Este fenómeno no es nuevo, pero parece que aún hoy, ocho años después de que el documental fuera exhibido oficialmente, muchas personas todavía no han oído hablar de Pallywood.
Pallywood, una mezcla de «Palestino» y «Hollywood», es un neologismo que ha sido utilizado por algunos medios de comunicación pro Israel defensores de la vigilancia, entre otros, para describir la presunta «manipulación de los medios de comunicación, la distorsión y el descarado fraude por parte de los palestinos y otros árabes … Diseñado para ganar la guerra de relaciones públicas contra Israel», de acuerdo a Wikipedia.
En 2005, el profesor Richard Landes de la Universidad de Boston produjo un video documental en línea de 18 minutos llamado Pallywood: De Acuerdo con Fuentes Palestinas. En este documental expuso una completa industria cinematográfica, en la que las estrellas son palestinas, el equipo, en su mayoría, son periodistas de vídeo palestinos independientes y los tontos somos nosotros. Presentó una mirada «detrás de la escena» que escenifica cuidadosamente a palestinos siendo atacados por fuerzas israelíes, que después se presentan en las noticias como «material sin editar de la pobre realidad en los territorios palestinos».(Nota de Porisrael: En breve presentaremos el video subtitulado al español)
El fenómeno de Pallywood es amplia y cuidadosamente extendido, y sabiamente planificado. Los noticieros están dispuestos a exhibir imágenes en bruto del conflicto palestino-israelí, y como resultado, son muy poco críticos al examinar la autenticidad de las filmaciones, y transmiten las completas mentiras que le brindan al público el relato que ellos quieren ver. Chico malo, chico bueno, corte, imprima, siga adelante.
Durante muchos años, imágenes de vídeo y fotos fueron un símbolo de verdad y confiabilidad. Cuando alguien necesitaba una prueba de la veracidad de un hecho, simplemente pedía un vídeo o una fotografía como prueba. Con el tiempo, la tecnología se desarrolló, se inventó Photoshop y la industria del cine se convirtió en mucho más sofisticada. Nosotros, sin embargo, seguimos igual. Todavía buscando la verdad en videos y fotografías, y subsecuentemente incapaces de decir la verdad de una mentira. Con la facilidad de comprender un relato de buenos y malos, y el esfuerzo que implica darse cuenta de los tonos de gris en la verdadera realidad, escuchamos atentamente las mentiras de Pallywood, ni siquiera considerando la posibilidad de que todos estábamos siendo engañados.
Los que odian a Israel harán mucho en aras del conflicto, incluso montarán una realidad completamente diferente con la que alimentar a la audiencia. A los periodistas, por su parte, les encanta una historia jugosa, y aceptan cualquier filmación de un niño palestino siendo atacado por un «feroz» soldado israelí. ¿Por qué no perder tiempo en verificar la autenticidad de las imágenes? Porque la historia falsa se ve mucho mejor en película que en la realidad. La narrativa del pequeño David y el gigante Goliat nunca falla. ¿Conversaciones de paz? ¡No gracias! Dennos sangre, piedras, y un primer plano de una mujer gritando.
Más de Pallywood:
Pero hay más en la revelación de Pallywood. ¿Alguien se ha detenido a pensar por qué, de hecho, necesitan tomas falsas de los palestinos siendo atacados por soldados de las FDI? Si son ciertas sus constantes acusaciones, en todo escenario público, de la violencia y la brutalidad, ¿por qué escenificar estos encuentros? Y si todo lo que quieren es paz y tranquilidad, ¿por qué proveerles a los periodistas filmaciones con víctimas palestinas y agresores israelíes? ¿Por qué estimular un debate que conduce a palabras de odio? ¿Eso es luchar por la paz? ¿Son esas personas inocentes?
Por desgracia, no puedo mostrar este mensaje al mundo entero. Pallywood seguirá filmando y falsificando y la gente seguirá creyendo mentiras. Pero con el uso de esta información, podemos difundir la verdad lo más ampliamente posible. Si cada uno de nosotros informa a sus amigos y conocidos, tal vez seamos los que hagan una diferencia.
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4420584,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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