Los terroristas capturados confirman que pagaron a la UNIFIL para que utilizara sus puestos de avanzada contra Israel e incluso para que utilizara sus cámaras de vigilancia, lo que viola su mandato.
Los agentes de Hezbollah capturados durante recientes operaciones terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur del Líbano han revelado durante los interrogatorios que la organización sobornó al personas de UNIFIL para utilizar sus posiciones en la región, según fuentes de seguridad que hablaron con Israel Hayom.
Estas fuentes, que conocen los detalles, revelaron que Hezbollah también se hizo con el control de las cámaras de la UNIFIL en recintos cercanos a la frontera israelí y las utilizó para sus propios fines. A la luz de estas revelaciones y del flagrante fracaso de la UNIFIL a la hora de impedir que Hezbollah se atrincherara a lo largo de la frontera, Israel planea confiar principalmente en los compromisos del ejército libanés (sunita) en cualquier futuro acuerdo con el Líbano, en lugar de hacerlo en la UNIFIL que ha demostrado ser ineficaz a lo largo de los años y ahora está acusada de colaborar frecuentemente con agentes de Hezbollah.
Una fuerza sumida en el fracaso
La UNIFIL, una fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, se desplegó en el sur del Líbano en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tras la Operación Litani en 1978 y desde entonces ha operado con distintos mandatos. En un principio, carecía de poderes de ejecución hasta la Segunda Guerra del Líbano, pero en 2006 su mandato se amplió y pasó de tener funciones de mantenimiento de la paz a tener una autoridad de ejecución limitada.
La Resolución 1701 de las Naciones Unidas, adoptada al concluir la guerra, autorizó a los soldados de la UNIFIL a impedir que los agentes de Hezbollah llevaran a cabo actividades terroristas al sur del río Litani. Sin embargo, la fuerza de la UNIFIL ha fracasado estrepitosamente en su misión, e Israel ha afirmado en algunos casos que incluso facilita los planes de Hezbollah bajo su supervisión.
Incluso cuando las Fuerzas de Defensa de Israel entraron recientemente al Líbano para realizar operaciones terrestres cerca de la frontera para desmantelar la red terrorista de Hezbollah, la UNIFIL rechazó rotundamente los pedidos israelíes de evacuar sus posiciones y retirarse de la zona fronteriza.
La organización insiste en mantener su presencia en la línea de fuego, poniendo así en peligro a los soldados extranjeros de varios países que prestan servicios en la fuerza. La negativa de la UNIFIL a evacuar a su personal tomó por sorpresa a Israel, lo que provocó intentos por múltiples canales de persuadir a la organización para que se retirara de la zona de peligro.
Israel sospecha que la insistencia de la UNIFIL en quedarse es en parte un intento de ocultar su continuo fracaso a la hora de impedir la acumulación de armas por parte de Hezbollah y sus flagrantes violaciones de la Resolución 1701. Para agravar el problema, la UNIFIL ha lanzado recientemente acusaciones contra las FDI, afirmando que los tanques Merkava entraron por la fuerza en una de las posiciones de la organización en una aldea, destruyendo la puerta.
Las FDI explicaron que el incidente se produjo durante un intenso fuego de misiles antitanque contra sus fuerzas, que hirió a varios soldados. Para evacuar a los heridos, los tanques tuvieron que dar marcha atrás en una zona en la que no podían avanzar debido a la amenaza del fuego.
Además, las FDI informan que en los últimos meses Hezbolá ha estado lanzando misiles y cohetes contra Israel desde sitios adyacentes a posiciones de la UNIFIL, y algunos proyectiles han caído cerca de sus puestos de avanzada.
Repercusiones diplomáticas
La fricción entre las FDI y la UNIFIL está provocando la condena internacional, socavando los esfuerzos de las FDI por generar legitimidad internacional para sus operaciones en el sur del Líbano y causando un daño diplomático significativo con los países europeos.
El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, declaró recientemente: “Los terroristas de Hezbollah utilizan los puestos de avanzada de la UNIFIL como escondites y preparan emboscadas en las cercanías. La insistencia de la ONU en mantener a los soldados de la UNIFIL en la línea de fuego es incomprensible”.
Según fuentes israelíes, la ONU tiene la intención de mantener la presencia de la UNIFIL en el sector incluso después de que termine la guerra. Sin embargo, dado el rotundo fracaso de la organización, Israel piensa confiar más en las responsabilidades que espera que asuma el ejército libanés y menos en la fuerza de la ONU que no cumplió con su mandato.
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