, ellos sí tienen respaldo internacional para demonizar al pueblo judío y al Estado de Israel usando los métodos que sean, cuanto más goebbelianos posible, mejor.
El 21 de marzo, según consigna entre otros, El Observador de Uruguay, edición España, se realizó la conferencia “El conflicto palestino-israelí: Encuentro entre el derecho y la geopolítica”, organizada por la Revista Jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid, que, de acuerdo con los periodistas que la cubrieron, concluyó con una declaración plena de conceptos que bordearon el antisemitismo de uno de los ponentes. ¿Quién? El presidente del comité español de la UNRWA, Jesús Núñez Villaverde. Algunos de sus dichos causaron ira entre algunos presentes, pero seamos claros, esa ira por más justa que fuere no tiene cabida hoy en estos foros, sean españoles, americanos o latinoamericanos. En España se practica, y no sólo por Núñez o periódicos o políticos una inquisición ajustada a 2024 así como en otros lugares de Europa o en Universidades americanas o presidentes latinoamericanos han hecho suyas las largas, abominables y execrables páginas de Los Protocolos de los Sabios de Sion. Núñez no desaprovecha ninguna oportunidad para recitar el espíritu del libelo escrito en la época de los zares. En esta conferencia en Madrid dijo textualmente:” Sus dirigentes (los israelíes) tienen sueños del Gran Israel, y que son un pueblo elegido. O sea, hay tantos pueblos elegidos en este planeta por tantos dioses, y encima es un Dios que te dice que no puedes abrir el paraguas un sábado”. Asistentes al evento lo acusaron de expresar dichos antisemitas, pero Núñez ni se inmutó. A pesar de que los organizadores podrían acusarlo de ofender a una religión, algo que está penado en España como delito de odio, Núñez siguió airoso porque ninguno de sus compañeros de panel (Alfonso Iglesias Velazco, profesor de Derecho Internacional Público en la UAM, y Carmen Quesada Alcalá, profesora en el mismo rubro de la Universidad Nacional de Educación a Distancia) salió a refutar sus opiniones, o a plantear alguna disidencia.
Núñez también dijo que actualmente, hay un “absoluto abandono por parte de los gobiernos árabes de la causa palestina. No saben, no contestan, no existen, no están.” Intencionalmente se olvida que hay miles de millones de dólares enviados desde Qatar, Irán y varias monarquías y dictaduras que llegan desde hace años y que son absorbidas sólo por Hamas. ¿O con qué dinero piensa Núñez y los otros seudo académicos que siguen su prédica, Hamas ha construido su inmensa red de túneles, y tiene un arsenal de alto impacto como lo demuestra la guerra actual? ¿Con qué dinero se construyen infraestructuras para retener secuestrados, fabricar cohetes de largo alcance? Hasta que en esta conferencia llegamos a la frase inevitable pero que muchos podrían creer que ni Núñez podría decirla por auto respeto a lo que él se cree como experto en algo, y mucho menos que sería apoyada por el silencio ominoso de quienes lo acompañaban en el panel y las mismas autoridades universitarias. Núñez dijo que: “Hamás no es un grupo terrorista. Para unos, será terrorista y, para otros, no. Hay campo ahí para los juristas de si lo que ha hecho el 7 de octubre es resistencia armada contra el ocupante o es una agresión en toda regla. Hamás es una idea y las ideas no se pueden eliminar por las armas”. Hamas tiene sí una idea, pero su creación y existencia no son una idea. En el terreno de la distorsión que algunos expositores como Núñez manejan con fluidez, la idea de Hamas no es lo que se expresó en la vergonzante conferencia madrileña, sino sólo y exclusivamente exterminar a Israel y borrarlo del mapa. Y en cuanto a que no es terrorista, el terreno lleno de barro es más propicio para esa aseveración, porque son muchos los gobiernos de América Latina y de varias latitudes que siguen demorando, titubeando, vacilando, balbuceando, pero no declaran que Hamas es sólo y únicamente un grupo terrorista. Núñez sí debería respetar – si fuera un académico en serio- que la Unión Europea, EE. UU., Canadá, Japón, Australia, Paraguay, OEA y Egipto, sí han determinado el carácter terrorista de Hamas y lo que ello implica.
En la extensa y excelente crónica de El Observador, el párrafo final de la misma señala:” Así, la conferencia se pareció más a un tribunal de inquisición que a un panel académico, a la altura de la excelencia educativa que procura una institución del nivel de la Universidad Autónoma de Madrid. Algo que parecía haber quedado atrás en la extensa historia de España”. Lamentamos la sorpresa de los periodistas. ¿Harvard o la Penn University o el MIT no tienen historia de excelencia educativa? No es por ahí el camino que hoy están recorriendo las casas de estudio, medios de difusión o presidentes desaforados que con sus expresiones de odio antijudío constantes están provocando violencia antisemita que se traslada de golpe 85 años atrás.
El filósofo Martín Heidegger no sólo fue nazi, sino que estuvo afiliado al partido desde 1933 a 1945. Este académico escribió en 1939: “Habría que preguntarse en qué está fundada la predestinación particular de la comunidad judía para la criminalidad planetaria”. Esta frase figura en un texto del año 1940. Heidegger detalló “el complot mundial e incluso cósmico de la comunidad criminal judía que hay que exterminar”. La academia real y los que quieren sentirse académicos no están inmunizados contra el odio, independientemente de la presunta excelencia educativa. La política, obviamente tampoco. Y menos la mismísima estulticia de los gobernantes de algunos países. Hace dos días el presidente de España abrazó a Mahmoud Abbas y le prometió reconocer al estado palestino. Ni Abbas lo entendió.
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