Me siento a escribir este artículo en el aeropuerto Ben Gurion, el JFK israelí. Aguardo para embarcar y volver a casa después de una semana muy intensa en este país que no deja a nadie indiferente. Llegué a tiempo de estar en la Plaza de los Secuestrados de Tel Aviv cuando se confirmó la liberación de los últimos 20 rehenes vivos –por lo que se sabe…– de Hamás desde el 7 de Octubre. Nunca lo olvidaré. Es mi tercera vez en Israel. Pero de la primera y ...
«¿Va a resultar que Israel no era el hermano pequeño de Occidente en Oriente Medio, sino el hermano mayor de un Occidente cada vez más despistado y emasculado?»
Anna Grau/ /theobjective.com
































