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| viernes noviembre 22, 2024

Príncipe Saudita Al-Waleed Bin Talal: La Primavera Árabe es 'Destrucción Árabe', Ningún Régimen es Inmune a Ella; El Olor de la PA se Extiende en Arabia Saudita; Irán No Es Confiable


Lo que sigue es una entrevista con el empresario saudita Príncipe Waleed bin Talal, que fue emitido por Rotana Khalijiyya TV el 2 de abril de 2013.

28 de abril de 2013

MEMRI

Pulse aquí para ver el clip en ingles MEMRI TV.

http://www.memri.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/3811.htm

Principe-Waleed_bin_Talal

«No Me Refiero a Ella Como ‘La Primavera Árabe'»… «Yo La Llamo ‘La Destrucción Árabe'»


Príncipe Walid bin Talal: «No me refiero a ella como ‘la Primavera Árabe’, sino más bien como ‘la así llamada Primavera Árabe’. Yo la llamo ‘la destrucción árabe'».

Entrevistador: «¿Podría usted explicar eso?»

Príncipe Waleed bin Talal: «Los países que experimentaron revoluciones – Egipto, Libia y Túnez – están sufriendo tiempos difíciles y no tienen ningún tipo de seguridad. La situación ahí es volátil. No creo que podamos aún determinar lo que sucederá en estos países».

Entrevistador: «Su Alteza, ¿podría explicar lo que entiende por ‘destrucción árabe’, para que los pueblos árabes en esos países puedan entender?»

Príncipe Waleed bin Talal: «Sí, permítame darle cuatro ejemplos de revoluciones importantes en la historia del mundo. El primer ejemplo es la Revolución Francesa de 1789. Ahí es cuando comenzó pero, de acuerdo con algunos historiadores, recién terminó en 1815, cuando el régimen napoleónico llegó a su fin. La segunda revolución tuvo lugar en 1917 en Francia [sic] – la revolución bolchevique, comunista y marxista. Recién terminó después del gobierno de Lenin, y, durante el mismo, millones de rusos fueron asesinados. La tercera revolución tuvo lugar en China en 1949, cuando Mao Zedong se deshizo de Chiang Kai-shek, quien se trasladó a Formosa y estableció el moderno Taiwan de hoy en día. Esa revolución, también, recién terminó después del final de la revolución cultural. La cuarta es la revolución iraní – que todavía no ha terminado. Iniciar una revolución no es tan difícil, pero nunca es fácil terminarla […]».

«Hablemos de Marruecos. El Rey Mohammed VI es un buen amigo mío. Lo conocí hace un año, cuando inauguré allí el Hotel Four Seasons. Tuvimos una reunión privada y discutimos todas estas cosas».

«Lo felicité por el cambio cualitativo que produjo en Marruecos – no es una monarquía absoluta ni una monarquía constitucional, sino algo intermedio. Él ha delegado mucha autoridad al primer ministro Ahora tienen un primer ministro elegido».

«¿Qué ha ocurrido en Marruecos hoy? Primero hubo manifestaciones contra la monarquía y contra el rey. Ahora están en contra de [PM] Benkirane y su gobierno. No estoy en contra del gobierno de Benkirane. Fue elegido por el pueblo, y respeto lo que se decide por votación en cualquier país. Pero Marruecos debería servir de ejemplo, que espero que los reyes árabes, emires y presidentes sigan. Fue un logro muy importante […]».

«Cada país debe tener en cuenta las demandas de su pueblo. Estas demandas pueden variar de un país a otro, pero algunas son compartidas por todos: La gente quiere libertad, libertad de pensamiento, quieren participar en el gobierno, quieren que sus voces sean oídas, quieren una mejora en su calidad de vida y quieren seguridad y estabilidad. Todos los pueblos árabes comparten estas cosas».

Entrevistador: «Esto es aplicable a todo el mundo.»

Príncipe Waleed bin Talal: «Eso es correcto. Si algún gobernante cree que es inmune, está cometiendo un grave error. Nadie es inmune…»

«¿Quién iba a pensar que habría una revolución en Egipto? Tan sólo 24 horas antes de ser derrocado, el Presidente Hosni Mubarak estaba convencido de que permanecería en el poder. Mu’amar Gadafi pronunció un discurso 24 horas antes de ser derrocado, y estaba seguro de que permanecería en el poder. Lo mismo puede decirse de Túnez. Nunca nadie pensó que habría revoluciones. Quien piense que esta llama no alcanzará a su país está equivocado».

Entrevistador: «Usted tiene participaciones significativas en Twitter. Si el gobierno saudita le pidiera refrenar la libertad del pájaro Twitter, ¿lo haría? ¿Es esto posible? Algunas personas están preocupadas por esto, y han cuestionado sus motivos para invertir en Twitter».

Príncipe Waleed bin Talal: «Recientemente he leído que la autoridad de radiodifusión saudita tenía intenciones, no sólo sobre Twitter, sino sobre otras redes sociales…»

Entrevistador: «Skype, Whatsapp, etc…»

Príncipe Waleed bin Talal: «Esta es una batalla perdida. Hacer la guerra contra los medios de comunicación abiertos y la libertad de pensamiento es una batalla perdida. Aconsejé a las autoridades de radiodifusión de Arabia Saudita y a las de todos los países árabes que no se involucren en estas batallas perdidas».

En nuestra era de Internet de alta velocidad, los [medios de comunicación] servirán como un vehículo para la inevitable victoria de la libertad de expresión y de pensamiento. Estoy categóricamente en contra de esto […]».

«Todo lo que hacemos está basado en la ley islámica. Cierto, hombres y mujeres trabajan juntos en Kingdom Holding Company, pero en el caso de la mayoría de los empleados de la compañía – especialmente las mujeres – sus maridos, padres y hermanos son conscientes de esto, e incluso le dieron su aprobación explícita a la empresa».

«Deberíamos seguir el ejemplo del Profeta Mahoma, quien dijo: «Las mujeres son hermanas de los hombres». He investigado este tema. He leído un libro de seis volúmenes sobre esto».

Entrevistador: «¿Lo leyó en su totalidad?»

Príncipe Walid bin Talal: «Todas las 2.000 páginas. Dice que el Profeta Mahoma trataba a las mujeres como completamente iguales a los hombres […]».

«Yo no prohíbo el uso del hijab. Si una mujer quiere llevarlo, es su derecho, y si no lo hace, también es su derecho. Ella responde a Dios, y no deberíamos involucrarnos […]».

«El tema de la mujer conduciendo autos es un hecho. Lo estoy considerándo desde el punto de vista social y económico. Me reuní con Kito, un director de McKinsey, una consultora muy conocida. Le pregunté de pasada, y me sorprendió su respuesta. Le pregunté: si Arabia Saudita les permitiera a las mujeres conducir automóviles ¿cuáles serían las implicaciones económicas y sociales? Estimó que hasta un millón de conductores [extranjeros] abandonarían Arabia Saudita. Muchas familias sauditas prefieren no tener un conductor, no sólo porque es un desconocido impuesto sobre la familia, sino porque se trata de una carga económica […]».

«La decisión de permitir mujeres en el Consejo de la Shura saudita es muy importante, pero en mi humilde opinión, para que se convierta en una decisión verdaderamente histórica, se deben agregar dos artículos: primero, que debe haber elecciones, aunque sólo sean parciales, y más importante, debe haber delegación de autoridad».

«Hemos leído en los diarios, de ayer o de hoy, que los miembros del Consejo de la Shura exigían autoridad ministerial, y ese es su derecho. Pidieron revisar el presupuesto de hacienda, y eso está dentro de sus derechos. En mi opinión, mientras los miembros del Consejo de la Shura no tengan autoridad, seguirán careciendo de todo poder significativo».

«En toda sociedad debe haber un poder ejecutivo, un poder legislativo – en nuestro caso, el Consejo de la Shura – un poder judicial. Deben ser completamente independientes y deben tener poder».

«Considerando el sagaz enfoque reformista del rey Abdallah, creo que la delegación de autoridad tendrá que llegar […]».

«Las revoluciones por libertad, justicia e igualdad fueron legítimas. Apoyo las demandas de estos pueblos. Pero el problema fueron las decisiones tomadas por los nuevos líderes políticos después de la revolución».

Entrevistador: «usted está diciendo que el problema radica en el resultado».

Príncipe Waleed bin Talal: «Así es, el resultado fue negativo, pero las revoluciones comenzaron por causas justas, apoyadas por todos los árabes».

Entrevistador: «Así que comenzaron como una primavera, y terminaron como un otoño».

Príncipe Walid bin Talal: «Afirmaron ser una primavera, y terminaron en devastación, porque las políticas de los nuevos liderazgos no han sido probadas y no reflejan las aspiraciones de los pueblos».

«Tenemos Un Buen Rey… No Queremos A Nadie Que Piense Que Es Nuestro Guía; De Hecho, Varios Jeques Sauditas Hieden A Hermandad Musulmana»


Entrevistador: «¿Por qué, hasta hoy, no estalló una revolución en Arabia Saudita?»

Príncipe Walid bin Talal: «Algunas personas podrían pensar que esta es una pregunta difícil, pero en realidad es muy simple. Permítame darle la respuesta. Un periodista estadounidense me hizo la misma pregunta, y yo le di diez respuestas, pero le daré sólo cuatro o cinco».

«En primer lugar, Arabia Saudita es un país estable, Allah sea alabado. Desde su creación por Muhammad bin Saud hace más de 250 años, ha sido un país estable. En segundo lugar, es cierto que no somos una monarquía constitucional, pero somos una monarquía legítima. Además, la situación económica de Arabia Saudita no es tan mala, aunque no es estupenda. Pero la razón más importante es que cuando las revoluciones estallaron en los tres estados árabes…».

Entrevistador: «No fue la situación económica de los egipcios la que los llevó a la rebelión…».

Príncipe Waleed bin Talal: «Estoy hablando de la situación económica de Arabia Saudita en general – la del estado y la de las personas. No es tan mala como lo era en los países que experimentaron las revoluciones. Pero la razón más importante es que cuando una revolución estalla, está dirigida contra un rey, un presidente o un emir que oprimía a su pueblo y era aborrecido por ellos».

«El rey Abdallah, por el contrario, es amado. ¿Cómo puede estallar una revolución en un país en el que el rey es amado? […]».

«Arabia Saudita no es una monarquía constitucional. Nadie discute eso. Pero es una monarquía legítima, porque surgió del pueblo saudita. ¿Quién conquistó Riad en 1902? El Rey Abd Al-Aziz y sus asociados de entre los ciudadanos sauditas. El Rey Abd Al-Aziz surgió de entre el pueblo. Esto es lo que significa ser una monarquía legítima […]».

Entrevistador: «¿Ha entrado la Hermandad Musulmana [HM] a Arabia Saudita?»

Príncipe Waleed bin Talal: «Por supuesto que hay un olor a HM en Arabia Saudita. No hay duda sobre ello».

Entrevistador: «Su Alteza, usted ha sido acusado recientemente de apoyar a la HM».

Príncipe Waleed bin Talal: «Dios no lo permita. Hermano, no queremos a Mursi en este país. Tenemos un buen rey, que es amado por el pueblo. No queremos a nadie que piense que es nuestro guía. De hecho, varios jeques sauditas hieden a Hermandad Musulmana. Esto es conocido por todos. No voy a mencionar nombres, pero esto está claro».

Entrevistador: «¿Cómo debería Arabia Saudita lidiar con este olor?»

Príncipe Waleed bin Talal: «En mi opinión, es muy fácil deshacerse de este olor. Deberíamos ocuparnos más de las demandas de la gente, para no darle a la [HM] la oportunidad de tomar ventaja de la pobreza, los problemas de vivienda o el costo de vida […]».

«Los lazos entre Egipto e Irán son una cuestión de soberanía, en la que yo, un ciudadano particular, no voy a intervenir. Pero no hay duda de que las relaciones de Irán con sus vecinos árabes son malas, y de que tiene malas intenciones. Interviene descaradamente en los asuntos de Bahréin, Líbano, Siria e Irak, así como en Mauritania y Marruecos. Oí esto yo mismo del rey de Marruecos y el presidente mauritano. Condenaron esta intervención».

«Irán tiene motivos destructivos, no sólo expansionistas».


Entrevistador: «Independientemente de la cuestión de soberanía, ¿Considera este acercamiento de Irán hacia Egipto como algo que tiene propósitos destructivos?»

Príncipe Waleed bin Talal: «No confío en Irán, pero confío en Egipto, independientemente de quien lo gobierna […]».

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

 
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