Otras seis vidas arrancadas por Hamas

En sentido horario desde arriba a la izq: Hersh, Ori, Eden, Carmel, Alex y Almog

La organización terrorista Hamas, que es también el gobierno de la Franja de Gaza, expuso otra vez su sadismo: en medio de las tensas negociaciones en Doha, Hamas asesinó a seis secuestrados que retenía desde el 7 de octubre. Detrás de cada secuestrado hay una historia, un destino. Detrás de estos seis cuerpos recuperados hay familias destrozadas, un pueblo conmocionado y un país decidido a hacer todo para recuperar a los que faltan.

Hersh Goldberg Polin fue secuestrado el 7 de octubre en el festival Nova al sur de Israel. Tenía 23 años y era también ciudadano norteamericano. Era el hijo único de una familia además compuesta por sus padres, Jon y Rachel, que hasta el último día suplicaron por su libertad. A mediados de agosto hablaron frente a la convención del Partido Demócrata de Estados Unidos y una frase de su padre replicó en todos los que enmudecieron frente al horror cometido por Hamas: “en nuestra tradición judía decimos que cada persona es un universo entero. Debemos salvar a todos estos universos”.

            Como tantos israelíes, Hersh era un convencido de la paz: formaba parte de una iniciativa que buscaba unir a los niños israelíes con árabes a través del futbol. Su idílico sueño de paz fue respondido por Hamas, el gobierno electo por los palestinos de Gaza, con su secuestro, la explosión de su mano por una granada y su reciente asesinato mientras sus padres imploraban por su libertad. Su cuerpo ya está en Israel tras ser recuperado por las FDI.

Eden Yerushalmi, de 24 años, estaba trabajando en el festival Nova cuando los terroristas palestinos, fuertemente armados, la secuestraron. El último contacto con su familia fue una llamada a sus hermanas que, en medio del secuestro, la acompañaron en todo momento hasta que la comunicación se cortó. Desde entonces no volvieron a saber de ella. El recuerdo que su madre guarda, confirmado por testimonios, es que su hija se escondió durante horas debajo del cuerpo de sus amigas asesinadas, pero eso no impidió que los terroristas la encontraran.

“Los terroristas están atacando y me han visto” fue lo último que Eden le susurró a su hermana. Ayer su cuerpo fue recuperado en Gaza.

Almog Sarusi, de 26 años, asistió al festival junto a su pareja Sachar Gindi que fue herida de gravedad por los terroristas. Almog, al intentar protegerla, fue secuestrado y llevado al infierno de la Franja de Gaza. Su familia y amigos lo reconocen como una persona muy intelectual, de sólido razonamiento y una extraordinaria capacidad para cautivar a todos”. Sachar Gindi no sobrevivió al 7 de octubre y ayer las FDI rescataron el cuerpo de Almog. Su familia está destruida.

Alexander Lobanov, de 32 años, era uno de los principales bármanes del festival Nova. Trabajaba para sostener a una familia compuesta también por Mijal, su esposa, que cursaba el quinto mes de embarazo al momento del secuestro de Alex, y sus padres que poseen discapacidades físicas. Alexander no pudo conocer a su hijo pequeño, que nació en marzo, y su asesinato en manos de los terroristas palestinos dejó también huérfano su hijo mayor de tan solo 3 años.

Sus seres queridos también hablan de él como el sostén de su familia y “una persona amable que se preocupa por todo y por todos”. Hamas arrebató el abrazo con sus hijos, las caricias con Mijal y el reencuentro con sus padres que, hasta el último momento, también esperaron por su vuelta a casa. Las FDI encontraron anoche su cuerpo y pudieron llevarlo nuevamente a Israel.

            Carmel Gat tenía 40 años el 7 de octubre cuando estaba de visita en el kibutz Be’eri. Los terroristas de Gaza entraron a su casa el sábado por la mañana, durante el Shabbat de Simjat Torá, asesinando a su madre, Kinneret, y tomando como rehenes a Carmel, su hermano Alon, su cuñada Yarden Roman y su sobrina de 3 años.

Alon y su hija pudieron escapar y Yarden fue liberada el 29 de noviembre en medio de una de las primeras rondas negociaciones entre Israel y Hamas. Respecto a Carmel, una de las últimas cosas que su familia supo de ella es que ayudaba a niños israelíes secuestrados en Gaza a contar los días y a practicar yoga. El cuerpo de Carmel fue recuperado también anoche.

            Ori Danino, de 24 años, fue también secuestrado en Nova. Testigos afirman que Ori salvo a varias personas al llenar su auto de heridos y gente que buscaba escapar de Hamas, pero no se supo nada más de él cuando regresó para seguir asistiendo heridos. Desde entonces su familia no supo nada hasta hoy.

Una de sus últimas palabras, dirigidas a Liel su prometida, fueron “Te amo, nos vemos más tarde”. Liel esperó hasta el último momento un encuentro con vida que nunca llegó porque los terroristas de Hamas terminaron con la vida de Ori durante su cautiverio.

      Habiendo negociaciones en curso, Hamas otra vez demostró que su interés no es devolver a los secuestrados con vida. Nunca lo fue y quien lo crea solo traga el espejismo de los terroristas que buscan vender una realidad paralela a la comunidad internacional que solo presiona a Israel.