En la famosa saga de origen islandés Grimnismal el cráneo del gigante Ymir se transforma, a su muerte, en la bóveda del cielo. De modo semejante, según el Rig Veda hindú la bóveda estelar está formada por el cráneo del ser primordial. Algunos poetas dravídicos llegaron a sostener que las nubes son, bajo la estrellada cúpula de ese cráneo, antes sus ojos de sol y de luna, pensamientos creativos, proyectos e ideas. Las hay tormentosas, dispersas, en forma de odre ...
































