Miles de personas despiden en un multitudinario funeral en Tel Aviv a la máxima leyenda del rock local, el cantante y artista Arik Einstein, que acompañó con su obra la historia del país hasta convertirse en su «banda sonora».
Einstein falleció a los 74 años, según el parte del hospital Ijilov debido a un «aneurisma de aorta, a causa una dilatación crónica de los vasos sanguíneos en la zona del abdomen».
El cantautor, que lideró las principales corrientes musicales en las últimas cinco décadas y seguía activo, se había desplomado poco antes en su casa, e ingresó inconsciente en el hospital.
«Era el más grande de todos. Todos crecimos con sus canciones. Decir Arik Einstein es lo mismo que decir Israel. La canciones que compuso e interpretó son la banda sonora de Israel», dijo el primer ministro, Biniamín Netanyahu.
Einstein nació en 1939 en una Tel Aviv que florecía bajo mandato británico, y que se convertía rápidamente en el epicentro del renacimiento cultural hebreo en todas sus dimensiones, entre ellas la música.
Sus primeros pasos los dio en las Bandas Musicales del Ejército, un fenómeno cultural que tuvo su máximo apogeo en los cincuenta, sesenta y setenta, y que fue el caldo de cultivo de decenas de artistas nacionales.
Autor de populares canciones como «Yo y tú (cambiaremos el mundo)», «Anda despacio», «Vuela polluelo», «Sentado sobre la verja», o «San Francisco sobre el agua», Einstein llegó a encabezar las listas de éxito en todas las emisoras nacionales durante semanas.
En su diversificada y prolífica obra -grabó más de 40 discos en solitario y una veintena con otros cantantes y grupos- llegó a abordar los problemas y curiosidades de la emergente sociedad que también trasladó al cine en una docena de ocasiones.
«Salah Shabati» (1964) y «Metzitzim» (Mirones, 1972) son dos de sus películas más veneradas a nivel local, y marcaron toda una época en la vida de la gente.
El rabino Uri Zohar, popular actor que tras grabar «Mirones» con Einstein cambió la vida bohemia de la laica Tel Aviv por la ultra ortodoxa de Jerusalén, pronunció en el hospital el ritual del «kaddish» (oración funeraria judía) por quien era su amigo del alma y consuegro por partida doble.
«Sus canciones acariciaron a todo un pueblo y abrazaron nuestra tierra», dijo de Einstein el presidente, Shimón Peres, que se encuentra de visita oficial en México.
Casado en dos ocasiones y padre de cuatro hijos -dos de cada matrimonio-, los restos de Einstein fueron expuestos en la céntrica Plaza Rabin de Tel Aviv para que sus admiradores puedan darle un último adiós antes de ser enterrado en uno de los cementerios de su inseparable Tel Aviv.
que pena ….Uf Arik -Jatoj et hashamaniam, gur leja ….