Polonia me produce una infinita tristeza. Pudiendo ser verdaderamente cristiana y decir: ´´Perdón, Padre, por lo que hemos hecho a los judíos. No ayer, ni anteayer, sino durante siglos; perdón por nuestra complicidad con los asesinos´´, en lugar de eso hizo de Pilatos y se lavó las manos cuando nos estaban crucificando a miles. Más aún, experimentó alivio cuando Alemania, que tanto la hizo sufrir, asumió recientemente toda la culpa por el Holocausto. Un alivio malsano, es cierto, porque jamás ...