Sobre los delirios del estado palestino que quiere Francia, el último rechazo de Hamas a un alto el fuego y los enfoques de Estados Unidos e Israel en el tablero sirio. Temas que el orate de Luis D’elía desconoce. Ahí vamos:
Macron, en un intento ya desesperado de mendigar algún tipo de protagonismo, insiste con reconocer unilateralmente un estado palestino. Esta es la misma propuesta que hace unos meses tuvo que retirar por el escaso apoyo internacional.
Francia representa también a una Unión Europea totalmente fuera de los asuntos estratégicos de poder real en Oriente Medio. Del armado de Siria han quedado relegados y en Gaza la proyección no muestra un camino distinto aun acercándose a la moribunda Autoridad Palestina.
¿Por qué hablar del estado palestino es una entelequia y solo parte de una contienda política? Expliqué en no pocas ocasiones sobre los límites reales: el primero está dentro de los políticos palestinos hoy inmersos en una guerra entre Hamas y Fatah que es muy profunda.
No hablamos de diferencias doctrinales, sino del choque con facciones islamistas como Hamas o la Yihad Islámica que operan en dos escenarios: el de la preferencia por un califato y no de un estado y de la radicalización cada vez mayor de la sociedad palestina. Cuidado con eso.
El segundo punto es que en el terreno las intenciones políticas de Francia NO tienen impacto alguno y mucho más después del 7 de octubre. La magnitud del problema en Gaza es mucho más urgente (y con consecuencias mayores) que cualquier discusión trivial.
El único marco posible para la futura constitución de un estado palestino (que en la historia sería el tercer ofrecimiento sumado a 1922 y 1947) está en las enormes e irrenunciables garantías de seguridad para Israel y los intereses de Estados Unidos y parte del mundo árabe.
Hoy, ni en la Franja de Gaza ni en Judea y Samaria, tiene que haber un estado palestino que se convierta en una nueva base operativa del terrorismo como hizo Hamas. Si había alguna posibilidad de que esto ocurriera, el mismo 7 de octubre quedó totalmente sepultada.
El nuevo rechazo de Hamas. Los terroristas de Gaza han intentado desde el primer momento de la guerra bloquear cualquier tipo de acuerdo de alto el fuego por dos razones principales: primero que los secuestrados son su «seguro» que impide su destrucción total y exilio.
El segundo es que Hamas, quien está enroscado en su supervivencia política frente al resto de las facciones políticas, necesita la devastación total de la Franja de Gaza. Y en este juego macabro el hambre será una herramienta válida para ellos.
- ¿Comienza una desintegración de Siria? Estados Unidos exige a las facciones del nuevo «gobierno» sirio que detengan las violaciones y los crímenes contra las poblaciones en el sur que se mantienen aún con el alto el fuego alcanzado hace unos días por las partes.
No olvidemos que este gobierno sirio es en realidad una constelación de organizaciones criminales e islamistas, antes Al Qaeda e ISIS, que aprovecharon la debilidad de Hezbollah e Irán para vengarse de los chiitas. Sobre este escenario se abren dos posibilidades:
El gobierno liderado por Ahmed Al Sharaa realmente ya no tiene control (o nunca tuvo) de estas facciones o bien la intención de una Siria unificada es una cortina de humo. O quizás un tercer escenario con un poco de ambas. Veremos, pero la proyección al interior es muy mala.
Primero porque no hay ninguna garantía hacia las minorías dentro de Siria, algo que reavivará las tensiones y puede hacer explotar cualquier detonante en cualquier momento. Y segundo porque ISIS puede volver a operar en Siria e intentar expandirse a la frontera iraquí.
Los escenarios de Israel giran, también, a dos escenarios principales: Jerusalem no tolerará ningún tipo de expansión islamista desde Siria y blindará sus zonas estratégicas. El segundo es que condicionará cualquier acuerdo de «paz» al primer escenario. Sin seguridad no hay paz.
Principalmente porque la amplitud de los Acuerdos de Abraham que fue anunciada por Trump en realidad se limitaría a acuerdos de cooperación y relativa convivencia con el gobierno de Damasco. Hoy este escenario es inviable mientras Siria está constantemente al borde del estallido.
Cierro aquí. Los occidentales firman cualquier cosa, pero Israel no. Los tres temas que recojo en este hilo giran sobre el mismo elemento: Jerusalem no puede hacer concesiones que pongan en peligro su seguridad como sucedió en el pasado. Y en eso Trump no es ninguna garantía.
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