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| domingo noviembre 24, 2024

Matrimonios de vergüenza


ninia-siria

Sahar [el nombre se ha cambiado por razones de seguridad] desearía haber podido abofetear al jeque saudí, igual que hizo con los taxistas que le pidieron que les proporcionara jovencitas sirias. En vez de eso, dijo simplemente “no” y le advirtió de que si volvía a aparecer por esa mezquita le cortaría la barba. Dice que luego se marchó, dando un portazo. No fue un accidente, ni el jeque fue el único que le pidiera que hiciera de casamentera.

Pocos meses después, otro jeque saudí se le acercó en la mezquita: quería una muchacha siria para casarse con ella, y se preguntaba si ella podría proporcionarle novia, a cambio de unos honorarios, por supuesto. A veces recibe esa clase de proposiciones de taxistas. “En una ocasión iba en un taxi y el taxista se dirigió a mí: había un jeque libanés que quería casarse con una chica siria. ‘Te dará dinero, y también se lo dará a ella’, me dijo. Le di una bofetada, como de costumbre”, recuerda.

Sahar es una musulmana conservadora. Lleva hiyab y abaya, y va a la mezquita. “Soy una buena chica, de confianza. Les parece que pueden encargarme eso”, explica. “Si accedo a vender a una chica, otra mujer podría venderme a mí en contra de mi voluntad”.

Pero no son muchos los que piensan como Sahar. Hay jóvenes que son vendidas durante una semana a hombres dispuestos a pagar. Los taxistas van preguntando por ahí por estas chicas de entre 16 y 17 años; los tratos se cierran en las calles de Trípoli. “Yo me he negado a hacerlo, pero mucha gente no lo hace”.

Hay quien hace negocio del tráfico de mujeres para extranjeros ricos, afirma Ayman Hariri, activista sirio que se estableció en Akar en 2011, cuando tuvo que huir de Dará por miedo a ser detenido. Dirigía una ONG que proporcionaba ayuda a refugiados sirios, pero decidió cerrarla. Intentar ofrecer ayuda es complicado, hay algunas entidades de asistencia que se sirven de sus pequeñas ONG para vender chicas de 16 o 17 años a sus patrocinadores del Golfo a cambio de dinero. Hariri cuenta:

Le puedo hablar de alguien a quien conozco; lo conocí en persona y se ofreció a pagarme un soborno. Se hacía pasar por jeque, tenía un benefactor saudí. La gente descubrió pronto que su organización era en realidad lo que ustedes llaman un burdel: conseguía chicas para el jeque saudí. Si le gustaba la muchacha, ofrecería 10.000 dólares, se casaría con ella durante una semana, y luego ella se volvería a casa con 1.000 dólares. El resto se le entregaba al presunto jeque libanés, que ahora es propietario de un edificio y tiene varios coches.

Dice que Akar no es como el campamento de Zaatari en Jordania, y que los matrimonios arreglados y la prostitución encubierta no son ni mucho menos tan frecuentes como allí. “Jordania está más cerca del Golfo, donde las novias-niñas y el matrimonio precoz son más comunes. El Líbano está más lejos”.

Pero las organizaciones internacionales y las ONG que hay en el Líbano dicen que el matrimonio precoz se da entre los refugiados sirios y entre las comunidades que los acogen. Detenerlo es prácticamente imposible, porque la ley libanesa permite el matrimonio infantil, como declaró a NOW la socióloga Rafif Rida Sidawi. “El código de familia libanés permite el matrimonio de niñas de hasta 13 o 14 años. En algunas sectas, incluso hasta de 9”. (El Líbano tiene 15 códigos de familia distintos, casi uno por secta. La mayoría de ellas consienten el matrimonio infantil).

Un jeque libanés que solicitó permanecer en el anonimato declaró a NOW que nunca se casaría con una niña menor de 13 años, aunque la ley le dice que la edad mínima es 9 años. “Necesito ver a la chica para ver si está preparada. También necesito un certificado médico y el permiso paterno”, explicó.

La mayoría de ONG que se ocupan de los derechos de la mujer en el Líbano está preocupada por el creciente número de matrimonios precoces entre los refugiados sirios. Según el plan de actuación para los refugiados de ACNUR, el 10% de las refugiadas sirias y de las libanesas de las comunidades de acogida se han visto expuestas a violencia por razón de sexo, lo que incluye matrimonio precoz, violaciones y violencia doméstica. Para hacer frente a la pobreza, se casa a las chicas sirias muy pronto, unas veces a cambio de dinero y otras de protección. Sencillamente, la familia no puede permitirse mantenerlas y buscan un marido para compartir la carga.

“No quiere decir que no hubiera matrimonios precoces en Siria antes de la guerra, pero la diferencia es que ahora se ha vuelto un negocio, un comercio. Se convirtió en tráfico”, declaró a NOW Rula al Masri, directora del programa para la igualdad entre los sexos en el Centro de Recursos para la Igualdad de Género Abaad “Suelen vender a sus hijas para que el marido se haga cargo de toda la familia o pague el alquiler… Es un mecanismo de adaptación. Y es extremadamente discriminatorio, porque creen que, incluso aunque las chicas recibieran una educación, nunca contribuirían a la economía familiar”, explica. (La asociación de Al Masri es una de las pocas que en el Líbano ofrecen refugio a las mujeres víctimas de violencia por razón de sexo, incluido el matrimonio precoz). Dice que las mujeres que acuden a alguno de sus tres refugios siempre temen que, de algún modo, se las descubra, y exigen estricta confidencialidad.

“No hablan de ello. Las familias no hablan de ello. Las chicas no hablan de ello”, dijo Sahar a NOW, al tiempo que se cubría la boca con la mano para mostrar lo obcecado del silencio de la gente. “Para ellos es una vergüenza”, explica.

La vergüenza es algo muy grande, dice Sahar. La vergüenza hace que la gente haga cosas horribles.

“Nunca olvidaré a esa pequeña de Wadi Jaled”, susurra apenas Sahar, que intenta recuperar la voz mientras los ojos se le llenan de lágrimas. Encontró a la niña encerrada en el dormitorio por su familia. Estaba evaluando posibles ayudas para la familia cuando la oyó llorar. Los hombres no estaban en casa. La madre estaba demasiado asustada para hablar, el cuerpo de la pequeña estaba lleno de golpes y su rostro, quemado. La habían golpeado seis soldados sirios cuando atacaron su casa de Baba Amr, en la ciudad de Homs. “Cuando llegó el médico, descubrimos que había sido violada. Sólo que ella no tenía ni idea de que lo que había sucedido fuera una violación, pensaba que la estaban pegando. Entonces, su padre y su hermano le quemaron la cara”.

¿Que ocurre cuando a una niña como ésa la casan con un hombre mayor? ¿Es distinta de la niña de Wadi Jaled a la que violaron seis hombres sin que ella supiera siquiera que la estaban violando? ¿Son esos jeques mejores que aquellos seis soldados sirios? Son preguntas a las que Sahar dice que no puede contestar. Pero seguirá abofeteando a taxistas y dando portazos en las narices de los jeques, mientras desea que otras mujeres como ella encuentren fuerzas para hacer lo mismo.

“Esos hombres no son nada”, dice, mientras señala al suelo con la barbilla. “Los hombres son débiles”.

Reportaje realizado con la colaboración de Luna Safwan.

NOW

http://elmed.io/matrimonios-de-verguenza/

 
Comentarios

Los argentinos , que tras tales actos , habituales en los países del Islam, los justifican escudándose en el multiculturismo, son cómplices del crimen.

Lidia Ostrovsky

Y la mayoria de los paise de sudamerica y Europa,les abren las puertas a los islamistas y le rinden pleitesia, porque poblaran esos paises, si con 10 o mas hijos, desde los 13 años pueden tener mas  de cincuenta hijos.-

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