Durante mucho tiempo el terrorismo fue un terreno en el que campaba la discriminación de género. Incluso cuando en los años 50, los grupos revolucionarios independentistas argelinos reclutaban mujeres, utilizaban básicamente a prostitutas para recabar información de los oficiales colonialistas franceses, pero ellas no participaban de igual a igual en los actos violentos. Si bien grupos terroristas como ETA adiestraron a féminas, en general solían asignarles labores más de segunda línea, como la recopilación de información y el transporte logístico. ...