Es de sobras bien sabido que los islamistas aspiran a reislamizar la península ibérica, tierra europea a la que denominan Al Andalus, en recuerdo de la tierra que fue islamizada hace siglos, por lo que es obligatorio volverla a recuperar para Alá.
Están absolutamente convencidos de que del Islam conquistará la península ibérica. La única discusión posible entre los jurisprudentes y líderes musulmanes es si esta conquista será por el útero de las mujeres musulmanas, por el proselitismo/prédica del Islam a través de la Dawa (acción social) o por la Yihad, o por una combinación de todas ellas.
Los habitantes de la península serán invitados a aceptar el Islam. Los ateos y no creyentes del monoteísmo serán conminados a convertirse al Islam y en caso de rechazarlo se les aplicará la pena de muerte. Los cristianos serán dhimmis.
En Siria tenemos un claro ejemplo real del rol que estará reservado a los cristianos españoles y portugueses en el imaginario de los islamistas. El grupo islamista “Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL)” ha impuesto restricciones a los cristianos, como la de no construir conventos o iglesias en la provincia septentrional siria de Al Raqa, a cambio de «su protección», según un comunicado emitido por esa organización armada.
El “Estado Islámico de Irak y el Levante ha explicado que por orden de su líder, Abu Bakr al Bagdadi, ofrecerá protección a los cristianos de Al Raqa, sus familias y propiedades si cumplen una serie de requisitos, como el pago de la yizia, el no edificar conventos, iglesias o monasterios en las localidades donde viven, ni tampoco rehabilitar los que estén destruidos. Tampoco podrán rezar fuera de sus templos ni exhibir cruces o libros santos. Queda prohibido que las iglesias toquen las campanas o usen altavoces y advierte de que los musulmanes no pueden oír desde la calle los cánticos de los cristianos dentro de sus templos. Los fieles cristianos no podrán poseer armas ni vender carne de cerdo o alcohol a los musulmanes, ni tampoco hacerlo en lugares públicos. Asimismo, tendrán que vestir de «forma modesta», tal y como ha dispuesto el grupo islamista en la zona. Sólo se les permite convertirse al Islam.
La comunidad cristiana de la provincia de Raqqa fue capturada en marzo pasado por el grupo islamista Estado Islámico de Irak y el Levante. Los islamistas ofrecieron tres opciones a los cristianos: convertirse al Islam, permanecer cristianos pero sometidos por el Islam o “enfrentar la espada”. Ellos optaron por la segunda opción conocida como “dhimmi”.
Para evitar que esta tenebrosa y oscura situación pueda llegar a ser realidad es imprescindible que la ley en España se adecue con músculo y nervio frente al totalitarismo verde que se cierne en tantos países del orbe gracias al apoyo de los petrodólares, y que la ley y los cuerpos policiales actúen contra aquellos jeques islamistas que desde las mequitas alienten el Yihad amparados por una magistratura que entienda que el totalitarismo islámico actúa en una guerra asimétrica contra los valores judeocristianos y la democracia.
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