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| martes agosto 19, 2025

Análisis de cuatro periodistas: la información, el campo de batalla que Israel abandonó

Tomer Almagor* para canal N12 de la televisión israelí (n12.co.il).


Foto Portavoz de FDI

Para la mayoría de los israelíes, la guerra en Gaza es principalmente una historia de duelo, cautiverio y lucha existencial contra una organización terrorista asesina. Pero a los ojos del mundo, la historia ha sido completamente diferente desde hace tiempo. En una conversación con cuatro periodistas extranjeros, que ven desde afuera cómo se está derrumbando la posición de Israel en la opinión pública mundial, se revelan las raíces de la enorme brecha entre la mentalidad en Israel y la percepción en el mundo.

«Nunca habíamos estado en esta situación, y yo llevo casi 30 años cubriendo el Medio Oriente», cuenta Henrique Cymerman, periodista internacional que emite en cinco idiomas y para cuatro continentes, incluyendo medios de comunicación de España y Portugal, además de ser profesor de la Universidad Reichman y presidente de la Cámara de Comercio e Industria Israel-Estados del Golfo. «Últimamente he visto titulares como ‘El Holocausto del siglo XXI’; así es como presentan lo que ocurre hoy en Gaza. Aquí desconocemos la gravedad de la situación; tiene implicaciones a largo plazo que van mucho más allá de la realidad actual”.

Dramática expresión de una mujer gazatí cuya foto fue utilizada por varias agencias internacionales; curiosamente, las personas a su alrededor lucen muy relajadas. Esta imagen en particular la difundió Anadolu, la agencia oficial del presidente Erdogan de Turquía, aliado de Hamás

«Israel simplemente se está suicidando; los errores básicos que sigue cometiendo son increíbles», afirma con frustración Yotam Confino, periodista independiente residente en Israel que colabora con importantes medios de comunicación británicos y estadounidenses. «Consiguió convertir una situación en la que tenía una enorme legitimidad para luchar, en una en la que el mundo ya olvidó lo ocurrido el 7 de octubre. Hamás ni siquiera es mencionado cuando se habla de la guerra, y actualmente se percibe a Israel como autor de un genocidio, y punto. Como si simplemente estuviera matando de hambre a niños, como si los soldados se levantaran por la mañana y dispararan por diversión a civiles hambrientos. Las historias que se difunden en los medios internacionales, y la forma en que influyen en la percepción que la gente tiene de Israel, es algo que nunca había visto. Es deprimente y fascinante ver cómo Israel, durante casi dos años, ha cavado su propia tumba», afirma Confino.

El periodista francés Guillaume de Dayleval, residente en Jerusalén desde hace tres años y que trabaja para el importante periódico conservador Le Figaro, señala los puntos clave de la deriva de la opinión pública mundial contra Israel: «Recuerdo el día en que el número de muertos palestinas superó al de los israelíes, y me di cuenta de que habíamos llegado a un punto de inflexión. Sucedió bastante rápido. La atención de los medios de comunicación y de la opinión pública francesa pasó de los terribles sucesos del 7 de octubre al sufrimiento del pueblo palestino».

De Dayleval afirma que el público francés había perdido gradualmente el interés por la guerra, pero señala la Operación Carros de Gedeón —que Israel lanzó a mediados de mayo de 2025 tras el alto el fuego, y que ha continuado durante los últimos tres meses— como un nuevo punto de inflexión negativo que ha atraído de nuevo la atención pública en Francia. «La terminología militar ha cambiado, y esto ha generado la percepción de que Israel planea ocupar la Franja. Es una línea roja que se ha cruzado, incluso para quienes no están conscientes de lo que está sucediendo».

Las conversaciones revelan tres factores centrales para la posición de Israel en el mundo, que se han fusionado en un producto letal: la falta de una propaganda israelí sistemática y efectiva, decisiones políticas que el mundo simplemente no puede aceptar, y medios de comunicación extranjeros sesgados y hostiles. Todos los entrevistados coinciden y advierten: la posición de Israel en el mundo se ha deteriorado a un nivel sin precedentes.

  1. Ausencia de propaganda israelí

Como el «lado fuerte», Israel comienza la campaña de propaganda con una desventaja estructural en comparación con Hamás. El ataque sorpresa del 7 de octubre y las horribles atrocidades documentadas ese día, que conmocionaron al mundo, le dieron la oportunidad de conseguir apoyo para su narrativa y justificar la guerra. Hoy, casi dos años después, es evidente que Israel ha sido derrotado en la batalla por la conciencia.

Henrique Cymerman explica que Israel no ha tomado suficientes medidas para explicar su política a las naciones del mundo, y no ha utilizado las herramientas adecuadas. “Existe una enorme brecha entre la forma en que nos expresamos en el mundo y explicamos lo que hacemos, y los enormes logros militares y de inteligencia que hemos alcanzado en el último año y medio. Nuestra hasbará (campañas de esclarecimiento) está rota; se fundamenta básicamente en héroes, en personas que tomaron la iniciativa. Además, dejamos que el personal militar diera las explicaciones durante muchos meses; eso no funciona en el mundo actual. Tengo la sensación de que dejamos la portería abierta en el partido de fútbol; dejamos que confundieran al pirómano con el extintor. Hamás son los héroes para millones de jóvenes, que realmente los ven como luchadores por la libertad. Cuando aparezco en medios de comunicación internacionales, me hablan de ellos como si fueran la resistencia francesa contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Más o menos como la Madre Teresa. Fuimos derrotados por Hamás y los elementos que lo respaldan. Ellos fueron derrotados militarmente, pero ideológicamente hoy tienen éxito, y eso es muy importante», añade Cymerman.

Fotograma de un video propagandístico de Hamás, que ha sabido venderse como un grupo de “luchadores por la libertad” que despierta las fantasías de parte de la juventud de Occidente

Confino explica que gran parte del problema de la propaganda proviene de declaraciones de ministros de alto rango que desconocen las implicaciones, o que no les importan: «Itamar Ben-Gvir dice lo que sea necesario para complacer a su base política. Benjamín Netanyahu dice lo que sea necesario para complacer a su base política. Nadie piensa en el panorama general. Nadie piensa en lo que realmente es bueno para el país. ¿Cómo nos aseguramos de seguir recibiendo el apoyo de nuestros aliados? Para esos políticos es más importante garantizarse uno o dos mandatos más en las urnas que evitar una situación en la que todo el mundo odie a Israel y se persiga a los judíos”.

«Israel se aísla de la comunidad internacional al cometer repetidamente los mismos errores delirantes», añade Confino. “Cuando Israel fue descubierto mintiendo durante la guerra, eso causó un enorme daño a su imagen, mientras que la organización terrorista Hamás puede mentir con frecuencia sin consecuencias. A estas alturas, parece que Israel casi ha renunciado a intentar defender su nombre en el mundo», afirma.

«Hamás es un genio de la propaganda, e Israel no se molesta en esforzarse en este ámbito», comenta una periodista que labora en uno de los principales medios de comunicación británicos y no desea que se mencione su nombre.

  1. Las tácticas de Israel

Además del problema de la información, los entrevistados explican que también es necesario reconocer que algunas decisiones israelíes son casi imposibles de explicar al mundo. Más allá del sesgo antiisraelí y el descuido de la batalla mediática, ciertas acciones que Israel ha tomado son simplemente inaceptables para Occidente.

“Creo que la raíz del problema es la política, o si se prefiere, la falta de política y la falta de previsión. Me cuesta creer que un país que logra derrotar a sus enemigos en siete frentes simultáneos no comprenda que si se cierra el grifo de la ayuda humanitaria en marzo, incluso por razones justificadas, dos o tres meses después nos van a robar por todos lados. Simplemente les entregamos en bandeja de plata una oportunidad para que nos patearan y nos impusieran hacer cosas que no queremos”, dice Cymerman con frustración. “La hasbará depende de la política. Somos como un Waze que se ha vuelto loco y no tiene ni idea de adónde nos lleva. El primer ministro debe comprender que el peligro es grande, y que el precio que pagamos por permanecer en Gaza es mucho mayor que la recompensa que podamos recibir. Lo que ha avivado aún más el fuego en las últimas semanas son las horribles imágenes, que apenas hemos empezado a ver en Israel, imágenes que se muestran en todos los televisores del mundo. Israel es retratado como una especie de Estado ocupante que se ha vuelto completamente loco y que lleva a cabo un ataque desproporcionado, un Estado que está matando a miles de personas inocentes y que ahora también las está sometiendo al hambre”.

Los periodistas señalan varias decisiones políticas específicas que Israel tomó y que llevaron al colapso de su imagen, decisiones que no podían justificarse en Occidente, incluyendo el cese de la ayuda humanitaria en marzo y la respuesta tardía a la crisis humanitaria, los bombardeos a hospitales (utilizados por Hamás), los ataques a personal de la ONU, la negativa a permitir la entrada de periodistas extranjeros a la Franja y las acciones en la zona humanitaria.

«Aunque excepcionalmente el New York Times se disculpó por publicar la foto de un niño que en realidad no estaba muriendo de hambre, eso no significa que no haya imágenes reales de Gaza», dice Cymerman. «Parte de ello se debe a que existe una campaña que lleva años en marcha, y nuestro deber es no darles argumentos y entender que hoy los medios de comunicación forman parte de la seguridad del Estado. No se trata solo de tanques y aviones, sino también de palabras».

Confino añade: «Hay cosas que, incluso estando justificadas, se percibirán como muy cínicas y agresivas por parte de Israel. Pero también hay cosas que absolutamente no deberían haberse hecho, como bloquear la ayuda humanitaria durante dos meses. Fue un gran error. El mundo no puede aceptar una situación de niños hambrientos, eso es evidente».

«Todos los países cometen errores durante una guerra, pero Israel cometió estos errores intencionalmente. Detuvieron la ayuda, haciendo percibir al mundo que estaban matando de hambre a la gente de Gaza. No autorizaron la entrada a periodistas extranjeros, lo que permitió a Hamás controlar la información que se trasmite a los medios», expresa Confino.

  1. Medios hostiles

Se ha demostrado el sistemático sesgo contra Israel de muchos medios internacionales, en algunos casos motivado por el patrocinio —e incluso financiamiento directo— de Catar y otras fuentes antioccidentales (Imagen: Google)

Además del problema de la propaganda y la dificultad de asimilar ciertas medidas políticas israelíes, los periodistas entrevistados también señalan el flagrante sesgo de los medios globales contra Israel como un componente central del colapso de su imagen en el mundo. Hablan de la obsesión de los medios internacionales con lo que Israel está haciendo en Gaza, y cómo ignoran los crímenes de la organización terrorista Hamás.

«La cobertura del conflicto en los medios internacionales está completamente sesgada. Nunca había visto algo así», dice la periodista británica que no quiere que su nombre aparezca en este reportaje. «Existe una obsesión total con Israel; se habla de esta guerra en todas partes: en el Parlamento británico, en los festivales, en las calles. Israel recibe más críticas que cualquier otro país en cualquier otra guerra”, y añade que cada vez que Israel hace algo mal, los medios británicos lo acusan inmediatamente de «genocidio».

«La forma en que los medios tratan a Israel es muy injusta», agrega Yotam Confino.

Impacto emocional cuidadosamente coreografiado: un niño gazatí se quitó los zapatos para esta impactante imagen tomada sobre unas ruinas. La foto fue difundida por Unicef, agencia de la ONU para la infancia que nunca se pronunció sobre los niños israelíes brutalmente asesinados o secuestrados por Hamás

Si enciendes la televisión o la radio, la mayoría de lo que ves y oyes tiene que ver con lo que hace Israel. No verás imágenes de militantes de Hamás deambulando vestidos de civil por Gaza, disparando a soldados ni cometiendo crímenes de guerra», dice Confino, y Cymerman coincide: «La cobertura de la guerra se hace como si no hubiera otros problemas ni conflictos en el mundo. Las imágenes que salen de Gaza son horrorosas y provocan un frenesí mediático en el que Israel domina todos los noticieros».

Los cuatro periodistas coinciden en que el tema de los rehenes ha desaparecido casi por completo de la agenda mediática global. «Ya casi no se oye hablar de los rehenes; han quedado marginados de la cobertura global”, dice la periodista que quiere permanecer en el anonimato. Confino está de acuerdo: “Poco después del 7 de octubre, el enfoque cambió. La única razón por la que me han preguntado recientemente por los rehenes son los videos del cautiverio de Rom Breslavsky y Eviatar David. No recuerdo cuándo fue la última vez que me preguntaron sobre la situación de los secuestrados antes de eso».

«Tenemos una oportunidad para un cambio geopolítico, pero estamos ocupados arruinando nuestro nombre en el mundo»

Durante la entrevista, Henrique Cymerman advirtió sobre las graves consecuencias que el daño a la imagen de Israel podría tener durante muchos años después de la guerra en Gaza. Afirma que Israel está dañando su estatus internacional y su capacidad para participar en la remodelación del Medio Oriente, e indirectamente perjudicando el estatus y la seguridad de las comunidades judías en la diáspora.

«Los países invierten en su imagen de marca, y así es como se posicionan en el mapa mundial; nosotros actualmente invertimos en una imagen de marca negativa, y perjudicamos una oportunidad geopolítica de cambio que el público israelí no ve», afirma. «Hace unos días estuve con una delegación en Abu Dhabi, y me dijeron: ‘¿Será que ustedes se han enamorado de las guerras? Están perdiendo la oportunidad de continuar los Acuerdos de Abraham con los países árabes y musulmanes’”.

“Se está produciendo un cambio geopolítico, de seguridad y económico que podría abrirle oportunidades al Estado de Israel en los próximos años, mientras nosotros estamos ocupados eliminando a otro miembro de Hamás y a unas decenas de palestinos más, de una forma que no tiene nada que ver con el asunto, y manchando así nuestro nombre en el mundo”.

Además de los efectos geopolíticos de la guerra, Cymerman vincula el colapso de la imagen de Israel con el creciente antisemitismo en todo el mundo, que pone en peligro a los judíos de la diáspora. “Ocho millones de judíos en todo el mundo están en pánico. Nunca había visto una situación como esta, y yo viajo por todo el mundo. He oído que, por primera vez desde 1945, los judíos están borrando sus apellidos de sus buzones postales por miedo a lo que pueda suceder, y están considerando qué hacer a partir de ahora. El aumento del antisemitismo no es solo una cifra estadística, es algo que se siente en la calle”.

Cymerman concluye: “Hay una nueva situación, debemos ser responsables y tenerla en cuenta. Cuando la foto de un niño hambriento sale de Gaza, provoca un terremoto que tendrá repercusiones a largo plazo, y debemos actuar ayer, no hoy”.

*Periodista.

Fuente: canal N12 de la televisión israelí (n12.co.il).

Traducción Sami Rozenbaum, Nuevo Mundo Israelita.

 
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