Tras meses de repetir las acusaciones de Hamas y de hacerse eco de las peores afirmaciones contra Israel que le atribuían entre otras cosas una intención explícita de matar a los palestinos de hambre, las Naciones Unidas no han tenido más remedio que reconocer que no tienen elementos para determinar que hay hambruna en la Franja de Gaza. Lejos están por cierto de decir ahora que todo está bien, y tampoco sería lógico dado que hay guerra, pero un informe del Famine Review Comittee, recalca que no puede determinar que haya hambruna.
El comité en cuestión es terminante en su exigencia que se garantice la atención al sufrimiento de la población civil, aclarando que ello va mucho más allá de “si la clasificación de hambruna se confirma o no”. El punto que deriva de ello en nuestro análisis, es destacar la facilidad e irresponsabilidad con que la ONU ha estado difundiendo acusaciones contra Israel, que ahora no tiene más remedio que admitir que al parecer no estaban fundamentadas en los hechos en el terreno.
De más está decir que al detallar el sufrimiento que existe, que nadie discute, en ningún momento se hace mención del uso de los civiles por parte de Hamas, del robo de ayuda humanitaria, del disparo de cohetes hacia Israel en medio de civiles y de toda la alteración que significó para la población el uso de los espacios civiles para fines terroristas. En el mejor de los casos habla de “todas las partes”.
Una de las conclusiones del informe, emitido a comienzos de junio pero aún no difundido ampliamente por la ONU- lo cual podría claramente ser atribuido a su tendenciosidad anti israelí- es que carecen de información precisa sobre el bienestar de la población en el norte de Gaza y la Franja de Gaza en general. ¿Entonces? ¿En base a qué se ha estado reportando todo lo que hemos estado oyendo de la ONU en los últimos meses? La fuente siempre es Hamas, aunque se adorne con títulos como “el Ministerio de Sanidad en Gaza”. Hacerse eco de versiones terroristas conduce no sólo a la demonización de Israel sino a la vergüenza de la propia ONU.
Otro ejemplo
Otra prueba de esta problemática la dio el organismo mundial a través de un informe de su Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA,que tras meses de repetir las cifras publicadas por Hamas de muertos en Gaza, incluyendo que la mayoría eran civiles, súbitamente cambió las cifras.
Más allá del hecho que no hay ninguna certeza que las cifras totales dadas por Hamas sean ciertas y que muy probablemente la cantidad de muertos sea menor que la informada por la organización terrorista, el tema de cuántos de ellos eran mujeres y niños tiene una gran importancia emocional. Pero además, recordemos que Hamas nunca detalla cuántos de sus hombres murieron y si bien Israel aún no ha publicado una cifra exacta, hace ya meses se hablaba de por lo menos 14.000 terroristas eliminados, número que sin duda ha crecido. Y es parte del cómputo total de muertos.
Pues el 7 de mayo, siguiendo la línea de todos los informes anteriores, OCHA decía que de los 34.735 muertos registrados hasta ese día- según el ministerio de Sanidad de Gaza, o sea Hamas- 9.500 eran mujeres y 14.500 eran niños. Cabe señalar, aparte, que la definición de “niños” se refiere a la edad, hasta 18 años, y que es indudable que en Gaza hay numerosos miembros de Hamas y colaboradores que son mucho menores de 18 y ya participan en su actividad terrorista.
Al día siguiente, por razones que no explicaron en detalle, el informe de OCHA era diferente: decía que de 34.844 muertos, había 4.959 mujeres (casi la mitad que antes) y 7.707 niños(también, aproximadamente la mitad de la cifra anterior).
El periódico israelí “The Jerusalem Post” citó a Farhan Aziz Haq, vocero del Secretario General de la ONU Antonio Guterres, diciendo que las cifras estaban basadas en efecto en información proporcionada por el ministerio de Sanidad controlado por Hamas en Gaza y que “los equipos de la ONU en el terreno en Gaza no pueden verificar en forma independiente esas cifras”.
Un último punto
Vale la pena comentar otro punto relacionado al informe al que está dedicada esta nota.
A la derecha de la página web del informe aparecen determinados detalles de referencia. El primero, el país sobre el que trata el informe. Y allí dice “territorio palestino ocupado”.
No estaría de más recordarle a la ONU que quien ocupa Gaza es Hamas. El 12 de setiembre del 2005 se retiró el último soldado israelí de la Franja de Gaza. La Autoridad Palestina tomó el control, aunque la retirada no había sido coordinada en detalle. Y el 14 de junio del 2007, Hamas, que había ganado mayoría en el parlamento palestino pero no era el gobierno dado que éste estaba ya antes en manos de la AP de Mahmud Abbas, realizó un golpe de Estado, tiró a la gente de Al Fatah de los techos y tomó por la fuerza el poder en Gaza. Desde entonces, ya 17 años, Gaza está bajo el gobierno exclusivo de Hamas.
No debería ser un mero detalle sobre el cual resulta necesario corregirle a la ONU. Pero presentar a Gaza como ocupada por Israel sirve a dos propósitos: aporta a culpar a Israel de la situación, y exime a Hamas de su enorme responsabilidad.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.