Después de la cena familiar, y de haber cantado y platicado palabras de Torá, los judíos observantes van a dormir.
La noche de este Shabat, la noche del 11 al 12 de marzo de 2011, en Samaria, como tantos Shabatot y tantos judíos, la familia Fogel fue a dormir. El padre, Uri de 37 y la madre Rut, de 34 años, acostaron pronto a sus hijos Ioav, 11 años, Elad, de tres años y Hadás de tres meses-, y otros dos hijos, la hija mayor, de 12 años de edad, se encontraba fuera de casa en un evento de Bnei Akiva.
Hacia la una de la madrugada, en plena noche, mientras los miembros de la familiar dormían, penetraron furtivamente en la casa uno o dos árabe-palestinos, armados de cuchillos, y degollaron a los padres, y a los hijos Ioav, Elad y al bebé de tres meses, Hadás. Los otros dos hijos que dormían en la habitación contigua no fueron hallados por los criminales árabe-palestinos, por lo que pudieron sobrevivir a la masacre.
La hija mayor de la familia, de 12 años, regresó a su casa a medianoche; no pudo entrar, buscó la ayuda de un vecino, ambos abrieron la puerta y descubrieron los cinco cadáveres.
El árabe-palestino «Grupo Imad Mugniye» de las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, perteneciente a la rama armada de Al-Fatah, -partido gobernante y cuyo presidente es Mahmmud Abbas-, se ha atribuido varios ataques en los últimos años y ha asumido la autoría del atentado contra esta familia judía que dormía después de la cena de Shabat
Es el atentado más cruel contra israelíes desde marzo de 2008, cuando un palestino penetró en un escuela religiosa judía en Jerusalem y asesinó a ocho estudiantes con un arma automática.
Itamar fue el escenario de un atentado similar en 2002, en el que un terrorista árabe-palestino asesinó mediante disparos en su casa a la madre de familia y tres hijos, además de un guarda de seguridad.
Los hombres del comando terrorista han declarado que: «Esta operación heroica es parte de la respuesta natural a las masacres de la ocupación fascista contra nuestro pueblo en Cisjordania [Judea y Samaria] y la franja de Gaza», señala el grupo criminal en una octavilla enviada a la prensa por correo electrónico.
El grupo terrorista señala que «gracias a la ayuda de Alá uno de sus combatientes logró entrar en la casa en el asentamiento de Itamar, en el norte del territorio ocupado de Cisjordania, y matar a todos los que se encontraban dentro en torno a las 01:15»
«El combatiente confirmó que mató a los cinco que estaban en la casa, y la ocupación sionista (Israel) confirmó el ataque. Luego pudo regresar a un punto no especificado gracias a la «protección divina», pese a que justo después de la operación numerosas fuerzas de la ocupación sionista se desplegaran en su búsqueda», agregaron.
La octavilla incluye una advertencia: «Le decimos a los criminales de la ocupación que sus crímenes no quedarán sin castigo».
La obsesiva y constante exaltación del odio al infiel, del odio al judío que cada Viernes se repite en las mezquitas de Judea y Samaria y Gaza; la permanente incitación al odio y aborrecimiento contra los israelíes que se inculca en las mezquitas y en los medios de comunicación de la Autoridad Palestina, su insistente exaltación al asesinato del israelí, y la repetición hasta el hastío de que el asesinato de judíos complace a Alá, son causa de que criminales y descerebrados se sientan legitimizados al asesinar familias judías por el mero hecho de ser judías, y que estos asesinos sean considerados héroes en la colectividad árabe-palestina.
El primer ministro israelí Biniamín Netanyahu indicó a su gabinete que la incitación al odio que ejerce la Autoridad Palestina fue un factor en la causa del ataque.
«Somos testigos de cosas horribles», afirmó el titular del gobierno. «Un equipo de fútbol será pronto designado con el nombre de un terrorista suicida que asesinó a docenas de personas en la calle Jaffa en Jerusalem. La Autoridad Palestina otorga becas a los familiares de los asesinos y nombra las plazas en su honor. Esto demuestra que la Autoridad Palestina no está educando hacia la paz».
«Una sociedad que permite una incitación salvaje como esa, condujo al asesinato de niños», dijo el primer ministro de Israel.
Israel es odiado por el islamismo y por el nacionalismo panarabista –de obediencia nazi-, no por cómo es, sino porque es, porque existe.
Sin seguridad, los acuerdos firmados por Israel con los líderes árabe-palestinos son papel mojado, mojado en sangre judía, sangre judía con la que se deleita el terrorismo árabe-palestino.
La Autoridad Palestina no ha anunciado todavía una denuncia del horrible ataque.
El titular de Exteriores del estado judío, Avigdor Lieberman, ordenó a la representación israelí en Naciones Unidas que presente una dura queja por el atentado.
«Israel espera escuchar un fuerte grito de condena por parte de todos los países democráticos que, en nombre de los derechos humanos, se apresuran a emitir condenas cada vez que se erige una vivienda prefabricada en Judea y Samaria», señaló Liberman.
Esos países, criticó el ministro, «no han condenado desde anoche el diabólico asesinato de toda una familia, incluido un bebé de un mes de edad».
Lieberman también afirmó que «el hecho de que la Autoridad Palestina no haya anunciado todavía una denuncia del horrible ataque es la prueba definitiva de la auténtica naturaleza y carácter de quien se supone que deberían ser nuestro socio negociador».
Difusion: www.porisrael.org
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