Desde el inicio de los enfrentamientos en la década de los 20 del siglo pasado, entre la comunidad judía y los árabes musulmanes asentados en la tierra de Israel (región que los romanos llamaron Palestina), se debe definir el conflicto como religioso, aunque han tratado de encubrirlo de pugna territorial. Si fuese un contencioso geográfico, las negociaciones podrían haber llegado a buen término y a la Autoridad Palestina, tanto dirigida por Arafat como bajo la administración de Abbas, le hubiera sido ...