Julián Schvindlerman Comunidades – 30/5/12 Posiblemente uno de los momentos más gloriosos de la historia universal de las olimpíadas haya ocurrido -paradójicamente- en las infames Olimpíadas de Berlín de 1936. Adolf Hitler diseñó el máximo encuentro deportivo mundial como una celebración de la raza aria, sería una manifestación nacional de la superioridad alemana por sobre el resto de los pueblos. Los deportistas alemanes ganaron la mayor cantidad de medallas, pero sus convicciones racistas fueron espectacularmente desafiadas cuando el atleta negro Jesse Owens, ...