Un tribunal egipcio condenaba en firme de forma fulminante a unas 529 personas a muerte hoy por la muerte de un único agente de policía. Noticias como ésta da que pensar.
El trato muy duro a los islamistas es necesario para reprimir a este movimiento totalitario, incluyendo el rechazo taxativo a sus iniciativas de implantar la ley islámica, apartarlos de las instituciones de referencia y hasta excluir del mecanismo democrático a sus formaciones. Pero la represión extrajudicial de los islamistas por parte del mariscal Abdel Fataj el-Sisi saldrá probablemente por la culata y ayudará a la causa islamista, al granjearles una simpatía generalizada. Incluso si la absurda sentencia de hoy es anulada en apelación, ella y otras parecidas están causando daños reales.
Sisi se ha subido ya, con fabulosos índices de popularidad, pero parece igual de preparado para gobernar Egipto que otro militar, Gamal Abdul Nasser, hace 60 años. Dos factores en concreto – la pésima tesitura económica y la hostilidad entre los pro- y los anti-islamistas – tumbarán probablemente a Sisi por la vía rápida. Cuando eso suceda, los islamistas se beneficiarán de su incompetencia no menos de lo que saca tajada Sisi de los fracasos de Mohamed Mursi. El ciclo continúa, el país se queda atrás, y el vacío asoma.
Más en general, dado que el descontado fracaso egipcio a la hora de censurar el islamismo guardará ramificaciones globales, los errores de Sisi perjudicarán a la causa anti-islamista no sólo en su propio país sino a nivel internacional. Los riesgos en Egipto son realmente elevados en estos tiempos. (24 de marzo de 2014)
http://es.danielpipes.org/blog/2014/03/campana-anti-islamista-sisi
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