El mundo está empetrolado no por un derrame de petróleo sino por el antisemitismo que está contaminando a la humanidad. Pero a diferencia de cuando se produce ese accidente la fauna marina o silvestre afectada es rescatada por equipos para salvarlos. A los animales se los salva o mueren intoxicados. El proceso de limpieza implica el uso de detergentes especiales y agua tibia, seguido de enjuague y secado. Finalmente, los animales son monitoreados para asegurar su recuperación antes de ser liberados. Ese acto humanitario hacia los animales es un ejemplo que no coincide con los humanos untados, infiltrados y contaminados por la publicidad sobre el genocidio israelí y el hambre en Palestina. A los humanos por el contrario se los intoxica para matar a otros humanos.
El centro de rehabilitación a los que se los debería mandar es a los organismos internacionales que están también empetrolados de propaganda contra Israel. El único detergente para lavar sus mentes es desear la paz y la convivencia aceptando las diferencias y no los absolutismos religiosos.
Para limpiar las mentes antisionistas y antijudías que infectan con mentiras difundidas por Hamás y otros grupos musulmanes terroristas sería mágico un líder o un grupo de ellos que quisieran cambiar el rumbo en el que hoy están invadiendo con su propaganda nazifascista.
Los empetrolados o sea sus seguidores ignoran lo que manifiestan, despliegan pañuelos de protesta que anudan en sus cuellos y repiten slogans. Ellos creen que ayudan a que el pueblo palestino tenga su país cuando nunca lo quisieron pactar en la mesa de acuerdos bilaterales si no a través de ataques y matanzas. Todo lo dejado por Israel en tierras ganadas por guerras fue destruido. Con sus manifestaciones no ayudan como los rescatistas de los animales contaminados para ser liberados controlando si están aptos para retornar a sus medios, en este caso los monitorean para destruirlos.
El poder económico de Qatar y otros aliados han empetrolado a Gaza con una fortuna incalculable al servicio del mal en túneles que convirtieron en centros de adiestramiento, cárceles, almacenamiento de cohetes y misiles y salidas para matar, matar y matar judíos. Mientras que en la superficie todos están expuestos al peligro de la guerra que desataron.
El pesado petróleo que embadurnan las noticias penetran en la opinión pública defendiendo a los pobres palestinos que fueron usados para que Hamás se atribuyera ser el salvador de todas sus penas. Penas que multiplicaron dejándolos abandonados a su suerte. El ejército israelí no fue a matar palestinos sino a los asesinos del 7/10 así como a sus ideólogos. Los condenados fueron acechados hasta la barbarie por empetrolados de odio inculcados por sus cléricos omnipotentes invocando a Alá a su salvación a través de la muerte del enemigo. El detergente para lavar sus contaminados cerebros podría ser a través de líderes de luz para alumbrar tanto oscurantismo. Los que vociferan por su porvenir no han hecho nada más que plegarse a los palestinos con el activismo y si tendrían dar algo de lo suyo no darían nada y menos convivir con una cultura que mata a sus opositores.
El mundo empetrolado está en peligro.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.