“Se autorizó publicar”, en hebreo: “hutár lefirsúm”. Dos palabras que congelan la sangre. Dos palabras tras las cuales uno sabe con absoluta certeza que no viene nada bueno. Todo está claro. Inmediatamente después se informa sobre soldados caídos en combate. Después de esas dos palabras terribles, que paralizan el corazón de Israel, se sabe que una familia-o dos, o tres o muchas más- ya no será la misma que antes de recibir la notificación. Y la única pregunta es dónde ...