La muerte de Shiri Bibas y sus dos hijos, Ariel y Kfir, generó una fuerte reacción por parte de Ariel Gelblung, director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina.
Gelblung cuestionó duramente a los líderes mundiales y latinoamericanos, incluyendo al parecer al presidente Gustavo Petro, por su falta de pronunciamiento, hasta ahora, frente a este trágico suceso. En un texto publicado en su columna de opinión en Infobae, el experto expresó su indignación por lo que considera un doble estándar en la defensa de los derechos humanos y la vida de los niños.
“Líderes latinoamericanos y mundiales que hablan de niños asesinados, hoy no hablan, como no hablaron el 7 de octubre. Y se llenan la boca y las redes, llamándose a sí mismos como ‘defensores de la vida’”, afirmó Gelblung en su escrito.
Estas declaraciones surgen tras la confirmación de la muerte de Shiri Bibas y sus hijos, que habían sido secuestrados durante el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023, perpetrado por el grupo Hamas en Israel.
El 7 de octubre de 2023, Hamas lanzó un ataque contra Israel que dejó profundas cicatrices en la región. Según detalló la prensa en el mundo, durante este asalto, Shiri Bibas fue secuestrada junto a sus dos hijos, Ariel, de 4 años, y Kfir, de tan solo 9 meses. Las imágenes de su captura, transmitidas por los propios atacantes, mostraron a una madre horrorizada abrazando a sus pequeños mientras eran llevados a la fuerza.
Gelblung recordó que la familia vivía en un kibutz, una comunidad colectiva que, ideológicamente, buscaba la paz con sus vecinos. Sin embargo, esto no impidió que fueran víctimas de la violencia. Bajo su hogar no había arsenales ni instalaciones militares, y no estaban en la línea de fuego de las fuerzas israelíes.
“Los vinieron a buscar a su país al que invadieron; los sacaron a la fuerza de su casa y vimos cómo entraban a un túnel oscuro del que nunca salieron”, relató Gelblung.
En su declaración, Gelblung no solo apuntó contra los líderes políticos, sino también contra organismos internacionales como la ONU, Unicef y la Cruz Roja Internacional, a quienes acusó de no haber actuado en defensa de los niños secuestrados. Así mismo, el director del Centro Simon Wiesenthal calificó de “deplorable” la actitud del secretario general de la ONU, António Guterres, y de “infame” a Francesca Albanese, funcionaria de la organización a quien vinculó con posturas favorables a Hamás.
“Ni siquiera se pone roja la Cruz Roja, que vio transmitido cómo se los llevaron, no se ocupó por su estado y hoy sirven solo de coche fúnebre”, señaló Gelblung. Además, lamentó que Unicef, una organización dedicada a la protección de la infancia, no haya alzado la voz por Ariel y Kfir.
Gelblung calificó el día de la confirmación de la muerte de la familia Bibas como un “día bisagra”, similar al 7 de octubre, en el que se definieron posturas y relaciones. El experto expresó que estos eventos dejan en evidencia quiénes están dispuestos a ignorar el sufrimiento de otros y quiénes prefieren mantenerse en silencio frente a la violencia.
“Hoy es un día para ponerse colorado. De enojo, de tristeza, de vergüenza ajena”, escribió Gelblung. En su texto, también incluyó un homenaje a Oded Lifshitz, un bisabuelo que militaba por la paz con los vecinos y que también perdió la vida en este contexto de violencia.
El director también criticó lo que considera una hipocresía en el discurso de algunos líderes y organizaciones que, según él, condenan la violencia solo cuando les resulta conveniente. “Aquellos que nos llaman asesinos de niños… A estos fueron a buscarlos vivos y armaron un show mediático con los ataúdes y música festiva para devolverlos. Gozan del culto a la muerte”, afirmó Gelblung.
El experto subrayó que, de no haber ocurrido el ataque del 7 de octubre, tanto las víctimas israelíes como las civiles del lado palestino seguirían con vida. En su opinión, la falta de condena unánime y contundente ante estos hechos refleja una preocupante indiferencia hacia el sufrimiento humano.
La muerte de Shiri Bibas y sus hijos, junto con las palabras de Ariel Gelblung, pone nuevamente en el centro del debate la necesidad de una respuesta internacional coherente y efectiva frente a la violencia y el terrorismo. El director del Centro Simon Wiesenthal instó a no olvidar estos hechos y a reflexionar sobre el papel de los líderes y las organizaciones en la defensa de los derechos humanos.
En un contexto de tensiones crecientes en el Medio Oriente, las palabras de Gelblung resuenan como un llamado a la acción y a la memoria, recordando que el silencio también puede ser una forma de complicidad.
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