Los medios de comunicación estadounidenses e internacionales han cubierto ampliamente la reacción provocada por el testimonio de la semana pasada de directores de universidades estadounidenses ante un comité de la Cámara de Representantes, en el que se negaron a condenar abiertamente los llamamientos al genocidio contra los judíos. Pero en su cobertura inmediata de la audiencia en el Congreso –es decir, antes que estallara una tormenta gracias a aquellos que no estaban dispuestos a dejar pasar el antisemitismo– los medios estaban ciegos a ...