El antisemitismo - me gusta más llamarlo judeofobia - ha adoptado numerosas formas a lo largo de la Historia, abonado por la intolerancia religiosa, la envidia, el miedo, el rechazo a lo diferente, o la necesidad de buscar un chivo expiatorio para las desgracias de la humanidad. Los judíos han sido perseguidos por los romanos por ser monoteistas, por los Cruzados por no creer que Jesús era el Mesías, por la Inquisición española, por los zares rusos, por los nazis por ...