Esta semana, la industria del agua de Israel se hizo cargo aquí del centro de convenciones para mostrarle al mundo sus depuradores de bacterias de aguas servidas y regadores computarizados, sus boquillas de bajo flujo para cultivar tomates de alto rendimiento, y sus algoritmos matemáticos de alerta temprana para detectar goteos, fugas y reventones.
Podría no haber sido la conferencia de negocios más sexy en un país que se refiere a sí mismo como «nación de nuevos emprendimientos», pero hay un montón de dinero en el agua.
Israel quiere ser visto en el mundo del agua de la misma manera admirativa que es visto en el ámbito de la alta tecnología. Las exportaciones de productos para agua del país se han triplicado en los últimos cinco años y ahora totalizan $2 mil millones, según el Ministerio de Economía de Israel. Su principal cliente es Estados Unidos, pero se abren nuevos mercados en países con una clase media emergente, como México, Turquía, China e India.
Debido a la historia de escasez, aislamiento e ingeniosidad, Israel avanza a saltos en la gestión y conservación del agua. El primer primer ministro de Israel, David Ben-Gurion, lanzó el llamado a «hacer florecer el desierto». Desde entonces, los líderes israelíes han ofrecido periódicamente la transferencia de tecnología del agua como un posible incentivo para la paz con los palestinos y los estados árabes.
Dos gobernadores republicanos de estados áridos, Rick Perry de Texas y Brian Sandoval de Nevada, estuvieron presentes esta semana, con numerosas delegaciones, para examinar minuciosamente las mercancías en la exposición Watec Israel 2013.
Perry elogió a Israel por su reutilización de las aguas servidas – Israel recicla más del 80 por ciento de sus efluentes, en comparación con alrededor del 1 por ciento en Estados Unidos, dijo el gobernador.
Cuando se le preguntó acerca de posibles acuerdos entre Israel y Texas para la tecnología del agua, dijo Perry en una entrevista, «Hagámoslo».
El gobernador de Texas fue abordado en varias ocasiones por representantes de empresas israelíes de agua que se presentaron, entregaron tarjetas de visita e hicieron sus argumentaciones de venta.
La razón de su interés no eludió a Perry. «Texas va de sequía en sequía, y lo que necesitamos para sobrevivir es conservar y utilizar sabiamente el agua que tenemos», dijo Perry. Los residentes de Texas votarán en noviembre una iniciativa de $2 mil millones para reconstruir la infraestructura de agua del estado.
Los pasillos del centro de convenciones de Tel Aviv estaban repletos de ingenieros de China, España, Francia y Australia. Los compradores y vendedores se apiñaban alrededor de enfriadores de agua firmando memorandos de entendimiento.
Israel es líder mundial en desalinización del agua de mar. Para el año que viene, más de un tercio del agua de grifo de Israel provendrá del Mar Mediterráneo y de unos pocos pozos salobres. El consumo total de agua de Israel se mantiene cerca de los niveles de 1964 – a pesar de que su población se ha cuadruplicado hasta 8 millones de personas, según el Ministerio de Economía.
«Dicen que la necesidad es la madre de la invención, y ese es claramente el caso de Israel», dijo Oded Distel, director de Israel New Tech, una agencia gubernamental que promociona la bomba de agua otorgando subvenciones a nuevos emprendimientos de alta tecnología del agua y ayuda a comercializar la industria del agua en el exterior. «Si tuviéramos que depender de fuentes de agua dulce, no estaríamos aquí. En Israel, utilizamos cada gota dos veces».
Distel dijo que el agua solía ser una especie de «industria tonta» dominada por el agua de baja tecnología y barata, distribuida por tuberías y canales de siglos de antigüedad, que empleaba tecnologías de riego que databan de los antiguos egipcios. Los sistemas municipales de agua, como los de Los Ángeles, Londres y Nueva Delhi, tradicionalmente perdían el 20 por ciento o más de su agua por fugas y evaporación.
Pero en un mundo dominado por la escasez, el cambio climático y el crecimiento de la población, el agua ya no se da por sentada.
Aquí, la industria moderna del agua se puso en marcha a mediados de la década de 1960, cuando un ingeniero agrónomo israelí llamado Simcha Blass y su hijo Yeshayahu se asociaron con un kibbutz para fabricar el primer sistema de riego por goteo del país, que suministraba goteo de agua directamente a las raíces de las plantas.
Su invento creó la revolución de riego de bajo volumen y se convirtió en una empresa con 3.000 empleados que vende riego por goteo e invernaderos en 150 países.
«Israel se convertirá pronto en el mayor centro de innovación del agua del mundo», dijo Amir Peleg, fundador y director ejecutivo de TaKaDu, que utiliza algoritmos para monitorear en tiempo real a empresas municipales de agua en busca de fugas.
Los sectores públicos y privados de Israel están invirtiendo fuertemente en el desarrollo y la promoción de la industria del agua. En Israel hay 280 empresas de tecnología del agua.
La compañía de Peleg es un tema de estudio en Harvard Business School. Él es un producto de la nación de nuevos emprendimientos, Israel – educado en la unidad de élite de inteligencia computacional del ejército israelí, con grados de Israel y Francia. Peleg hizo una fortuna vendiendo YaData, una empresa de selección de conducta, a Microsoft en 2008.
Después de la venta de su empresa de software, Peleg dijo que anduvo buscando un nuevo nicho de mercado y descubrió el agua. Dijo que Israel posee la ciencia, los empresarios, la demanda y el capital de riesgo para crear la incubadora perfecta.
«Voy a hablar en serio con usted. No todos estamos en Greenpeace», dijo Peleg. «Pero hay un enorme potencial de crecimiento aquí».
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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