Los libelos de sangre, que tuvieron lugar especialmente durante la Baja Edad Media europea, eran acusaciones, orales o escritas, de asesinatos rituales de niños cristianos por parte de los judíos. Servían, dado su contenido, para fomentar ataques y pogromos contra las comunidades judías autóctonas y justificar las leyes antisemitas que se aplicaban contra ellas. El primer libelo de sangre conocido se produjo antes del surgimiento del cristianismo: fue perpetrado por el estudioso griego Apión, en el siglo I a. C., y Flavio Josefo lo ...