El 18 de enero de 2012, recién estrenado como ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo se ofreció a dar el discurso de bienvenida de los premios Samuel Hadas, organizados por la embajada de Israel en España y que se entregaban en la sede del Gobierno regional madrileño. Abrió su discurso con el tradicional "Yo soy un gran amigo de Israel", declaración que teóricamente estaba muy bien, pero que, a juzgar de algunos de los asistentes, estropeó al añadir: "Yo no ...