Con 60 años recién cumplidos, acabo de descubrir, casi por casualidad, que soy de origen judío. Me lo dijeron cuando estaba tramitando un pasaporte español para mis hijos. Mi abuelo materno, Petronilo Escudero, era español; español y recontra católico. Pero Escudero -ahí estaba la sorpresa- es un apellido sefardí, tal como se llama a los judíos que vivieron en la Península Ibérica hasta fines del siglo XV. También son sefardíes (o sefarditas) sus descendientes, no importa el país en el ...